Cuando ella despierta en una fiesta en las vegas Con sus amigas, se da cuenta que esta casada con un hombre que conoció esa misma noche de la fiesta, nada podía salir bien.
La tentación para Evelyn Hazel conocer a un hombre llamado Darius Beaumont a...
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Evelyn Hazel
Ver su cuerpo desnudo frente a mi era lo que todavía no estaba acostumbrada porque sabía que esa polla entraba completamente a mi húmeda entrada.
Al ver como se sube encima de mi sin aplastar me ver cómo abría mis piernas con delicadeza y con su mano tocaba su enorme polla para ubicarlo en la mi húmeda entrada hasta que entra en mi completamente haciendo soltar un gemido agudo hasta arquear de placer mi espalda dándole la facilidad de que entrara completo sintiéndome llena.
Sentía como mis paredes apretaban su polla grande haciendo que él soltara un gruñido de placer.
—Me estás apretando mi polla Evelyn —comenta con un gruñido de placer.
—Es...porque no estoy acostumbrada a tu tamaño —agitada intentó recuperar la respiración.
—Me harás venir sin siquiera moverme.
—Por favor muévete —hable con una voz aguda.
Cuando veo su cara sonriendo como un pervertido empieza a moverse tan suave y a la vez fuerte haciéndome soltar un gemido agudo arqueando mi espalda para en búsqueda de placer propio.
Ver cómo mis pezones se movían de arriba hacia abajo por los movimientos de Darius haciéndome gemir que mi voz se estaba oyendo agudo.
Cada estocada que me daba en mi puente G hacia que podía venirme en cualquier momento, mis paredes empezaron apretarse siento su polla con las venas marcadas dentro de mi coño.
—No te atrevas a venir Evelyn porque te juro que te volveré a coger te —habla entre dientes con él una mirada frustrante.
—No creo que pueda aguantar más Darius —hable apenas.
—A la cuenta de tres podrás venir —habla entrecortado.
—Darius! —jadeo.
—Mierds Evelyn.
—Uno —sonríe con su frente sudando.
—Dos!....—jadeo de placer, poniendo mis ojos en blanco.
—Tres!! —Escuchar que grita el número tres mis paredes se aprietan.
—Estamos follando con tantas ganas, aquí vamos a terminar haciendo a nuestros primer hijo o hija.
—¡Si! —eche la cabeza atrás sobre la cama de tanto placer.
No importaba las horas que follamos, pero terminamos tumbados en la cama después que mi Squirt, la sábanas estaban mojadas porque me había venido por segunda vez llenándome completamente de su semen hasta saliendo por fuera de mi coño.
Me puse encima suyo juntando nuestras piernas mientras intento recuperar la respiración mientras veo esos ojos grises que tanto amo
El cuerpo me dolía por mil, creo que follar mucho con este hombre podía morir en cualquier momento por sus embestidas que daba, no sé cómo no me partida en dos.
