Joshua observaba su hilo en vez de prestarle una verdadera atención a su profesor de inglés. Miraba su meñique intentando quitar el hilo, romperlo de alguna forma aunque ya se sabía que era imposible.
Joshua: si antes no estaba...¿por qué mierda ahora si?
Susurró bastante bajo, inaudible a algunos de sus compañeros.
Joshua: el no me necesita, Mingyu necesita a una chica o a un chico idiota...
Pensó tomando las tijeras, comenzando a pasarlas por el hilo, el cual seguía sin poder ser contado, el hilo solo evadía las tijeras o las traspasaba, comenzando a desesperar a Joshua.
Joshua: ¡Ya córtate! ¡Mierda!
Golpeó su pupitre olvidando que estaba en clase, y al tener la mirada de sus compañeros y ser callado por su profesor, solo sostuvo el libro entre sus manos.
Joshua: lo siento
El profesor siguió dando la clase. Joshua ojeaba el libro, no había estado del todo en la clase y no tenía idea de que hacer.
-maldito inglés, maldito hilo y maldita seas Mingyu- pensó arrugando ligeramente las hojas del libro para luego volver a mirar su meñique.
Joshua: necesitas a alguien diferente, no a mi.
Nuevamente susurró a un tono inaudible, con una mirada algo triste.
Al salir a recreo, en el pasillo se encontró con Mingyu, quien sostenía su dedo meñique, el que tenía el hilo enrollado en el, aunque su meñique sangraba, de inmediato Joshua dejó a su grupo de amigos para correr a Mingyu y tomarle la mano entre molesto y preocupado.
Joshua: ¿qué mierda estuviste haciendo?
Mingyu: veras...intenté cortar el hilo y me corte con las tijeras.
Joshua miró la mano y luego a los ojos de Mingyu.
Joshua: ¡eres un grandísimo idiota!
Comenzó a jalarle de la muñeca hasta llevarlo a la enfermería, y aunque la enfermera iba a ayudar, Joshua le pidió lo necesario para limpiar a Mingyu, además de que les dejara hablar un momento, cerrando la cortina que evitaba que se viese una pequeña camilla.
Joshua: no puedo creer que enserio te cortaras.
Limpio la sangre, aunque la cortada no era realmente tan grande como la sangre aparentaba.
Joshua: no presionas el lugar cerca de la herida, presionas la herida, lo que hiciste fue hacerte sangrar más, idiota, y no camines como si nada en el pasillo, apenas te suceda dile a un profesor, idiota, y no trates de cortar el hilo ya que no se puede ¡idiota!
Mingyu miraba a Joshua poner una bandita al rededor de su dedo, y dejar el papel higiénico en el basurero al lado de la camilla para luego sentarse sobre esta al lado de Mingyu.
Mingyu: ya se que soy un idiota, no tienes que decírmelo tanto.
Joshua: también quise...cortar el hilo.
Mingyu le observó, y luego le tomó la mano de la cual colgaba el hilo.
Mingyu: por suerte no te hiciste daño, tú eres el colocador titular, no puedes ir y dañar tus dedos y-
Joshua: Mingyu, ya puedes soltar mi mano.
Mingyu: ah- claro...
La soltó de inmediato de forma suave, interesado por lo poco áspero de los dedos de Joshua.
Mingyu: usas demasiado las vendas durante el entrenamiento.
Joshua: ya los he lesionado algunas veces.
Miró a sus manos, recordando los dedos que más lesiones habían tenido.
Mingyu: es porque te falta cuidado.
Joshua rió algo molesto y miró a Mingyu, quien sonreía engreído.
Joshua: ¿disculpa?
Mingyu: es fácil sacarte de quicio, pierdes la paciencia rápido, los bloqueadores céntrales pueden notarlo, al estar molesto tensas los dedos y así terminas lesionándolos.
Joshua: pero se trabajar mejor en equipo, y-
Mingyu: ¿vez? Estoy sacándote de quicio ahora.
Joshua apretó su mano para evitar golpear a Mingyu.
Joshua: no te golpeó porque necesito mis manos para jugar
Mingyu: ¿eh? ¿O es que no quieres lastimarme?
Joshua le tomó de la camisa empujándolo, Mingyu se echó hacia atrás cayendo sobre la otra parte de la camilla, y Joshua al haberle tomado la camisa, solo calló sobre él.
Mingyu: genial, parece un manga shoujo.
Rió viendo la distancia entre su rostro y el rostro de Joshua.
Mingyu: ¿esto es alguna forma de seducirme o...?
Joshua: estas jugando
Mingyu: se supone que vamos a acabar juntos, ¿no puedo jugar?
Joshua: yo- tú enserio-...enserio me desesperas.
Suspiró soltándole la camisa, y aunque iba a levantarse, Mingyu le abrazo, presionándolo contra su cuerpo.
Mingyu: quedémonos el receso aquí.
Joshua: no tengo sueño.
Mingyu: sh sh, la enfermera va a escucharte.
Mingyu cerró sus ojos, Joshua dejó de estar a la defensiva, relajándose y acostándose sobre el pecho de Mingyu, escuchando la respiración en calma de este.
Mingyu al ver que Joshua se había relajado, puso una de sus manos sobre la cabeza de este.
Joshua: oye-
Mingyu: no estoy haciendo nada, solo estoy tocando tu cabello.
Joshua no se apartó, sintió los dedos de Mingyu entrelazarse en su cabello, jugando con este, cerrando sus ojos al relajarse.
Mingyu observaba a Joshua con algo de curiosidad, pensaba —siempre se juntan nuestras miradas cuando menos queremos que eso ocurra– mientras sentía la suavidad del cabello ajeno.
Joshua: dijiste que era incomodo
Interrumpió el silencio, su todo de voz era suave, no parecía haberse alterado.
Mingyu: ¿eh?
Joshua: dijiste que era incomodo estar unido conmigo.
Mingyu: ah...eso, lo siento si fue grosero, entre en pánico, supongo.
Joshua: ...ya veo.
Joshua abrió sus ojos lentamente, dejando de reposar su cabeza sobre Mingyu y de paso mirar a este.
Mingyu: comencemos a llevarnos mejor
Joshua: ¿a donde quieres llegar con eso?
Mingyu: vamos a estar unidos de por vida, al menos...seamos buenos amigos, quizás así dejemos de pensar que va a ser incomodo.
Mingyu tocó de forma suave el rostro de Joshua, y este solo pensó seriamente en lo que acababan de sugerirle.
Joshua: bien...seamos buenos amigos.
Mingyu: bien.
Joshua: ahora deja de tocar mi rostro.
Mingyu: ah- si, lo siento.
Apartó la mano, Joshua volvió a acostarse sobre él, acomodándose bien y volviendo a escuchar la respiración ajena en completa calma.
Teniendo a Joshua sobre él, Mingyu pensó en abrazarle de nuevo, pero de una forma diferente, quizás una en la que pudiesen sentir el calor del otro, aunque justo cuando iba a hacerlo, la campana sonó anunciándoles que el receso había terminado.
Joshua: hay que volver.
Mingyu: ah- si.
Continuará...
