Capítulo 4

221 22 5
                                    

-Hace muchos años atrás, por aquí en este pueblo, vivía una familia. La familia Thomson. Esta familia era muy unida, esa típica familia feliz. Un matrimonio sin problemas, con mucho amor y felicidad. Los Thomson vivían con sus dos hijas: Clara de 14 años, y Esperanza de 10, y el hermano mayor Esteban, de 16. Además, vivían con su abuela : Beatríz German. La señora Grerman era jubilada, tenía 89 años.

Ella no podía moverse demasiado, por lo que su hermana Mariana, de 75 años de edad, le cobraba la plata del banco de por allí cerca. Mariana, era muy unida a Beatriz. Desde que eran muy pequeñas, se prestaban todo, jugaban juntas, nunca se peleaban. Eran muy compañeras ... ella era muy importante para Beatriz.

Mariana no ganaba muy bien en su trabajo. Trabajaba de niñera en una casa, y además de limpiadora, pero esa casa no era muy rica ... no recibía el dinero necesario. Beatriz siempre le decía que podía contar con ella para lo que quisiera, refiriéndose a un préstamo de dinero de su jubilación. Beatriz tenía un corazón enorme, siempre brindaba ayuda a los que la necesitaban, y era muy querida en ese pueblo. Mariana se opacaba un poco frente a ella, ya que a su hermana todos la querían, y a ella no. La verdad es que ella se lo ganó, nunca saludaba a sus vecinos, ni ayudaba ... era prácticamente invisible.

Pasados algunos años, Mariana se da cuenta de que el dinero no le alcanzaría para todas las necesidades económicas. Los precios seguían aumentando, y ya no se podía dar los mismos gustos que se daba a comienzos de su trabajo. Así que se dió cuenta de que ya era hora de tomar medidas al respecto, y se le ocurre hacer una jugada sucia, y decide meter mano en el dinero de la jubilación de Beatriz.

El 1 de Julio, el día de cobranza de Beatriz, Mariana camina hasta el banco. Recoge el dinero de su hermana, y lo lleva hasta la casa de ésta.

Beatriz no tenía idea de lo que cobraba. Ya estaba muy vieja, así que generalmente sus nietos hacían sus compras y la comida para ella, ya que debía comer distinto a los demás integrantes de la casa ... comida mas sana para su estado de salud.

Mariana llega a la casa, le entrega el dinero a Beatriz, y ésta lo guarda en su pequeño baúl con llave, en sima de su mesa de luz. Sin contarlo como de costumbre.

Cuando llega Esteban para hacerle las compras a su abuela, ésta le da el dinero, y lo manda al super mercado.

Pasan las semanas ... se sigue la misma rutina de las compras, hasta que Beatriz se da cuenta de que ya no le queda dinero. Eso era raro. Su nieto siempre le compraba los mismos productos y con eso se arreglaban, y el dinero siempre daba perfectamente.

A la segunda vez que cobra el dinero de su jubilación, por medio de su hermana, pasa lo mismo: el dinero no alcanza. Entonces sospechan lo que es obvio ... se estaba cobrando menos de lo normal.
"De todas maneras, el dinero alcanza para comer, así que no importa ... debe ser un problema del banco que no tardará en solucionarse". Piensa la señora Thomson.

Pasa el tiempo, y el dinero de la jubilación sigue siendo el mismo.
Mariana ya se encontraba bien económicamente, según las observaciones de Jorge, el señor Thomson. Y todo coincidía : Falta una parte importante del dinero de la jubilación de la abuela, y al mismo tiempo, su hermana se recupera de su "crisis económica". Ya encajaban las piezas del rompe cabezas ... Mariana estaba robando parte del dinero de su hermana.
Jorge decidió contárselo a la familia, y más tarde, optaron por comunicárselo a Beatriz. Debían comunicarle que su hermana le robaba, que su propia hermana solo se interesó por el dinero de ella, y que por eso se mostró siempre tan amable.

Después de unos días se lo contaron ... la cruel realidad. Beatriz no lo podía creer, su hermana de confianza, en quién siempre confió y dió todo su apoyo, a quien tanto quería y con quien se había reído tanto y pasado tantos momentos, le quitaba el dinero de su jubilación, en vez de pedírselo. EL problema de Mariana siempre fue orgullo. Ella no quería pedir dinero prestado.

Beatriz comenzó a sentirse muy mal ... le subió la presión por todo aquello mencionado. No podía creer lo que oía.
Se vieron obligados a internarla en un hospital ... en este hospital ... ya le quedaba poco tiempo de vida, y lo ocurrido fue la gota que derramó su vaso.
Sus nietos vinieron a verla todo el tiempo que podían, con una falsa sonrisa que en el fondo, estaba hundida en tristeza. Así lo hicieron también Jorge y Fernanda, la señora Thomson.

Aquella familia que tenía tantos recuerdos y momentos hermosos, aquella familia tan felíz, de repente se volvió obscura y triste.

Pasada la semana, sintieron una gran tristeza ante la pérdida de Beatriz German.
Sus nietos lloraban desconsoladamente sobre la cama del hospital, en el piso n°3. Lo mismo hicieron su hijo Jorge y Fernanda en privado, para evitar hacerlo en frente de los niños. Se despidieron de Beatriz, y a partir de ahí, todo fue depresión en la casa de los Thomson.

Pero lo que ellos no sabían, era que su abuela buscaba venganza. Buscaba vengarse de Mariana, su hermana en quien tanto había confiado y querido.

Trataba de escapar de aquel piso en donde había abandonado su cuerpo, e intentar buscar a su hermana. Pero no sabía donde encontrarla ni como salir de aquel extenso pasillo del tercer piso, por lo que actualmente intenta buscar otras víctimas para opacar el dolor de la traición.

Esta anciana merodea en el piso más alto de este edificio, provocando ruidos para atraer gente curiosa que desee ver que sucede. Anda con una escopeta, recorriendo de punta a punta el pasillo,de habitación en habitación, buscando a alguien. Alguien que sea su próximo objetivo.

Tienes suerte de que el jefe te haya rescatado. Cuentan que algunas personas no lograron salir del tercer piso, y aún siguen allí encerradas - Terminó de relatar Drake.

No subas las escaleras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora