𝙇𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙡𝙢𝙖, 𝑼𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒏𝒇𝒆𝒓𝒎𝒊𝒛𝒐

2.

Una linda cafetería y un nuevo amigo?

Caminar por las calles de una ciudad que no conoces, conocer nuevas personas y dominar un nuevo idioma es magnifico.

Ya van cuatro días desde que llegue aquí, pero es la primera ves que salgo, este tiempo me dedique a arreglar mis cosas y ordenando cosas por delivery.

He conversado con Ellie y un poco con mi madre, no he interactuado con mis vecinos, se puede que no son muy tratables, y Alberth solo lo vi en una ocasión que él venía del colegio.

Entro a una vieja cafetería de una avenida, tiene tematica a el otoño

Una serñora mayor es la que esta atendiendo.

- Buenas señorita en que le puedo servir?

-Un late de vainilla y un donut por favor - pido y tomo asiendo en una de las mesas junto a la ventana.

El clima esta maravilloso, el sol matutino empieza a brillar.

Luego de unos minutos la antigua señora llega con mi pedido pero en la bandeja esta unas galletas de chispas de chocolate que no pedi.

- Disculpe pero yo no pedí galletas - señalo la bandeja y ella me sonríe de forma dulce.

- Lo sé, es cortesía de la casa - mira hacia la ventana y luego señala la silla que esta frente de mi - ¿Puedo?

Asiento con la cabeza en aprobación.

La observo detalladamente y es una señora muy mayor como para estar trabajando sola en este lugar, su cabello esta lleno de canas pero se ve tan sedoso, su dentadura perfecta a pesar de su edad, sus ojos de color verdes tan bonitos.

Aunque suene algo estúpido siento que la he visto en algún lado.

- ¿Francesa? - dice, hundo el entrecejo en confusión, sus pómulos se alzan al sonreir - Tu acento es muy notorio. Un placer soy Claudine.

Extiende su mano y la tomo

- Un gusto, mi nombre es Angeline - su aura me da una confianza muy agradable - Y si soy francesa.

- Nos alegra tener extrajeros por acá - Sonríe - Son muy pocos los jóvenes que vienen de visita, ¿cuanto tiempo te quedaras?

- No estoy de visita, me mude hace una semana - digo, aprovecho que estoy hablando con ella para preguntarle cosas del pueblo - Hoy es la primera vez que salgo, así que no se donde queda el súper o las tiendas, ¿me puede decir donde quedan?

Abre su boca para responder cuando la campana de cafetería se abre anunciando un nuevo cliente.

Un joven como de mi edad entra cargando una caja, su cabello desardenado cae sobre su frente, es alto, con unos ojos negros profundos, su piel se ve tan suave como la de un bebé.

Al parecer siente que lo observan y nuestras miradas se encuentran por un momento, alza una ceja y yo volteo la mirada avergonzada, la señora Claudine me mira con una sonrisa burlona en su rostro.

- Es lindo verdad - me sonrojo aun mas por la vergüenza, solo pienso "tragame tierra y escupeme en otro lugar" - Lastima que en mis tiempos no hubieron jovenes así.

Finge angustia, y se me escapa una leve risa aun avergonzada.

- No te sientas culpable por mirar jóvenes atractivos - Trata de calmarme, y se señala a ella misma - también los miro

Suelta una risa contagiosa, volteo un poco el rostro para ver donde esta el joven, esta concentrado en la caja como si buscara algo, siento como la Señora Claudine se levanta de su silla.