capitulo 4: Fría noche

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-Toga!! que crees que estas haciendo!! 

El grito de la madre de Himiko Toga resonó cuando vio a su hija aterrada, con las manos y la boca bañadas en sangre. La niña de ocho años, con su cabello rubio ceniza, estaba bebiendo la sangre de un gato callejero. Tras despertar su don, los padres de Toga comenzaron a sentir repulsión por ella, considerando su habilidad como repugnante y advirtiéndole que no bebiera sangre ni usara su don. Temían las críticas de la gente, que podrían señalar que el don de su hija era propio de un villano.

Debido a esto, Toga empezó a reprimir su don, lo que incrementó su sed de sangre. En secreto, cazaba gatos callejeros para saciar esta necesidad, pero la sed seguía creciendo y los gatos ya no la satisfacían. Un día, su madre la descubrió bebiendo la sangre de un gato y le dio una bofetada que dejó una marca en su mejilla, seguida de una fuerte reprimenda de ambos padres.

Toga intentaba reprimir su sed de sangre lo mejor posible, pero esto le provocaba un estado de ansiedad constante. Para intentar calmarse, se rascaba constantemente los brazos, llegando a lastimarse. A veces, seguía cazando gatos, perros y aves, lo que calmaba su sed por un tiempo. Sin embargo, la idea de beber la sangre de uno de sus compañeros de clase se volvía cada día más tentadora, hasta que un día conoció a alguien.

-Te encuentras bien?

Toga vio como un rubio le dirigía la palabra, esto la sorprendió ya que por lo general nadie le hablaba y eso era por su apariencia descuidada junto con el rumos que ella cazaba pequeños animales, eso ultimo no era su culpa sabia que lo que hacia no estaba bien pero simplemente no podía evitarlo 

-Sabes puedes beber de mi sangre si la necesitas

Ese rubio que llego a conocer, que no la juzgo y se preocupo al ver sus arañazo  en los brazos a quien le confió los detalles de su don, le ofreció beber su sangre, simplemente no pudo negar, el beber su sangre fue un gran respiro sintió como esa hambre que fue aumentando durante los años se fue calmando recibió la ayuda que tanto necesitaba durante años y estaba agradecida así ese rubio se convirtió en una persona importante para ella.  

Ahora Toga se encontraba cenando junto a sus padres, ella estaba callada sin prestar atención a que es lo que decían, hace tiempo que no prestaba atención sobre sus conversaciones  ya que siempre terminaban hablando de ella y de su don comenzando une pequeña discusion pero hoy no pudo evitar no escuchar ya que mencionaron a su amigo rubio lo cual hizo que Toga prestara atención a lo que decían.  

-Todo estaba bien hasta que ese estúpido rubio empezó a darle su sangre a Toga, ella estaba comenzado a ser normal

Ese comentario de su padre le dolió en el pecho pero al mismo tiempo la lleno de rabia, ese hombre no tiene ningún derecho para hablar así de su amigo pero no dijo nada solo se limito a mirarlo lo cual su padre se dio cuenta.

-Bájame la mirada soy tu padre

-Eres basura

Toga susurró sin darse cuenta, pero ambos padres la escucharon. De inmediato, comenzó el escándalo, pero ella no oía nada. Sabía que le estaban gritando, pero su atención estaba fija en sus manos, que sostenían los cubiertos, y más específicamente, en el cuchillo que tenía en su mano.

-Queda totalmente prohibido que vuelvas a ver a ese vagabundo, te cambiaremos de escuela 

Eso altero a Toga la cual se levanto la cual estaba por protestar pero el sonido de una bofetada se escucho, dejando un silencio total en la mesa.

-A mi no me contestes 

Toga mantenía la mirada baja mientras sujetaba su mejilla, que rápidamente se enrojecía. Quería llorar, pero el sentimiento de rabia era más fuerte. La rubia ceniza nunca soltó el cuchillo y, en un arrebato, lanzó un tajo que alcanzó el rostro de su padre. Ambos padres gritaron, y Toga, al darse cuenta de lo que había hecho, salió corriendo hacia su habitación, dejando atrás los gritos y maldiciones de sus padres.

Supera tu limite (Naruto/Boku no Hero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora