A Mingyu le costó mucho recuperar sus fuerzas pero, cuando lo hizo, casi se desmaya por lo que sus ojos veían. Chan había sido acompañado por Winwin y Kun Hang. El Rey regente había solicitado una audiencia urgente a Elium con la esperanza de ver a su tío y explicarle sus razones. Temía que lo juzgara y negara verlo junto a los caídos que él mismo había encerrado mas Mingyu solo sonrió enigmático. Wonwoo a su lado cayó en cuenta de la gravedad de las acciones de Chan mas su sorpresa fue mayor cuando Mingyu extendió su mano hacia Winwin.
- Confío en tu juicio, Majestad – Wonwoo miró a Mingyu como si le hubieran salido seis cabezas de repente – Winwin, espero que esta vez cumplas tu verdadero deber. Mi sobrino no te perdonará que le hayas privado de disfrutar de sus padres pero, te dará la oportunidad de remediar el daño que hiciste.
- ¿Se han vuelto locos? - interrumpió Joohyun entrando a la habitación - ¿Los liberaste? ¿A los caídos?
- Joohyun – llamó Mingyu indicando a la monarca que tomara asiento – Está bien.
- ¿Te tengo que recordar lo que pasó la última vez que confiamos en un caído? - preguntó con desconfianza - ¡Tu hermano terminó muerto por tu propia espada!
- Joohyun... - gruñó Mingyu – Ellos nunca fueron una amenaza para nadie. ¿Por qué crees que están vivos?
Parpadeó sorprendida. Mingyu siempre había sido un demonio con muchos secretos y misterios mas nunca le había contado sus razones para no matar a los caídos que tanto daño habían hecho. La reina cayó en cuenta de que nada era lo que parecía en Erat. Suspiró asintiendo finalmente mientras el resto de los monarcas entraban. Después de tantos años, la mesa de reuniones de Elium era llenada nuevamente para detener a alguien.
- Existe una conspiración en Erat para tomar el poder por la fuerza otra vez – aclaró Chan – Uno de los nobles envió a su hijo a liberar a Kun con la esperanza de que este les ayudase a matarme.
- Sabes dónde está su hijo – afirmó Mingyu sonriendole a su sobrino - ¿Te juraron lealtad?
- Cariño – Wonwoo llamó su atención señalando a los presentes en la mesa – Ellos no están al tanto de nada. Tú o Chan deben explicarse un poquito.
- Tengo un sobrino que no conozco – explicó Mingyu ante la mirada sorprendida de todos – Cómo ustedes recordarán, cinco de los seis príncipes de Erat fallecieron en la guerra. Chittaphon estaba embarazado en aquel momento de un niño pero nadie lo sabía. Cuando Bairat fue destruido abrí mis recuerdos a Wonwoo y este fue quién se dió cuenta de la razón por la que Kun puede querer destruir todos los reinos de una vez. Etá buscando a su hijo y dado que no lo encuentra, cumple con el objetivo de mi padre de crear caos por el mundo.
- Kun es un ángel caído de Elium – Joohyun jadeó ante aquella afirmación - ¿No lo sabía, Majestad?
- ¿De qué estás hablando, Chan? - preguntó Wonwoo frunciendo el ceño - ¿Mingyu?
- Era un soldado del abuelo de Joohyun – confirmó el demonio mayor – Sunghoon siempre quiso lo mejor para sus hombre, no sé en qué momento...
- Cuando un ángel mata un alma inocente se convierte en un ángel caído y sus alas cambian de color a gris – repitió Winwin mirando a Wonwoo con desconfianza – Él mató a una chica para poder unirse y defender a Chittaphon como se debía.
- ¿Por qué liberaste a los caídos, Chan? - interrumpió la princesa Jimin con curiosidad – Imagino que les darás la oportunidad de expiar la sangre que marcaron sus manos y tiñeron sus alas de gris pero, no sé si atraer a Kun sea el plan que quieras conseguir.
- Si lo que dice Mingyu es cierto, Elium será el último reino que él atacará – opinó Minjeong quién se había colado en la reunión para molestia de su madre – Aeri y Yizhuo han llegado, madre.
- Chan quiere restaurar los reinos – habló Kunhang por primera vez – Eso solo se puede realizar con un alma que sea lanzada al pozo de la desolación en el centro del mundo.
Las miradas cayeron en Mingyu quien miraba a su sobrino con orgullo. Siempre supo que él era el destinado a continuar el legado pacífico que había sembrado en todos antes de abdicar a su favor. Chan era un hombre decidido cuyas experiencias personales se adjuntaban a la crianza dada por Mingyu en favor de la bondad y la buena voluntad.
- ¿Qué piensas de todo esto tío? - consultó Chan - ¿Voy por buen camino?
- Siempre supe que serías mejor monarca que yo. No solo has devuelto personas inocentes a sus familias dando la oportunidad de reinvindicarse sino que has pensado en todas las consecuencias que esto puede acarrear para todos los reinos. - afirmó él tomando la mano de su pareja – Tu prima está más cerca de lo que crees.
- ¿Cómo sabes que es una mujer?
- Las sombras – rió Mingyu creando intrigas en todos - ¿Te la describo?
- Tu poder ha crecido, Mingyu – alabó Winwin quién le había conocido desde siempre – No solo lo has dominado sino que te has vuelto uno con él.
- Aprendí del mejor, Sicheng – se volteó a su pareja – Llévame a la recámara, cariño. Chan, te veré en Erat mañana a primera hora.
Wonwoo haciendo uso de sus propios poderes los transportó con seguridad hacia su habitación. Mingyu tenía una expresión tan orgullosa en su rostro y una sonrisa feliz que lo tenían perplejo. Sin embargo, fue cuando tocó su vientre y depositó un beso suave que se dió cuenta del anhelo que lo embargaba. Chan no era su hijo pero, le había criado como propio. Trató de mostrarle con sus mejores formas como ser él mismo manteniendo sus responsabilidades como regente. Intentó que el joven aprendiera con sus propias maneras el arte de gobernar con sus propios intereses y combinarlos con los de los suyos.
- ¿Ella como es? - preguntó Wonwoo sabiendo que Mingyu no querría hablar de ello - ¿Es bonita?
- Tiene el cabello rojo fuego y la mirada decidida. Sus ojos son tan azules como los de Chitta y su sonrisa es tan alegre que contagia a todos con su alegría. Su color favorito es el verde menta y baila entre el pasto de todos los que la conocen, habla con los animales y el clima cambia a soleado cuando ella reparte felicidad – describió Mingyu con la mirada perdida – Siempre viste ropas coloridas y suele recogerse el cabello en una coleta alta llena de flores.
- Mingyu... - Wonwoo interrumpió a su pareja y con un toque lo devolvió a su lado – Yo conozco a una persona que es exactamente así.
- Lo sé – sonrió el demonio – Nunca pensé que ella fuera mi sobrina pero, las sombras me lo han mostrado.
- ¿Le crees a las sombras, cariño? - preguntó Wonwoo sin creerlo – Muestrame lo que has visto.
Y lo hizo. En el verde del campo de un reino conocido yacía la princesa perdida. Era hermosa y sus cabellos brillaron cuando el sol la besó con sus rayos. Su sonrisa era arrebatadora y, al girarse, mostró aquella marca violeta que Mingyu también tenía en su espalda. Wonwoo jadeó al mirar en sus ojos azules la felicidad y la tristeza entrelazadas por un destino que ella no conocía. Pero era ella. Pudo sentirlo. Miró a Mingyu entonces con su rostro bañado en preocupación. El moreno se mostraba triste y pensativo.
- ¿Aceptará?
- No lo sé, cariño – suspiró el moreno acercandolo a su cuerpo – Ella está esperando.
- ¿Solo puede ser Chan?
- Solo puede ser Chan.
*Leo sus teorías*
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El Corazón del Demonio (Meanie) (En Pausa)
FanfictionKim Mingyu es el antiguo Rey de los Demonios, el dueño de las almas perdidas del Hades. Ha estado atado a la Erat por siglos y la soledad que arropa su corazón comienza a hacerle mella. Cuando su sobrino Chan cumple la mayoría de edad para reclamar...