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Me abstuve de decir nada más y simplemente la miré, deseando poder aliviar el dolor que sentía por dentro. Sabía que aún no había podido olvidar lo de ayer, que su corazón aún estaba latiendo por Tyga. Me dolía ver el daño que había causado. Sin poder evitarlo, mi mano se desplazó desde su hombro hasta su mejilla, acariciándola ligeramente con el pulgar.

— Sé que es difícil, pero no mereces ese tipo de dolor. Él no supo valorarte.

Observé cómo su expresión se suavizaba bajo mi toque, cómo sus ojos se cerraban ligeramente al sentir mis palabras. En ese momento, me di cuenta de cuánto necesitaba consuelo y apoyo en esas circunstancias. No quise alejarme, quise seguir allí para ella, cuidándola y apoyándola en su dolor. Con cuidado, la llevé al sofa y la senté en el sofa. Me senté a su lado y la rodeé los hombros con un brazo, atrayéndola hacia mí. Sentí su cuerpo relajarse contra el mío, mientras suspiraba ligeramente.

— No estás sola, ¿vale? Estoy aquí para ti. No voy a dejar que sufras sola.

— Entre todas las personas... Nunca pensé que tú me consolarías.

— A veces, las personas que menos esperas son las que están allí para ti cuando más las necesitas. Quiero ser esa persona para ti, si me lo permites.

Noté cómo una lágrima se deslizaba por su mejilla y sentí una punzada de dolor en mi corazón. Sin poder controlarlo, levanté mi otra mano y la acerqué suavemente a su rostro, secando la lágrima.

— Está bien, déjalo salir. No tienes que guardar todo eso dentro.

Observé cómo se rompía la presa y sus emociones comenzaron a fluir sin control. Su cuerpo temblaba ligeramente mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. No dije nada, sólo la sostuve aún más fuerte, permitiéndole liberar todo lo que había estado reteniendo

— Shhh, estoy aquí. — Repetí con voz suave, acariciando su cabello con delicadeza.

— No lo entiendo... ¿Por qué no me quiso? — Con cuidado levanté su mentón un poco para que estuviéramos frente a frente.

— No es por ti, ¿me oyes? No es por ti ni por nada que hayas hecho. Él no pudo ver lo maravillosa y valiosa que eres... y eso es culpa suya, no tuya.

— Pero... ¿por qué no me eligió a mí? — pregunto entre sozollos

— Hay algunas cosas en esta vida que simplemente no tienen una respuesta clara. No sé por qué no te eligió a ti, y sé que te hace daño no saberlo. Pero quiero que sepas que no es tu culpa. No es una falta en ti, ni en tu valor. El no pudo ver lo preciosa que eres. Y si fue incapaz de verlo, entonces él no merecía tenerte en primer lugar.

— Ahora ella era mi mejor amiga, como mi hermana ¿Por qué tuvo que meterse con mi novio?

— Simplemente es otra persona que no te valora. Pero ten cuidado de no perderte en el rencor y la amargura. La venganza no resolverá nada. Ahora mismo, lo más importante es que te centres en ti misma y en recuperarte de este dolor. Olvídate de todo lo demás, incluso de lo que hizo ella.

— Será mejor que vaya a casa...

Noté cómo intentaba restablecerse y reunir fuerzas para irse a casa. Asentí ligeramente, comprendiendo que necesitabas tiempo a solas.

— De acuerdo, si es lo que quieres. Pero prométeme que si lo necesitas, me llamarás, ¿vale?

Con una pequeña sonrisa, saqué mi teléfono del bolsillo. Luego, le di mi teléfono para que pusiera su número, con una sensación de conexión que se estaba formando entre nosotras a pesar de las dificultades. Cuando finalizó de poner su número, le envié un mensaje y yo guardé el teléfono.

— Vale, ahora tienes mi número. Y no dudes en llamarme o enviarme un mensaje en cualquier momento, ¿de acuerdo? Siempre estoy aquí para ti.

— Así es como deberían de estar, en ves de estar peleando todo el tiempo.

Mi madre observaba desde la distancia, su rostro mostrando una aprobación silenciosa. Su comentario me pilló un poco desprevenida, pero al mismo tiempo, lo comprendí. No habíamos tenido el mejor de los historiales en cuanto a nuestra relación, pero en ese momento, sentí un impulso de mantener lo que habíamos empezado.

— Supongo que tienes razón, mamá... Estamos trabajando en ello.

— Para ser honesta, he empezado a darme cuenta de que no eres tan mala como pensaba. Aún tenemos nuestros desacuerdos, pero empiezo a ver que hay más en ti de lo que mostrabas antes. — Una sonrisa apareció en mi rostro ante sus palabras.

— Gracias... A veces he sido más dura de lo necesario, y me he concentrado demasiado en nuestros desacuerdos. Tal vez nos hemos estado enfocando en los aspectos negativos en vez de los positivos. Creo que nos hemos sorprendido mutuamente. Quién pensaría que acabaría diciendo esto a alguien a quien odiaba tanto.

— Creo que llevas razón. A veces se me olvida que hay otro tipo de emociones y experiencias aparte de la tensión y la discordia. Tal vez sea el momento de dejar eso de lado y centrarnos en conocernos un poco mejor. Y si eso incluye aprender a convivir mejor entre nosotras, entonces estoy dispuesta a intentarlo.

— Gracias por estar dispuesta a intentarlo. Sé que no va a ser fácil, pero creo que merece la pena dar ese paso hacia la amistad... o al menos hacia la buena convivencia.

— Perdón que interrumpa este momento tan esperado por todos, pero tengo que llevar a Kylie a su casa

Me aparté ligeramente de Kylie cuando escuché la voz de mi hermano. Sentí una punzada de decepción por la interrupción momentánea.

— Ah, sí, lo había olvidado. Supongo que tendrás que irte ahora, ¿verdad?

— Sí, creo que es hora de que me vaya. Gracias por escucharme y estar ahí para mí. Significa mucho.

— No lo menciones. Sé que hemos tenido nuestros altibajos, pero en situaciones como esta, es importante apoyarse mutuamente. Sabes dónde encontrarme si me necesitas, ¿de acuerdo? — ella asintió.

Observé cómo empezaba a caminar hacia la puerta junto con mi hermano.

— Cuídate por el camino, y recuerda, no dudes en llamarme si lo necesitas.

— No lo dudes. — se despidió con la mano y se fueron.

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Este capítulo va dedicado para aquellos que están sufriendo por desamor. A todos nos han roto el corazón alguna vez y lo harán una y otra vez hasta que llegue la persona indicada. Nunca digas "no puedo olvidarlo" "no puedo soltarlo" porque lo harás, el dolor no es para siempre y poco a poco se va a ir... Solamente es cuestión de esperar. Igual que todos yo soy una de esas, una de esas que le rompieron el corazón, que la dejaron llorando hasta el punto de no poder respirar y ahora estoy con una persona que me hace sentir amada, valorada y especial. ¡Ustedes pueden!

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⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

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