amor secreto - young miko

6.

A partir de esa noche, Nora no dejó de pensar en ese beso. Ese beso que la hizo sentir genial, ese beso que nunca pensó que daría.

Le había contado a Joscelyn, pero le era extraño el estar comportándose de forma tan... Distinta, en sus pensamientos hacía Victoria.

Vicky es una nena linda, de esas que todas la desean. Fuera de su fama, se llega a la conclusión de que gasta muchísimo dinero en strip clubs. O según como le había dicho a Nora en esas madrugadas que hablaban "gastaba, tiempo pasado" según ya había cambiado, pero la pelinegra le creía poco y nada.

Hoy no era la excepción, hoy era otra de esas madrugadas hablando por horas. Se supone que Victoria debe descansar, porque dentro de poco comienza tour, pero se nota que por la chica que la flechó, hace de todo.

"te extraño"
Apareció en barra de notificaciones de Nora, se había dado un mini descanso de la charla para mirar un poco de Instagram, pero ese mensaje la hizo entrar directo al chat.

"yo igual, desde la fiesta no nos vemos"

"si te mando un Uber te vienes al dojo?"
"vente conmigo"

"espérate me arreglo, yo pido el uber, tú tranqui"

Nora se levantó rápidamente de su cama, para darse una ducha rápida sin lavarse el cabello, total se lo había lavado ayer y estaba limpio.

Cuando salió, se vistió con algo básico como lo eran unos pantalones cortos de licra, junto a una camiseta un poco suelta.

Se hizo un muy leve maquillaje, ella no quería andar con cara de dormida tampoco.

Pidió el Uber, y agarró unas cosas comunes para llevar en un bolso; dinero, su cargador, maquillaje, su ID, entre unas cosas más.

(. . .)

Tocó el timbre del dojo, dónde la puerta la abrió Mariana.

-hola Mari, está Vicky? -
Habló con una sonrisa en la cara.

-si pasa, está en su cuarto, arriba el último al pasillo de la derecha. -

Siguió lo que le había dicho la morena, y habían como 10 habitaciones, como se nota que aquí vive todo el equipo. Llegó al final del pasillo, y había dos puertas enfrentadas, ¿Cuál es la de Victoria?

Pero no fue complicado, unos dibujitos en la puerta la delataron. Tocó dos veces en la madera de la puerta esperando una respuesta.

-pasa baby, está abierto -

La platinada sonrió al ver a Nora entrar a su cuarto, la saludó de forma muy amigable, con un buen abrazo. Y cuando cerró la puerta, de ese abrazo, la agarró de la cintura y le miró los labios.

Quizás iba un poco rápido todo, pero aún solo fue un agarre.

(. . .)

El reloj marcaba las 3:54 AM, ellas estaban acostadas mirando al techo, charlando sobre la vida. Aunque si había cierta tensión. Nora fumaba de su vape, ya que a Victoria no le molestaba. Si le molestaba el hecho de que se estaba dañando a si misma, pero no era nadie para meterse en su vida.

-cuando me vas a hacer caso y te vas a dejas de matar? -
habló la tatuada cuado la pelinegra soltó el humo, y se rió.

El momento exacto no se sabe, pero sus labios se conectaron. Empezando siendo un beso lento, que poco a poco iba tomando intensidad.

Les incomodaba estar tan lejanas, a lo que Victoria sentó sobre su regazo a Nora.

La pelinegra nunca pensó estar así con una mujer.

Las caderas de Nora se movían sobre la tatuada, que se dedicaba a besarla salvajemente. Sus besos iban de sus labios, a sus comisuras, de ahí bajaban a la mandíbula y el cuello, causándole escalofríos.

-estas segura de esto? no voy a hacer nada que tú no quieras -

Habló Victoria antes de quitarle la camiseta, recibiendo una afirmación por parte de la otra.

De un momento a otro, Nora estaba desnuda y recostada en la cama, con la platinada arriba de ella.

-no sabes lo mucho que deseé tenerte así - le dijo Victoria cerca de su oído, mientras que sus manos viajaban por su cuerpo, rozando su centro, pero sin llegar a tocar

Jugueteó un poco más, y sin previo aviso, introdució uno de sus dedos, mientras lo movia para ver cómo ella reaccionaba. Tampoco la quería obligar.

Pero su reacción fue realmente positiva, los gemidos y el placer la invadían, y poco a poco su intimidad dio lugar a un dedo más.

Nora nunca en su puta vida lo había hecho con una mujer, y no sabía que se sentía tan rico. Tampoco sabía que las únicas opciones que habían no eran solo eran meter dedo.

Hasta que Nora se desplomó, llegando a su climax.

Una sonrisa victoriosa se formó en la cara de la tatuada, y cubrió a la pelinegra con las sábanas, recostandose a su lado como si fueran a dormir.

Nora estaba agotada, su respiración aún era acelerada por pasar lo de recién, aun no cae.

-la muy hetero - se burló Victoria, riéndose y acariciando su cabello.

-callate, me haces quedar como estúpida -

-esos son los efectos que yo tengo, baby -

-que ego, corazón, bájale dos rayitas. -

Por última vez, miraron el reloj que ahora marcaba 4:32 AM, ya dispuestas a dormir.

Victoria concilió el sueño demasiado rápido, pero Nora... Nora estaba pensando. Nunca había pensado si quiera dormir en la misma cama de una mujer fuera de amistad. Esto era demasiado extraño, era totalmente distinto.

Nora cada día se confundía mas, pero su bisexualidad ya estaba totalmente confirmada.

Una bisexualidad de la que nunca había dudado antes, ahora era presente, era realmente bisexual o ¿solo le gustaba Victoria?

Concilió el sueño, y logró descansar. Estaba demasiado cansada, Victoria tenía una fuerza muy brusca, cosa que no le molestaba, le gustaba. Nora siempre fue masoquista, le gustaba el dolor. Aunque entre todo el placer, lo que menos sentía era el dolor. Realmente no lo notaba de tan perdida que estaba en ese momento, pero ahora, eso era algo que se le iba a quedar marcado para siempre.

Ahora la pregunta es, ¿Que eran ellas? ¿Miko la usó solo de un ligue? ¿O en verdad querían algo serio?

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