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Nora sentía como sus días eran monótonos. Cada día era lo mismo: levantarse, arreglarse, ponerse bonita y conducir hasta su trabajo que consistía en meterse en los secretos más profundos de las personas.

Pero tampoco puede protestar, porque con la maravillosa paga se puede pagar los gastos y también se puede dar gusticos de vez en cuando.

Saliendo de la ducha, se pone un top negro con tirantes que deja un poco al descubierto su abdomen con unos jeans ajustados y una chaqueta de cuero negra.

De maquillaje, prefiere hacerlo en un auto, ya que está un poco tarde.

Porque anoche, casi no pudo dormir por estar pensando en una chica que no conocía lo suficiente.

Mientras conducía, decidió poner la radio y justo estaban poniendo a Miko.

Rodó los ojos y cambió la canción, porque lo que pasó anoche todavía no se va de su mente.

Entrando en el trabajo, pasó por el cuartel de seguridad para sentarse en un sitio y empezar a atender a los clientes del día.

Una hora después, a la pelinegra le entraron ganas de ir al baño.

Al entrar, vio que habían dos chicas maquillándose. Se metió en una de las puertas y cerró con llave.

Cuando salió, esas chicas seguían allí. Pensaba ignorarlas, pero al oír el nombre de "Miko", no puedo evitar mirarlas de reojo.

Al parecer, esa platinada estaba hasta en la sopa.

Nora rodó los ojos y salió al lavabo un poco seria. Pero siguiendo con su trabajo, se olvidó por un momento de que existía tal cantante.

Unas dos horas después, por fin pudo acabar con las tareas del día que fueron meterse en las redes sociales de personas para descubrir infidelidades.

Lo normal. Aunque ella está más que acostumbrada.

Mientras iba a por el coche, se prendió un piti. Eso hizo que su cuerpo se relajase un poco.

Aunque se acordó del comentario de Victoria.

"Esa mierda te hace mierda los pulmones"

Entonces viró los ojos. Sabía que estaba mal, pero ¿quién era ella para meterse en su vida?

En el camino, decidió no poner música y se dedicó a conducir bajo las estrellas junto al humo que salía por su boca.

Entrando a su casa, recibió una llamada de Joscelyn, que había salido del trabajo con la misión de que ella vaya a visitar a Nora.

Habiendo concentrado la cita, la pelinegra se puso a cocinar un poco mientras se terminaba de enrolar el phili. 

Se quitó la ropa y se quedó en brasier con un short cortico porque la calor estaba insoportable.

Al cabo de una hora, Joscelyn llegó a la puerta.

Nora antes de abrirla se puso un top y abrió la puerta saltando a abrazar a su amiga.

-Entra -dijo haciéndose a un lado para dejar pasar a la castaña.

Ya dentro, las chicas se pusieron cómodas y Nora puso en el horno la comida con temporizador para que no se queme.

-¿Y qué con Victoria? -dijo Joscelyn, intentando tener un tema de conversación.

La pelinegra se rio.

-¿Qué con ella? -preguntó

-Cabrona, le gustaste. O es lo que yo pensé, porque las miradas que te hacía... como se comporta cuando habla contigo.... y lo curiosa que...

-No me pasa nada con esa tipa. Solo es una chica que le gusta jugar... pero yo no soy de esa' además, estoy del lao de los hombres.

-Pero le gustaste... y la entiendo. Eres bien linda, y últimamente te pusiste buena.

Las chicas se rieron.

-De algo sirvió la ruptura que se yo -expresó Nora- pero a mí esa rubia no me interesa.

-anda, ¿por qué no le envías un mensaje? Te vendrá bien conocer a otras personas... digo yo.

Nora negó con la cabeza.

-Ella y yo no somos iguales. Ella me ve como un juego, como una chica del montón. Para pasar el rato, y yo no pienso dejarme seducir por una chica que ni siquiera conozco.

Joscelyn la miraba riéndose.

-Es mas, ella es muy creída. Piensa que porque es bella y tiene a toda' detrás suya va a tenerme? Pues no, mi ciela. Yo si me hago a respetar, coño.

-No te digo que lo hagas ahora, pero piénsatelo. Es muy nice...

-Dejemos de hablar de ella, ¿si? -musitó la pelinegra antes de sacar la comida del horno.

Y así pasaron unos minutos, donde las chicas estuvieron comiendo y poniéndose al corriente.

Cuando la castaña se fue, Nora soltó un suspiro pensando en ese consejo.

"¿Por qué no le escribes?"

La idea no era tan descabellada, pero no quería ser el objeto de nadie.

Y menos de una chica que quiere con todas y no tiene claro que es lo quiere en el amor.

Aunque admitía que era linda, pero hasta ahí.

Pero... ¿y si le escribía? Total, seguramente muchas personas le escriben a cada rato y seguro no la respondería.

Buscó entre la ropa el papelito que tenía su ig y su numero, aunque eso ya no le importaba

Tomó aire y le envió un mensaje saludándola normal y educada

"Hola... ehm. ¿Como estás?"

Pensó que no iba a responder, pero a los segundos de enviarlo, se arrepintió y iba a borrarlo pero ya había obtenido una respuesta.

"La hetero escribiéndome. Quién lo diría"

"Hola linda, ¿como estas?"

"Deja tus bobadas, solo te escribí... porque estoy borracha"

"JAJAJAJAJ, pues espero que te emborraches seguido pa que me escribas"

"Idiota"

"Ay, que mala eres... solo intento ser amable contigo"

"¿Amable? Tu solo..."

"¿Qué?"

"Nada."

"Jajajajja, que misteriosa. Y recuerda, puedo hacer que lo olvides"

"Mira que ere' terca. No me gustan las chicas"

"Por ahora. Si quieres... puedes venir a mi apartment y me lo dices a la cara"

"Idiota. Mejor me iré a dormir"

"¿sabes? Me encanta que me insultes así que sigueme llamando así, y buenas noches linda. Sueña conmigo"

La pelinegra rodó los ojos y apagó el celular.

Sin duda, esta chica iba a por ella, y claro... Nora no caería en sus encantos, ¿o si?

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𝒜tt. @livia_styles_

𝒜tt. Fr4n

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amor secreto - young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora