Electric Romance [𝓡𝓸𝓶𝓪𝓷𝓬𝓮 𝓔𝓵𝓮́𝓬𝓽𝓻𝓲𝓬𝓸]

Cuarto lanzamiento: "Cambio de opinión"

Yoongi tomó una gran cantidad de agua en su boca, hidratándose luego del entrenamiento pesado que se impuso así mismo. Se encontraba solo en la cancha que utilizaban solo para eventos,  su cabello estaba recogido en una coleta dejando sueltos algunas hebras que se escapaban del agarre. Se sentó en el piso mirando inevitablemente la hora sorprendiéndose de lo tarde que era, había perdido la última hora de clases, ahora no sabría el resultado de la prueba y no se tomaría la molestia en buscar al profesor sabiendo que de todos modos no iba a sacar una calificación buena. Su orgullo no permitiría que el profesor le diera una reprimenda o preguntar si estaba bien mentalmente por su baja calificación.

—Te he buscado por todas partes— giro su cabeza mirando la figura de Jimin acercándose a pasos normales, su rostro era sombrío. Yoongi tragó duro levantándose inmediatamente limpiando su trasero.

—¿Por qué?— escucho el resoplido de Jimin.

—¿Acaso no recuerdas que pediste mi ayuda para mejorar tus calificaciones? Me has dejado plantado en la biblioteca y no quiero perder mi tiempo, Min— le extendió una papel, Yoongi lo tomó dudosamente mirando que era su prueba— ayer te expliqué sobre el tema, hoy quiero que me resuelvas ese ejercicio ahora que estás claro— Jimin se sentó en el piso poniendo su bolso a un lado mirando desde arriba a Yoongi.

—¿A-ahorita?— Jimin asintió. Yoongi suspiro sentándose— no tengo calculadora, se me quedó en casa— exclama tímidamente. Jimin abrió su bolso sacando la suya, el rubio la tomó sonriendo disimuladamente y riéndose internamente. La calculadora de Jimin estaba llena de sticker de hello Kitty.

—Oye, concéntrate— Jimin se dio cuenta ocultando su vergüenza pero, sus orejas rojas en la zona del cartílago lo delataba.

—¿Tienes una hoja blanca?— Jimin bufo sacando su carpeta rosada con brillantina, Yoongi no lo pudo controlar y se empezó reír.

—¡Hey! No te rías— Jimin arrugó su frente aumentando el color en sus orejas— no es un crimen tener ese color.

—Lo sé, no me burlo por eso, es que tu personalidad tan dura es imposible que te guste ese color— Jimin rodo los ojos dándole la hoja de mala gana. Yoongi la tomó empezando a realizar el ejercicio sintiendo el escrutinio del contrario.

Jimin fijo su atención en el rostro descubierto de Min por la coleta. Su nariz se arrugaba estando concentrado en el ejercicio y murmuraba números mientras lo colocaba en la calculadora escribiendo el resultado en el papel. Ciertamente Jimin sintió la mejoría de Yoongi en el tema.

—¿Ya?— Yoongi levanto la mirada negando luego apretó sus labios volviendo su mirada hacia abajo donde estaba el último ejercicio que no comprendía.

—No sé cómo resolver el último— responde con vergüenza. Jimin no se burló y se acercó más rozando el brazo con el de Yoongi.

El rubio pronto sintió su aroma adentrarse a sus fosas nasales, era dulce pero no empalagoso. De pronto tenía hambre de comer.