quatre.

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Michael decidió disfrutar su día libre yendo a una discoteca de por ahí. ¿Qué mejor manera de celebrar que lejos de aquel rubio pretencioso?

Despeinó su cabello un poco, antes de salir por la puerta, encontrándose a su mejor amigo, Ashton, con lentes de sol por encima de su coche, mirándolo con una ceja enarcada.

"¿Nos vamos?" el ruloso asintió.

Después de un rato, llegaron finalmente. Ashton fijó su mirada en un chico moreno que tenía los ojos un poco rasgados, y dejó solo a Michael, esperando conseguir algo con él.

"Sí, adiós. " se despidió, aunque estaba más que claro que Ashton no lo había escuchado, pues ya se encontraba con aquel chico.

«¿Y ahora qué hago yo solo?», se preguntó a si mismo.

Suspiró. Dejó de lado la pequeña copa que sostenía en sus manos, ya vacía y se encaminó a la pista de baile enfrente suyo.

Notó a un chico que portaba una falda de un color oscuro y éste, al sentir una presencia detrás, comenzó a bailar cada vez más cerca de Michael, moviendo sus caderas de un lado a otro.

Michael creía que el chico era sexy, le provocaba la manera en la que su trasero rozaba su entrepierna a propósito y pensó que, luego de un tiempo sin sexo, sería una buena oportunidad para tener un buen polvo.

No alcanzaba a ver su cara por la posición en la que estaban, pero si que sabía cómo provocarlo muy bien.

Lo tomó del cuello, y ambos cerraron los ojos, antes de que sus labios se juntaran y se besaran como si no hubiera un mañana.

El chico de la falda, apegó sus brazos al cuello de Michael, y éste aprovechó la ocasión para tocar su trasero.

Cuando se tuvieron que separar para respirar, abrieron los ojos y se llevaron la sorpresa de su vida.

"¡M-Michael!"

"¡Luke!" exclamó el mayor, soltando al ojiazul, provocando que se cayera directo al suelo.

mañana no podré subir, y prometí cap un día si y uno no, so aquí está :D

Lips. [muke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora