Sin lentes. || Kris x Ralsei ||

El chico de las gafas.

Ralsei nunca fue... de esos jóvenes que fuesen muy olvidadizos, siempre alguien responsable y ejemplar. No obstante, desde que conoció a aquél grupo donde más se sintió bienvenido, Ralsei tenía cierta costumbre de no percatarse sobre detalles, incluso de algunos importantes.

Si, no era la primera vez que los olvidaba, aquellos lentes que tanto le servía para ocultar el verdadero color de su iris como permitirle a su vista natural observar con claridad. Su ceño fruncido no era realmente de enojo, sino de forzar su vista por cada vez que caminaba por los pasillos de la escuela en la que alberga su presencia y la de sus amigos.

— Rayos, Ral, no entiendo como haces para siquiera guiarte por aquí. — Sep, Susie era incapaz de comprender como ese caprino es capaz de moverse tan ágilmente de nuevo hacia la clase.

— Es... costumbre, digo, desde que me junto con ustedes pasa algunas veces, lo siento igualmente. — Solo fue capaz de disculparse ante el inconveniente moral de sus amigos de acompañarle por los pasillos de la escuela.

— Nah, ni te preocupes. ¿Cierto, Kris? — La reptil le da un codazo al joven humano.

— Hmmm... si. — Fue su corta respuesta, pero no por ello tomada a la ligera.

Nop, definitivamente Kris no era el más comunicativo, ni social. Si no fuese por sus relaciones que formó gracias a... maneras desconocidas, seguiría siendo un chico solitario del que todos se burlan por ser vago y ''triste'' (pese a no estarlo realmente). El grupo de jóvenes arrasaba aquellos caminos e intersecciones del colegio hasta ingresar a su respectiva clase, una que para Susie y Kris no sería para nada interesante, pero para Ralsei una de las mejores; Historia, materia que otros odian y algunos aman por la cantidad de información y de todo tipo.

Mientras está sentado en su banco cerca de Kris, su rostro tiene que fruncir el ceño para enfocar la vista hacia el libro que intenta leer, siendo un desafío total para el chico. Suspira por lo bajo, no puede evitar sentirse algo frustrado por ese factor, pero a la vez un poco acostumbrado a estos incidentes. Como era de esperarse: su héroe siempre estaba ahí, Kris o Susie, pero en esta ocasión fue el humano de ojos rojizos.

— Hey, Ral. — Unió su banco con el lateral del otro que pertenece a Ralsei. Acorta total distancia y entonces le ofrece leer juntos y en voz baja. — ¿Te parece buena idea si lo hacemos juntos?

Increíble, Kris no siempre era un individuo de muchas palabras, de hecho tampoco es que lo haya sido ahora, pero a cualquiera le sorprendería que pueda formular una oración completa. La sonrisa del albino no se hizo tardar, se sentía más cómodo con aquella presencia para continuar estudiando la historia de la Runa Delta, un tema bastante controversial dentro de la historia e incluso política por su influencia. 

— Ahora será mucho más fácil, gracias. — Mantuvo aquella sonrisa propinada para el de flequillo, siendo una recompensa satisfecha para el masculino. 

La hora había pasado rápido, Ralsei ni siquiera pudo percatarse de ese detalle y en verdad estuvo más centrado en intentar analizar algunas facciones del humano; una cosa muy complicada para su situación sin los lentes, no obstante, sentía esa necesidad de reconocerlo, de saber que es él y no solo por su voz, que esa imagen borrosa sea más clara para él incluso sin la capacidad de visualizarlo bien, también reconocerlo en base al tacto, pero, no podía, así es como lo siente.

Las clases habían finalizado, todo el grupo de diferentes monstruos salían vertiginosamente por las puertas y pasillos de sus aulas hasta la entrada principal. Era chistoso, pero sin dudas abrumador para alguien miope como él, que apenas y distingue por donde va debido a los sonidos estruendosos de varias respiraciones, voces y pasos. Hubiera estado acabado si su brazo no fuese jalado por un humano de flequillo.