Sin lentes. || Kris x Ralsei ||

El chico de las gafas (Final)

Sus pasos descienden por los escalones del escenario. Por fin, un día tan esperado: su graduación y reafirmación de que había crecido, que poco a poco le faltaba poco para independizarse y vivir su vida. Ralsei estuvo nervioso, pero gracias a Kris y Susie aprendió a no tener un ceño fruncido... porque si, este día tan especial se olvido los lentes, pero por alguna razón eso también llamó la atención de muchas chicas y alguno que otro joven.

Es obvio que ese mismo día Kris iba a estar demasiado celoso, pero con un gran orgullo y amabilidad como para admitirlo con simpleza. Todos recibieron sus títulos, ahora solo quedaba irse, ser ''libre'', tantos años estudiando y esforzándose para obtener buenas notas, Kris y Susie no es que se hayan esforzado al máximo, pero al menos el humano si que tuvo cosas muy decentes; como siempre Noelle, Ralsei y Berdly eran los más destacados.

Pero fuera de esos detalles, el grupo de amigos salían entusiasmados por las puertas de su escuela.

— ¡Al fin, lo logramos! — Pronunció Lancer dando vueltas con felicidad, aunque... vamos, que no el ha ido tan perfecto como para alardear.

— S-Sí... realmente ha sido genial, ¡incluso la pase bien! ¿y tú, Kris? — El caprino volteo hacia su novio.

Tenía esa fresca pero indiferente mirada. Su diestra solo toma la mano del muchacho y lo arrastra hacia un callejón, ninguno de sus amigos pudo entender que pasó, pero... tampoco querían interrumpir el castigo del menor y ser torturados por una mirada carmesí de Kris.

. . .

No hubo ningún tiempo para dilación, sus labios solo fueron enganchados por los del humano y tendido a su merced como una presa; a lo mejor y eso significaba ser presa de un depredador. Con una simple separación pudo encontrarse con los ojos del chico, no era ni capaz de preguntarle la razón, solo disfrutarlo.

— Ahora estamos a mano. — Menciona con cierta tonalidad indiscutiblemente dominante.

— Yo no hice nada. — Respondió avergonzado pero satisfecho.

Era cierto, no hizo nada, pero si fuese así todos los días entonces jamás haría algo con tal de ser mimado de esa manera tan... excéntrica pero para nada fuera de lo normal para su edad.

Esa situación tan hormonal y celosa no había durado tanto cuando tuvieron que volver a su grupo para retomar el camino a través de las calles de Hometown. Observar a Undyne todos los días de su escuela y ahora no ser capaces de volver a hacerlo era... un tanto deprimente, pero sigue siendo una muestra de cuanto han crecido.

Algunos fueron dejados en el camino, pero no por siempre; se reencontrarían luego del verano para proceder con la universidad, es muy obvio. Todos fueron dejados hasta solo quedar Kris y  Ralsei, algo común y que Susie ya lo sabía, por eso prefería retirarse de penúltima. 

Hasta ahora jamás pudo quitarse el rostro de Kris de su mente, e incluso cuando lo visualiza sin sus lentes todavía puede discernirlo perfectamente, como si ese humano hubiera marcado algo en su mente para siempre recordarlo tal cual. Pensó que se olvidaría en algún punto o que no conseguiría reconocerlo como creyó, pero no, e incluso sus besos se intensificaron con el pasar de los breves días, meses y años hasta el punto de no ser capaz de olvidar cada uno. Tantos años de ser un simple caprino fácil de burlarse por su estilo y miopía le trajo una gran recompensa.

Cuando llegan a la casa de Ralsei...

— ¿Quieres pasar? — Pregunta con una sonrisa.

— Me gustaría, pero mamá me necesita. Ha sido un gran día. — Se mantenía en su posición con las manos en los bolsillos.

— Te queda bien ese uniforme, creciste... bastante desde la última vez que lo recuerdo. — Su mano se levanta un poco para cubrirse el sutil rubor que se asoma por el pelaje blanco.

— También te ves sexy si es a lo que quieres llegar. — Halaga con una sonrisa coqueta.

— ¡K-Kris! ¡por Runa Delta! — Solo escucha las carcajadas de Kris.

— Lo siento, ya, pero... en serio, gracias por acompañarme todo este tiempo. Eres alguien muy especial para mí, Ral. — No era necesario una despedida conmovedora, se volvería a ver todos los días del verano e incluso universidad, pero... por alguna razón tiene esa necesidad.

Kris alzó su mano derecha con la palma hacia arriba para que la manito de su caprino buscase sostenerla y acercarlo en un buen abrazo. Una ventaja que tenía Kris en los inviernos es que podía poner de excusa el frío para abrazarlo todo el tiempo, es una pena que aquí no pueda aplicarlo.

Una pequeña separación de centímetros sirvió para darle un sutil beso en esos labios del monstruo, luego separarse por completo y seguir su respectivo camino con una sonrisa, no quiere hacer enojar a mami Toriel.

. . .

Igual que la felicidad, el amor tiene distintos significados e interpretaciones. Sin embargo, Ralsei y Kris no necesitan definiciones tan complejas sobre eso para sentirlo y vivir bien, tampoco es necesario darle un significado en específico: tú corazón lo sabrá, también el de la otra persona, eso es más que suficiente. Buscar siempre un significado a todo solo puede hacer que lo veas tan técnico que al final no puedas sentirlo de manera adecuada, aquellos dos tortolos lo saben muy bien y por eso no se complican. Sin embargo, si Kris o Ralsei pudieran definir el amor de manera simple: lo describirían como uno al otro, es decir: Ralsei y Kris, Kris y Ralsei. 

Mientras tanto, ambos seguirán un camino juntos, uno conformado por su amor. Es muy dudoso que los años puedan separarlos, menos con Kris que aprende de todos sus errores, también atento, y la paciencia con amabilidad de Ralsei.

Parte Final, nada más que decir. Gracias por leer, de alguna manera tenía ganas de escribir esto, los quiero <3