2┆🇦 🇷 🇨 🇦 🇳 🇪 ⟬ 𝘉𝘕𝘏𝘈 𝘋𝘒𝘉𝘒 ⟭

Cap 8

Las nubes negras se despojaban del cielo mostrando el sol, se podía observar el pasto y árboles con gotas de agua producto de la lluvia y un sendero con muchas hierbas por lo que muchos se lograban perder fácilmente si no saben a donde van.

Dabi quién creció en ese lugar no temia perderse ya que conoce el lugar como la palma de su mano, el traía consigo al niño cenizo que lo abandonó su hermano entré sus brazos, se había dormido hace rato, la caminata es larga además de que el niño se aferraba como un koala a su chaqueta como si lo fuera a abandonar.

Llegaron a una mansión ni tan grande ni tan pequeña este contaba con un jardín de bellas flores de todo tipo una fuente y un camino con piedras en forma de cuadros que llegan a la entrada del hogar.

—Ey niño despierta, ya llegamos— 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗼́ 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗹𝗶-𝗻𝗲𝗴𝗿𝗼 𝗺𝗼𝘃𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝘁𝗮𝗿𝗮́.

El cenizo quien por el movimiento abrió los ojos lentamente sintiendo como alguien lo cargaba y lo dejaba en el suelo al recobrar la conciencia y recordar lo que pasó no pudo evitar formar una cara de tristeza.

—No pongas esa cara, tu hermano fue un idiota por haberte abandonado— 𝗱𝗶𝗷𝗼 𝘀𝗶𝗻 𝗺𝗶𝗿𝗮𝗿 𝗮𝗹 𝗺𝗲𝗻𝗼𝗿.

—Pero yo cause todo esto, maté a mis amigos por culpa de mi artefacto y mío— 𝗱𝗶𝗷𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗹𝗮́𝗴𝗿𝗶𝗺𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗶́𝗮𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝘂𝘀 𝗰𝗮𝗰𝗵𝗲𝘁𝗲𝘀.

—No te preocupes fue un accidente—

—Matar a mís amigos fue un accidente—

—No. Pero no fue tu culpa, no sabías en donde se encontraban tus amigos— 𝗮𝗴𝗮𝗿𝗿𝗼 𝗲𝗹 𝗵𝗼𝗺𝗯𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗹𝗶-𝗰𝗲𝗻𝗶𝘇𝗼 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗹𝗼 𝗺𝗶𝗿𝗮𝗿𝗮́.

El peli-negro tocó la puerta tres vece, una chica que traía dos coletas en su cabello color rubio y una sonrisa que adornaba su rostro blanco, y con unas ojeras debajo de su ojos de color amarillo, abrió la puerta dejándolos pasar.

El niño agarro la mano de Dabi ya que tenía miedo de este lugar y de la chica rubia quién les abrió la puerta.

—Dabi quién es éste niño es muy tierno, y por su pelo puntiagudo deduzco que también es rudo— 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗼́ 𝗹𝗮 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗮 𝗮𝗰𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗼 𝗰𝗲𝗻𝗶𝘇𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗶𝗻̃𝗼.

—¡Dabi!!—

Dabi al escuchar que lo llamaban se dió la vuelta y vio al pecoso corriendo en su dirección, el peli-negro cargo al pequeño peli-verde dándole vueltas sacándole unas cuantas risas,

Izuku al ser bajado por el mayor vio a un niño con el pelo puntiagudo, que con los rayos del sol hacía que su cabello se viera muy brillante y de un color dorado y unos ojos de un color rojo vivo.

Izuku se acercó al peli-cenizo quien por acto de reflejó se alejó un poco del pecoso.

—Hola, mi nombre es izuku, no tengas miedo, no te haré nada solo quiero verte. ¿puedo?— 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗼́ 𝘀𝘂𝗮𝘃𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗼𝘀𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗯𝗮𝗸𝘂𝗴𝗼𝘂 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗱𝗼𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀.

—Tus ojos me gustan, me recuerdan a un Rubí hermoso y a al atardecer—

Ante el comentario del pecoso se sonrojo, sus amigos siempre le decían que sus ojos eran intimidantes, además de que el suave tacto que le brindaba el peli-verde lo hacía sentir seguro.