Mojado

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Salí del motel dejando que Sofia pudiera con la información que tenía avanzar algo más de lo que yo lo hice en el tiempo que llevo acá.

Tomé mi camioneta y me fui de ahí esperando que la sheriff tuviera algo más de información.

Es bastante complicado distinguir aquí si es de día o noche con las incesantes y fuertes lluvias. Con dificultad me muevo por la carretera esperando encontrar a la Sheriff en su lugar de trabajo y en caso de no encontrarla ahí, espero que alguno de sus compañeros pueda ayudarme a encontrar su casa. Llegué a la pequeña estación rural que tiene la policía, tapé mi cabeza con un maletín que tenía en el asiento del copiloto y entré.

-No sé si decir buenas noches o buenos días-dije sonriendo al policía que estaba en el escritorio de la entrada-soy el agente Wayne-dije mostrando mi placa-busco a la Sheriff.

-Llegas algo tarde-dijo él agarrando una tarjeta-aquí tienes su dirección.

-Muchas gracias-dije agarrando la tarjeta.

Fue más fácil de lo que creí. No pensé que en este pueblo confiaran tanto. Salí de ahí con la única idea de encontrar a la Sheriff y poder conseguir más información, deje la tarjeta encima del maletín y comencé mi ruta. Las dificultades en el camino que desde el primer momento supe que tendría, ocurrieron; mi camioneta patinó y encima se ponchó una llanta ¡Que suerte la mía! Bajé para ver que carajos podía hacer, justamente cuando no traigo repuestos, vaya suerte la mía.

La llanta estaba ponchada, pero de una manera bastante extraña, pero con la lluvia no tenía tiempo para pensar en ello, cerré la camioneta y avancé para ver si podía encontrar algo de ayuda.

Escuché una voz en mi espalda.

-No debiste venir, cazador.

Una fuerza que no sentía desde mi última lucha con un cambiaformas. Que mierda es lo que me ataca y cómo carajos está en medio de la nada, conmigo.

-Maldito cazador-dijo una voz con agresividad.

Vi una sombra que se acercaba hacía con gran velocidad, quizá sea mi día de suerte; el monstruo que ha estado atacando personas en este pequeño pueblo notó mi presencia y vino a defenderse antes de que siquiera pudiera pensar en atacar. No tengo ningún arma, no pensé que algo cómo esto pasaría en medio de la nada, culpa mía también por no pensar que cualquier cosa es posible, uno de estos días terminaré muriendo por mi propia estupidez. Intento pararme, pero la dificultad que el barro provoca en esta acción me hace parece una tortuga intentando darse vuelta en su propio caparazón. Cómo puedo me pongo de pie, intento seguir el movimiento de la sombra, pero es casi inútil, la oscuridad y la lluvia no me ayudan en nada. Siento un golpe en el pecho y vuelvo a caer. Esto será una puta tortura.

No sé de donde, pero saco las fuerzas suficientes para poder ponerme de pie, esquivo el siguiente ataque del monstruo y comienzo a correr, necesito llegar a mi camioneta.

-Correr es inútil, cazador. Tú y yo sabemos que no puedes sobrevivir a esto, tú única salida es la muerte-dijo la voz acercándose-tus esfuerzos son en vano, ustedes nos intenta exterminar, pero eso jamás será posible.

Sentía cómo la voz cada vez estaba mas cerca de mi nuca, pero no podía detenerme, en fuerza y agilidad jamás podría ganar, necesitaba un arma, aunque fuese una puta cuchara de plata. Logré llegar a mi camioneta, no divise una sombra y tampoco sentía mas la voz, abri la camioneta y saqué mi glock con balas de plata. Sé que debe estar escondido, está jugando conmigo cómo si fuera su presa, por cómo veo de agotado y lastimado mi cuerpo, quizá si lo sea.

-No hay donde ir, querido.

Lo vi, frente a mi, no dudé y disparé.

-Balas de plata, jaja. No creo que eso sirva conmigo, cazador estúpido-dijo lanzándome lejos.

No es un hombre lobo, logré ver sus colmillos. Es un puto vampiro y yo con balas de plata. El puto machete está bajo el maletín, no puedo creer mi suerte. Recibí varios golpes más en entre el estomago y la cara, al parecer no le caigo bien.

-Pensé que si alguien vendría, sería el mejor, pensé que quizá alguien tan bueno cómo los hermanos, pero tal parece que junto a ellos, murió su organización-dijo con voz burlona.

-Soy lo mejor, solo quería que te confiaras-dije poniéndome de pie-si te matara enseguida, esto no sería divertido.

-¡Ja!-dijo abalanzándose hacia mí-lo mejor de lo peor, quizá.

Logré esquivar su ataque, ya ni se de donde estoy sacando fuerzas, con las heridas que este idiota me está provocando y la perdida de sangre que estoy teniendo, estas cosas deberían ser imposibles.

Corrí rápidamente hacia la camioneta, necesitaba sacar el puto machete, necesito matar a este mal nacido antes de ser yo quien muera. Logré mi cometido, pero que puto desorden tengo aún, dejar el arma principal encima de la guantera siempre es buena idea, pero el puto machete, joder, debí limpiar mi auto, logré encontrar lo que necesitaba, a duras penas saqué el machete y nuevamente perdí de vista al vampiro, pero ahora me sentía más seguro, tenía cómo defenderme y cómo matar a esta maldita bestia.

-Acaso tienes miedo ahora, esconderte no sirve de nada-dije mirando hacia todos lados-hoy día unos de nosotros muere.

-Claro que sí-dijo la voz entre risas-y ese serás tú, maldito entrometido.

Nuevamente se abalanzó sobre mi, la fuerza del golpe contra mi camioneta hizo que el machete se soltara de mis manos, creo que la lluvia tampoco es que ayude mucho con la firmeza de las armas.

-Mierda-dije mientras sobaba mi cabeza.

Necesito derrotar a esta mierda, pero cómo carajos haré eso. Este vampiro no es idiota, está todo el rato atacando cómo que fuera un puto toro, me empuja y retrocede para no darme posibilidades de hacerle daño, debo pensar, debo idear algo... Lo tengo.

-Pensé que los vampiros y los hombres lobos eran enemigos ¿Qué haces aquí? que yo sepa no pueden ni verse sus razas-dije intentando agarrar mi machete.

-¿Tú que carajos sabes? Quizá soy yo quien está haciendo estragos acá-dijo riendo-

-Ustedes no tienen garras, es imposible-siento la empuñadora del machete en la punta de mis dedos.

-Quizá estas frente a un alfa, humano-dijo la voz cada vez más cerca de mi posición.

-Que lástima que no tenga la colt ¿no?-dijo agarrando con lentitud la empuñadura.

-Claramente no la tienes, eres un simple y desconocido cazador-dijo entre risas la voz- no eres nadie, no harás nada aquí, hoy es tu fin-dijo el vampiro poniéndose rápidamente frente a mi.

-Siempre caen.

Con fuerza levante el machete. Vi cómo su sonrisa se deformaba mientras mi machete con fuerza desgarraba su cabeza de su cuerpo. Estos malditos siempre botan mucha sangre. Desventajas de matar a un puto chupasangres. Cuando finalmente vi su cabeza rodando por el piso sentí que podía tranquilizarme un poco más, pero esta tranquilidad no duró mucho. Sentí cómo sonaban ramas en el bosque, intenté ver que sería, pero mi cuerpo no aguantó, lentamente sucumbí y caí desmayado en el pis

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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Huellas: La historia de un cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora