La música pulsaba en el aire denso del burdel, un lugar donde la luz tenue y la risa apagada se entrelazaban en una danza de hedonismo. En una mesa elevada al fondo, Charlie, la Princesa del Infierno, observaba a los overlords reunidos a su alrededor. Su presencia era magnética, su cabello rubio como el sol y su vestido negro que abrazaba su figura con elegancia.—Esto es una pérdida de tiempo —murmuró huks, cruzando los brazos. Su voz era áspera, como si cada palabra estuviera impregnada de desdén.
—¿Te atreverías a cuestionar la influencia de la Princesa? —respondió alastor, con una sonrisa burlona—. Ella sabe cómo manejar a estos… mortales.
En ese momento, Charlie desvió su atención hacia la pista de baile. Sus ojos se encontraron con los de una chica de piel morena y pelo gris que se movía con una gracia hipnótica. La mujer era la encarnación de la seducción, y su mirada desafiaba las convenciones de aquel lugar.
—¿Quién es ella? —preguntó Charlie, sin apartar la vista.
—Solo una de las bailarinas del burdel —respondió huks, aunque su tono mostraba un atisbo de interés.
—No, no solo eso —replicó Charlie, sintiendo una chispa de curiosidad—. Hay algo más en ella.
La chica giró, sus ojos como dos astros que brillaban en la oscuridad. En ese instante, el mundo pareció detenerse. Charlie se sintió atraída, como si un hilo invisible la conectara con la bailarina.
—Princesa, ¿estás bien? —preguntó alastor, notando la intensidad del momento.
—Estoy bien —contestó Charlie, aunque su voz sonaba distante—. Quiero hablar con ella.
Con un movimiento decidido, se levantó de su asiento, ignorando las miradas inquisitivas de los overlords. Caminó hacia la pista de baile, su corazón latiendo con fuerza. La música envolvía cada paso, y cuando se acercó a la chica, la atmósfera cambió.
—Hola —dijo Charlie, una sonrisa juguetona en sus labios—. No puedo evitar quedarme hipnotizada por tu baile.
La chica detuvo su movimiento, su mirada ahora fija en la Princesa. Una sonrisa se dibujó en su rostro, revelando una confianza que radiaba.
—Gracias, Princesa —respondió, su voz suave como la seda—. El infierno tiene su propia forma de entretenimiento, ¿no crees?
—Definitivamente. Pero me gustaría saber más sobre ti. —Charlie hizo una pausa, sintiendo la conexión—. ¿Te gustaría unirte a mí?
La chica ladeó la cabeza, midiendo las palabras. El murmullo de la reunión de overlords se desvaneció en el fondo, como si el resto del mundo hubiera dejado de existir.
—Solo si prometes que no será aburrido —contestó, su tono lleno de desafío.
Charlie sonrió, sabiendo que había encontrado algo más que una simple bailarina. En ese instante, el destino de ambos comenzó a entrelazarse en un juego de sombras y luces, donde el infierno podría no ser tan oscuro después de todo.
Charlie condujo a vaggie hacia una mesa apartada, lejos de los murmullos de los overlords y el bullicio del burdel. La luz era tenue, creando un ambiente íntimo que contrastaba con el resto del lugar. Una vez sentadas, el aire se volvió más ligero, como si el ruido del mundo exterior se desvaneciera.
—Este lugar es… interesante —dijo vaggie, mirando a su alrededor con curiosidad—. No esperaba encontrarme con una Princesa aquí.
—A veces, los mejores secretos se esconden en los lugares más oscuros —respondió Charlie, sonriendo mientras se acomodaba en su silla—. Y tú, ¿qué haces aquí, vaggie? ¿Bailar para los overlords?
—Es un trabajo como cualquier otro —dijo vaggie, encogiéndose de hombros—. Aunque, debo admitir, disfruto el baile. Es mi forma de expresarme.
Charlie la observó con atención, notando la pasión en su voz.
—No parece que te importe mucho lo que piensen los demás —afirmó, intrigada.
—La verdad es que no. —vaggie sonrió—. La vida es demasiado corta para preocuparse por la opinión de los demás, ¿no crees?
Charlie sintió un destello de admiración. Era refrescante escuchar a alguien hablar con tanta sinceridad. En medio de las intrigas y el poder, Sarai era un soplo de aire fresco.
—Tienes razón —dijo Charlie—. La vida en el infierno está llena de máscaras. A veces, me pregunto si soy solo una figura en un juego.
—¿Y qué quieres ser, entonces? —preguntó vaggie, inclinándose hacia adelante, interesada.
—Quiero ser más que solo la Princesa del Infierno. Quiero ser una persona, con deseos y sueños —respondió Charlie, sintiendo que se abría ante Sarai de una manera que nunca había hecho con nadie más.
Un empleado del burdel se acercó a la mesa, interrumpiendo el momento.
—¿Desean algo más? —preguntó, mirando a ambas con una sonrisa profesional.
—Solo un par de aguas, por favor —dijo Charlie, volviendo a centrarse en vaggie.
El empleado asintió y se alejó, dejando a las dos mujeres solas nuevamente.
—Así que, ¿te gustaría bailar? —preguntó Charlie, después de un breve silencio. La música seguía sonando, pero en este rincón, parecía más suave, más íntima.
Vaggie la miró, sorprendida por la invitación.
—¿Bailar aquí? Con todos esos ojos mirándonos —dijo, señalando a los overlords que aún debatían en la mesa principal.
—Si no lo hacemos, nos perderemos esta oportunidad. —Charlie sonrió, sintiendo que la conexión entre ellas era más fuerte que cualquier mirada curiosa.
Vaggie dudó un momento, pero la chispa en sus ojos reveló su interés.
—Está bien —respondió finalmente, levantándose de su silla—. Pero solo si prometes no dejar que nadie interrumpa nuestra diversión.
Charlie se levantó también, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Juntas, se dirigieron a la pista de baile, donde la música las envolvió como un hechizo. En ese rincón del burdel, las preocupaciones del mundo exterior comenzaron a desvanecerse, y el único lugar que importaba era el que compartían en ese instante.
Mientras danzaban, Charlie se dio cuenta de que había encontrado algo más que una simple bailarina. Había encontrado a alguien que podía ver más allá de las sombras del infierno, y eso era algo que nunca pensó que eencontraría.
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En esta historia vaggie si tendrá sus dos ojos y husk si seguirá siendo un overol, más adelante se presentaran otros personajes.
No se olviden de votar pueden darme críticas si algo está mal.
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mi bailarina
FanficCharlie la princesa del infierno se encontraba debatiendo con algunos overlords en un club nocturno sin imaginar que se encontraría a una bailarina que le robaría el corazón