One - Shots Ziam Mayne

Ghost Fuckery

Autorx: JessHallvol6

Pareja: Zayn/Liam

Smut: ZT/LB

Resumen: ¿Período de sequía? "Espera un minuto... ¿Atormentas a las personas con la intención de acostarte con ellas? ¿Los fantasmas pueden tener sexo?"

Nota: Es una adaptación

***

Liam no es ajeno a lo espeluznante. Su abuela, a pesar de su catolicismo irlandés, seguía siendo una gran creyente en las cosas que hacen ruido en la noche, historias que se transmiten de generación en generación sobre duendes, demonios y hadas. Por eso, Liam siempre dormía con una herradura de hierro sobre su cama cuando iba a visitarla, y cada Navidad encendían una vela en la ventana del frente.

Liam siempre creyó en las historias de su abuela, incluso cuando se hizo mayor y su madre le aseguró que eran solo cuentos de niños. Liam cree. Liam ha visto, con sus propios ojos, un hada. Solo una cosita pequeña, pero había saltado por el alféizar de su ventana la noche antes de su gran mudanza a Inglaterra, como un presagio. Liam había dejado una ofrenda por la paz y la buena voluntad, se había colgado el collar de plata con la cruz de su abuela sobre la cabeza y se había ido del país.

Ahora comparte una preciosa casita con otros tres muchachos en un tranquilo pueblito a las afueras de Londres. Suspira mientras introduce la llave en la cerradura para abrir la puerta y se da cuenta de que han barrido la jamba de nuevo y que su línea de sal ha desaparecido.

—Niall —llamó mientras abría la puerta, dejaba caer su mochila al suelo y se quitaba las botas—. ¡Te dije que no tocara mis líneas de sal! ¿Quieres hadas en esta casa?

Oye un gruñido que viene de la cocina. —No, por favor. Las hadas no entrarán en esta casa de ninguna manera, porque no son reales .

—Ten cuidado con lo que dices, Ni. Nunca sabes quién te está escuchando. —Liam cuelga su abrigo en el perchero junto al de Niall y Louis. Niall no se digna responderle. Es su noche de cocinar la cena, así que probablemente esté más interesado en no quemar la cocina que en discutir con Liam sobre sus supersticiones.

Louis está en la pequeña sala de estar, recostado sobre la alfombra y jugando con su gato, ABBA (Louis lo nombró así). Liam se deja caer en el sofá, frotando distraídamente su colgante de cruz de plata. "Louis, dile a Niall que es importante proteger nuestras entradas. ¡Es octubre!"

Louis se da vuelta y queda boca arriba, como si fuera un gato. Sus ojos parecen brillar con la luz del sol que se desvanece. "Li, creo que la sal puede ser redundante, con la herradura y todo eso".

Esa había sido una de las primeras piezas de "decoración" que Liam insistió en colgar cuando se mudó a la casa.

—Eso y tus plantas de albahaca. ¿La albahaca no ahuyenta a los malos espíritus?

Liam se cruza de brazos y levanta una ceja juguetonamente. —¿Estás diciendo que realmente me crees?

Louis se encoge de hombros y vuelve a acariciar a ABBA. Se quita el pelo oscuro de los ojos y se estira lánguidamente sobre la alfombra. "Nunca tuve motivos para creerlo o no. Ya sabes. Hemos hablado de esto".

—¡Sí, como un millón de veces! —grita Niall desde la cocina.

En ese momento, la puerta principal resuena y entra su último compañero de casa, Harry. "¿Quién movió la línea de sal de Liam?"

Liam levanta las manos al aire. "¡Por ​​fin! ¡Alguien que entiende las importantes propiedades protectoras de la sal!"

—Oh —dice Harry, entrando en la sala de estar y quitándose la bufanda—. Recién me había acostumbrado, eso es todo.