¡Hola! Les saludamos cordialmente su escritora y, mi beta Liggi a quien agradezco por su tiempo y esfuerzo y, a mi hermanita Habakie quien me da las ideas para continuar y, las opiniones acerca de como va la historia.
Bueno, aquí les traemos la continuación de este fic esperando que les guste un poco, ya saben, amenazas, comentarios, opiniones y demas las leeremos en los reviews que nos dejen tan amablemente, sin más los dejamos para que lean con calma.
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En la mañana cuando más tranquilo estaba y, sobre todo, en la posición más cómoda que logró encontrar, una mano le meció con violencia por el hombro lastimándole todo su ser; en verdad le dolía todo el cuerpo entero. Abrió el ojo lo poco que pudo, la inflamación era demasiada y ahí lo vio: Nick le decía algo.
—Quiero que me lleves comida a las 4 de la tarde, y nada de hablar con ese sujeto de nuevo, ¿Me di a entender?
Jimmy le veía sin llegar a reconocerlo, ¿En serio era Nick? Pensaba al verlo fijamente. Definitivamente eran sus ojos azul pálido, también las cejas, los parpados, los labios, la barba, era todo Nick, pero— "¿Por qué?" —preguntó internamente; aparte del dolor físico, el psicológico y sobre todo emocional doblegó su espíritu obligándolo a dudar de todo en ese momento, incluso una lagrimilla se escapó de él.
Para Nick eso también fue nuevo, le tomó con cuidado el rostro maltrecho y depositó un beso en la frente. —Quiero que sepas que esto no pasara de nuevo si me haces caso en un futuro, yo no quise hacerlo, pero me dio mucho coraje verte hablando con ese fulano de modo tan coqueto —le dijo mirándolo directo al orbe azul—. Te espero a esa hora, ¿Sí? —pidió.
Jimmy tragó saliva y asintió apenas.
Nick salió del cuarto así sin más, importándole poco el movimiento de su esposo, no se preocupó si le había roto algo, o siquiera si podía levantarse. Jimmy continuó en shock, aunque actuó como si eso fuese de lo más normal. Miró su móvil, las ocho y media de la mañana, le quedaba mucho tiempo para las cuatro de la tarde; programó una alarma única que sonaría justo al medio día y luego cerró los ojos tratando de dormir un rato más.
Nick salió de la casa y saludó a lo usual a los vecinos que barrían temprano la calle o regaban su jardín, bueno a las personas que contrataban los inquilinos; trepó a su auto y salió con esa sonrisa de cartelón mientras Jimmy estaba retorciéndose de dolor en su torso, menos mal el daño físico le ayudaba a mitigar el todo el meollo caótico en su mente.
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Justo a las doce del día la alarma programada sonó. Jimmy abrió su ojo y aunque le dolía demasiado, pudo enfocar bien, mover los brazos para descobijarse fue otra cuestión; sus extremidades pesaban demasiado y sumándole que tenía que doblarlos, pues, simplemente no resultaba fácil, pero Nick esperaría por él, entonces tendría que ponerse en pie y luchar por moverse a lo ordinario.
Con todo el dolor que era capaz de soportar, se paró y apenas haciéndolo, sus piernas y costillas punzaron doblándolo al frente y obligándolo a gruñir dolorosamente. Le tomó unos minutos inhalar profundo importando poco que las costillas le aplastaran todo al momento de jalar aire. A como pudo, tomó algo de ropa informal, sandalias que no necesitaban abrocharse, un pantalón de mezclilla que le quedaba flojo cuando menos 2 tallas, se detenía en su posterior y cadera apenas, y una camiseta blanca que también le quedaba grande como mínimo 1 talla.
Y con mucho más esfuerzo que cuando trató de cocinar con una muñeca esguinzada y varias quemaduras por fricción, cocinó para Nick y se esmeró a lo usual; aunque no dejaba de pensar en la noche anterior, incluso su imaginación le traía de vuelta el sonido a su cuerpo con cada golpe. Sacudió la cabeza y viendo el reloj salió justo a tiempo para la entrega.
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Bandera blanca
FanfictionEl matrimonio de cuento de hadas no existe, y si sí, seguro debe ser caro. Tanto que alguien como Castiel 'Jimmy' Novak, dueño de una empresa de renombre a nivel mundial de autos modernos no puede pagarlo, entonces, ¿los cuentos de hadas son solo pa...