PROLOGO

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"La vida es muy corta para amarte, prometo buscarte en la siguiente"

William Shakespeare


Desde su celda se podía escuchar con claridad el grito de los espectadores, deseosos de ver el próximo espectáculo, un espectáculo sádico que a ellos les encantaba. Todos festejaban al ver el proceso en que mataban a la persona, uno moría otro vivía, esperando su siguiente combate que tal vez fuera el ultimo.

Estaba sentada rezando a sus dioses que le ayudasen a salir victoriosa,

Una victoria significaba seguir un día más con vida. Deseaba con todas sus fuerzas ver a su amada, no importaba si era por poco tiempo, pero siempre era una despedida.

Ese día su amada no llegó, no le dio las fuerzas y ánimos que necesitaba, el miedo se fue llegando la preocupación del por qué no llego.

Mientras estaba perdida en sus pensamientos, no se dio cuenta que habían abierto su celda, solamente volvió en si al sentir como la tomaban bruscamente del brazo para sacarla, la llevo al pasillo que tantas veces había recorrido.

La llevaron frente a una gran mesa donde estaban expuestos diferentes tipos de armas y escudos.

- Elige una y sal cuando se te indique –

Como siempre eligió una espada, arcos y flechas, movía su cuerpo para alejar todo el nervio que sentía.

- Es hora, sal y gana –

Sin más salió por el túnel, la gente la recibió con gritos de regocijo. Miro en el palco de la tribuna donde se encontraba su emperador, dando su consentimiento para que inicien el combate.

Lucho lo mejor que pudo, dio todo de sí pero no fue suficiente.

Sintió como su carne era traspasada y cortada, el dolor que sintió no lo podía explicar, la sensación lo sintió una y otra vez, su vista se nublo, sus fuerzas la abandonaban, su respiración fallaba.

Su contrincante al ver que ella moriría, le clavo la espada en el pecho, en donde estaba su corazón dándole fin a la vida de aquella mujer, fin a un sufrimiento. 

En una casa a las afueras de la ciudad una joven, se dejó al abandono muriendo así de un corazón roto. Pues desde que había llegado a sus oídos la noticia de la muerte de su gran amor, se sumergió en una depresión profunda, no tenía sentido seguir viviendo si ella no estaba.

Al ver el gran amor puro y sincero que ambas jóvenes se profesaban Eros o Cupido como es más conocido, dios del amor, se apiado de ambas jóvenes, concediéndoles el regalo de volver a nacer, para que en su siguiente vida pudieran amarse como en esta vida no pudieron, dejado así su amor inconcluso. 





Hola queridos lectores espero se encuentren bien.

Quiero darles la bienvenida a esta nueva historia, llena de amor y alegría, al igual que de trabas y sufrimiento.

Espero y les guste cada capítulo y la historia en general.

Todos los sucesos son totalmente ficticios.

Es una historia totalmente original de mi autoría.

No se permite adaptaciones.

Sin más que decir, disfruten esta historia y que pasen un lindo día, tarde o noche.

En mi siguiente vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora