Un demonio necesita saciar sus pecados.
Charlie era un demonio en busca de un ángel
La sangre es salada sólo cuando es la propia
La sangre del ángel era exquisita
El ángel fue exterminado por sus pecados
Y el demonio tomó sus restos como su platillo...
"El pecado de un ángel caído. Heredó su pecado." La vida parecía un infierno. El pecado sabía dulce, sólo cuando no era el propio _______________________________________________
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Capítulo 1- Morningstar
¿Alguna vez fue feliz? ______________________________
Tal vez, cuando su vida aún tenía un poco de chispa y felicidad. Y sus padres no le jodian la existencia.
Quizás en esos momentos ella había sido feliz. Sí, ella lo fue.
Su felicidad probablemente pudo haber sido contada con los dedos en pocos segundos. Había sido efímera. Y sabía que no era precisamente su culpa, porque ella sólo era una niña en ese momento.
Sabía perfectamente que sus padres la desearon desde el momento en el cual se enamoraron. Deseaban tener una familia feliz después de todo lo que lucharon. Así fue; tuvieron una linda familia feliz y perfecta durante algún tiempo. No supo cuando eso se derrumbó en pedazos
Su madre fue realmente buena durante su niñez; fue buena guíandola prácticamente sola, pues, aunque Charlie no lo veía en ese momento. Realmente sus padres tenían problemas. Al igual que cualquier familia, pero tal vez falló al no prestarle más atención a ello. Era una niña, y claro, no lo comprendía, en lo más mínimo, pero cuando veía a su madre llorando se preguntaba si era su culpa.
Su padre nunca estuvo del todo interesado en educarla, aunque tal vez podía entenderlo. Mamá decía que tenía cosas más importantes que hacer. Por supuesto, el trabajo es más importante que un hijo.
Aunque claro; probablemente Lucifer estaba muy agobiado con todo su trabajo y su alto estatus como una de las personas más poderosas en la ciudad, quizá el más poderoso. Aunque claro; algunos de sus hermanos de vez en cuando iban a visitar a la pequeña Charlotte, todos tenían sus propios asuntos mucho más importantes.
Charlie nunca comprendía esto del todo, no era una niña tonta, pero tal vez la subestimaron demasiado.
Su vida no fue mala en lo que respecta a una calidad de vida perfecta. Tenía lo que quería en cualquier momento y disfrutaba de todo tipo de placeres mientras sus padres discutían sus asuntos en otro lado lejos de ella. No es como si le importará escucharlos discutir, pero aveces lograba ver a su madre salir de casa, bajando las largas escaleras para después irse unas semanas, y volver pues su padre se arrepentía de todo.
No le importaba mucho, sólo le jodian los oídos un poco con sus gritos y lloriqueos. La casa era un palacio enorme, pero incluso podía escuchar aquellos gritos de ira de su padre. Estaba un poco cansada de él para ser honesta.
