Terminaba de preparar la cena mientras esperaba por Minho, estaba nervioso y no tenía una razón de porque estarlo. Tal vez era porque hablaría de algo que llegó a lastimarlo demasiado, o la presencia de Minho, o simplemente teme lo que pueda pasar luego de esta conversación.El toque de la puerta lo hizo salir de sus pensamientos, se aseguró por última vez que todo esté listo y fue a abrir la puerta. Minho lo esperaba con una pequeña sonrisa, se veía lo alegre al volver a ver a Jisung.
—Preparé la cena - se hizo a un lado para que el pálido pudiera pasar. —No sé si te guste, hice pasta en salsa blanca y camarones - cerró la puerta y miró de nuevo al mayor.
—Esta bien, ¿Te ayudo a servir la comida? - Jisung negó con la cabeza.
—Ya serví todo - hizo el camino hacia el comedor, Minho siguiéndolo y ambos sentándose frente a los platos llenos de comida.
—Dime cómo lo quieres hacer, comemos primero o comienzo yo o tú - miró al moreno.
—Querías saber cómo me ha ido - las miradas de ambos se conectaron y Minho asistió con la cabeza. —Bueno - ladeó un poco su cabeza. —Es genial, pensé que sería algo imposible pero con la ayuda de el maestro de Best Dancer lo logre - sonrió leve.
—Aunque no tuvieras la ayuda de tu maestro sabría que lo harías
Sin darse cuenta una sonrisa se hizo presente en su rostro, había tantas sensaciones que no sabe cómo explicarlas o cuáles son tan siquiera. Terminaron de comer entre pequeñas pláticas, luego Minho ayudando a limpiar al menor, terminando en ambos sentados en el sofá de la sala.
—Y.. - miró al menor. —¿Tu papá? ¿Te has contactado con el?
—No desde que te - dejó salir un pequeño suspiro. —No desde que te pegó, no sé de el, solo sé que sigue tras las rejas
—Yo no debí irme, Jisung - el mencionado apretó sus puños, ahora viene el tema que tanto temía y quería evitar. —Necesitabas un hombro en que apoyarte y solamente me enfoqué en cómo me sentía
—Te empuje - bajó la mirada. —Yo mismo te aleje así que era de esperarse
—Pero no Jisung - suspiró. —Fui egoísta, te lastime más y rompí todas nuestras promesas
—Minho, éramos adolescentes inmaduros - miró al pálido. —Pensábamos que nunca nos atraparían - alzó los hombros. —Completamente inmaduros
—Te ame Jisung - en su tono se escuchaba la sinceridad, el dolor que ha estado cargando y los ojos de Jisung reflejaban la misma ilusión que tuvo de adolescente con el mayor. —Aunque te deje por idiota, aunque pensé que me gustaba ese chico, aún te ame y me sentía tan orgulloso con cada logro que habías completado que-
—¿Sigues con esa persona? - preguntó, interrumpiendo al mayor. —O algún tipo de contacto, mensajes, redes sociales
—Nada, lo juro. Me borró de todos lados al saber que realmente no lo ame
—¿Qué.. - el mismo se calló intentando dejar ir el nerviosismo, relamió sus labios y volvió a mirar al pálido. —¿Qué sientes ahora? ¿Ahora que buscas?
Minho se quedó en silencio unos segundos, incluso el estaba nervioso. Quería decir toda la verdad, todos sus sentimientos, confesarle a Jisung que nunca pudo dejar de amarlo, que lo extrañó durante los cinco años, que muere por tocarlo, sentir su suave piel, probar de nuevo sus labios.
Jisung es el amor de su vida y aunque el mundo se derrumbe, jamás dejará de amarlo.
—Siento mucho Jisung - las miradas conectaron. —No sé ni tan siquiera cómo comenzar a decirte todo lo que siento. Te amo, Jisung - confesó. —Nunca deje de hacerlo y te extrañé cada día que no estuviste a mi lado, deseaba volver al tiempo donde estábamos juntos, donde nos pudiéramos ver todos los días y sentía que me moría sabiendo que no te tenía
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Un Amor Nunca Olvidado
RomanceJisung es hijo único de un empresario famoso, su padre es estricto y homofobico, no tiene la menor idea de que su hijo está en una relación con un chico y cuando el padre de Jisung se entera de la relación oculta la vida de el adolescente da un giro...