Pecas [chestappen]

Prólogo

Prólogo

La mayor parte del tiempo, nuestros padres, de forma indirecta, nos hacen sentir culpables de sus desgracias. Nos hacen creer que sin nosotros el dinero tal vez si llegaría hasta fin de mes. Sin nosotros tal vez esa persona sí les haría caso. Y sin nosotros ellos conocerán la verdadera felicidad.

Sus miradas llenas de decepción nos atormentan, sus palabras hirientes nos hacen sangrar. Los silencios incómodos causados por nuestra “mala” actitud. ¿Cómo ser feliz sin la aprobación de ellos?

“Tienes que ser el hijo perfecto” ¿Y ellos cuándo serán los padres perfectos? Sus palabras duelen más que los golpes de ira.

Somos sus marionetas, incapaces de soltarnos y huir, el miedo de un día ya no tenerlos nos hace seguirlos y cumplir sus órdenes sin cuestionarnos si es lo correcto para nosotros, después de todo ellos saben que es lo correcto para nosotros. Está vida es muy corta para cumplir todas sus expectativas y eso es un completo tormento.

Cada día muchos nos despertamos con la sensación de llevar una carga demasiado pesada para nuestros hombros. Llegamos a pensar que no es nuestra vida la que vivimos, sino un papel que se nos ha sido impuesto, un guión que debemos seguir para no causar más problemas y seguir decepcionandolos. Intentamos cumplir con las expectativas, pero siempre parece que fallamos. Siempre parece que no somos suficientes.

Muchas veces llegamos a tener esa necesidad de decir “estoy bien” fingir una sonrisa y seguir con nuestras vidas, pero ¿En verdad lo estamos? ¿Dónde quedan todas esas lágrimas derramadas a causa de la desesperación? ¿Por qué mentimos? ¿Será el miedo causado por la indiferencia? ¿O el hecho de no confiar en nadie y preferir escuchar que ser escuchado?

Es una vida de sombras y silencios, donde cada paso que damos parece ser el equivocado. Las paredes de nuestras habitaciones se sienten como un refugio y una prisión al mismo tiempo. Allí, en la oscuridad, pensamos en las cosas que nunca podremos cambiar, en los sueños que nunca podremos alcanzar.

En otra vida si fuimos buenos hijos y ellos buenos padres.