『 Nunca Voy A Perder Contigo 』

Un nuevo amor.

Bajé las escaleras; todos me estaban mirando como si hubiera cometido algún crimen o algo parecido.

—Te estaba esperando, quiero saber por qué Kevin está así y Darrian igual, ellos no quieren decir nada. 

—Pelearon por algo insignificante, tranquila, en cuanto vi eso los desaparté. 

—Bien, no quiero que se vuelva a repetir. Katy, lleva a Kevin para que le limpies las heridas. 

—Está bien, camina, Kevin. 

—Yo igual, me está empezando a sangrar — respondió Darrian. 

Los llevé a la habitación, busqué mi botiquín para poder limpiarle la sangre. 

—¿Por qué estás aquí si ya te limpiaron? —dijo — Salté, quiero hablar con ella a solas — reclamó Kevin. 

—No, no te voy a dejar a solas con ella. 

—Que molestó — murmuró Kevin. 

—Ya, no quiero peleas aquí. Darrian, no digas nada más y tú tampoco, Kevin; mejor quédate quieto para limpiarte. 

—Mjm.. — murmuró. Kevin.

Terminé de limpiar a Kevin; él salió de la habitación dejándonos a Darrian y a mí solos. 

—Disculpa si te hice pasar un mal rato. 

—Tranquilo, no pasa nada. 

Salimos de la habitación, bajamos abajo y, al parecer, ya se iban; estaban recogiendo sus cosas. 

—Niños, ya nos vamos. 

—Bueno, cuídense — dije, cerrando la puerta. 

Miré a los chicos y suspiré; no dije nada y subí. Estaba cansada; solo quería acostarme.

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Mire a los chicos; Ethan agarró a Camila de la mano llevándosela a la habitación. 

—Angely, ¿quieres jugar?

—Sí, vamos. 

David se la llevó a jugar; simplemente quedé yo en medio de la sala.

Subí hasta arriba; tenía que encontrar algo que hacer, estaba aburrido, me acosté a revisar el celular. Me cansé, dejé el celular a un lado y dejé que el sueño me atrapara. 

8:40. 

Me desperté, me sentía algo desanimada. Me levanté. Fui al baño a cepillarme los dientes y bañarme.

Estaba buscando entre mi armario algo que ponerme, encontré algo cómodo y eso elegí. Me hice una cola, para estar más cómoda y bajé. 

—Esto tiene que ser un sueño — dije, bajando las escaleras. — Mi bello y precioso primo cocinando, eso está raro.

—Lo tuve que hacer; si es por ustedes, me muero del hambre —dijo, volteando los ojos. 

—Sorry, estaba en mi quinto sueño, yts — dije, mientras reía. 

Me senté a esperar a que Ethan terminara de hacer el desayuno. Miré las escaleras y todos estaban bajando. 

—Buenos días — dijo Camila, mirando a Ethan cocinar. 

—Buenas — respondió Ethan. 

Camila agarró una silla para sentarse mientras miraba el celular. Todos se fueron sentando; David ya había bajado al fin, se sentó en una silla al lado de Angely y empezó a hablar con ella.