Capitulo 1

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Canción: Hozier -
To swet.

VLADIMIR.

Un disparo se oye a lo lejos, el pitido de este obstruye mis tímpanos, mierda, debí haberme puesto los audífonos como les dije a mis hombres.

Siento mi cuerpo ser impactado al suelo, muevo la cabeza de un lado a otro, nos emboscaron.

Maldita sea, malditos italianos de mierda, no saben hacer otra cosa mas que perfumar y beber vino.

Ellos no conocen el poder de la palabra, jure que los haría sufrir si me traicionaban, estos idiotas piensan que me pueden amenazar y no pagar las consecuencias, van a ver de lo que es capaz "Vladimir, el ángel de la muerte".

Greco, mi mano derecha me grita, pero no logro entenderlo. Señala a la derecha, y ahí está uno de los hijos de Steffano Lombardo, el italiano traidor.

Apunto, el joven me mira a lo lejos, logra divisarme entre la lluvia de balas, abre la boca y se da la vuelta, dispuesto a correr para salvar su vida. Empieza trotando, me da risa el como cree que puede salvarse.

Nadie se salva de mi.

Disparo.

El joven cae, la lluvia de balas cesa por fin, me levanto del suelo, sacudo mi traje y peino mis cabellos hacia atrás, comienzo a caminar hacia el niñato, que para estos momentos esta arrastrándose como la rata que es, no ha muerto. Es obvio, lo quiero vivo, no dispare a el corazón, sino a sus piernas, un animal que no puede caminar se vuelve uno doméstico. Y yo amo a los animales domésticos, son mansos y fáciles de manipular.

Llego hasta el joven, piso su pie, justo donde la bala ha caído, empieza a sangrar más de lo normal, lo escucho gritar.

- ¿Porque Steffano no vino contigo? Si querían traicionarme, deberían haberlo hecho de frente, porque lo hicieron por la espalda, pensé que los italianos eran de esos que cumplían sus palabras, no creí que eran unas ratas. - piso con más fuerzas.

- Aaaaaahhhh!!!!!! Basta por favor, duele - solloza el niñato. Como se llamaba? Ah, cierto, Vittorio. Ridículo como él. - Yo solo cumplía órdenes, no quise hacerlo, solo lo hice por ganarme su orgullo, su amor, solo soy un hijo buscando aprobación de su padre. No quería herirlo, señor, yo no soy así. Yo fingí disparar, no mate a nadie de sus hombres. Se lo prometo. Por favor déjeme ir.

Pienso, este niño me recuerda a mi en mis 20s, como buscaba la aprobación de mi padre, como le hacía caso en todo, como me uní a el clan solo por ser visto por el, sin embargo, hay una diferencia entre el niño y yo, puesto que yo si mataba, yo si traicionaba, yo si asesinaba, yo nunca fallaba. Por eso me gane mi puesto, ser el líder.

No merece sufrir, pero hizo caso a los traidores, debe por lo menos humillarse, debe morir para no vivir en esta mierda que no se debe llamar vida.

Miro a el suelo de nuevo, veo sus ojos rojos, como si hubiese llorado antes de venir, sus manos temblando, su pierna sangrando, su cuerpo sacudiendo en espasmos. Mierda me voy a arrepentir de lo que quiero hacer.

- No señor, no podemos, es un enemigo, y no es un peon, es su hij.. ..- levanto mi mano, no para pegarle, hago una seña de que pare, Greco aveces es muy entrometido en mis decisiones, y aunque aveces me salva aveces parece una piedra en el zapato.

- Greco, no lo llevaremos como huésped, lo llevaremos como prisionero- miro al niño - Si tu familia al menos te aprecia vendrá a buscarte, y si no, entonces ya sabes la respuesta. Les daremos 2 días, aunque te digo algo, si ellos vienen, los estaré esperando, y te juro que te va doler más verlos morir.

- Señor, mateme por favor. Deshagas de mi, no quiero ver morir a mi familia, prefiero mil veces morir yo. Por favor....- uno de mis hombres alza a el niño por detrás.

- vamonos. - ordenó a todos.

Si perdonara la vida de todos los que me suplican, no habría llegado hasta donde estoy, es cuestión de lógica. Ese niño no es querido, dentro de dos días mandare a matarlo.

Miro atrás, la bodega está siendo limpiada por los obreros, los armamentos están siendo manejados en contenedores. Tal como me gusta, todo está yendo en orden. Un auto se aparca adelante de mi, Greco me dice que me suba, lo hago, subo y comienzo a manejar.

- Señor si me permite.....

- No te permito, Greco, puede que tu puedas perdonar, pero la traición es algo que yo no perdono, y aunque ese niño no haya querido, forma parte de la traición. Aquí no hay alguien que pueda salvarlo, y si lo ves por otro ángulo, yo lo estoy salvando.

Greco baja la cabeza, sabe que lo que digo es verdad, un hijo no querido en estas familias, solo es una moneda más de cambio, y pregunto. Acaso es lindo vivir como moneda de cambio? Yo creo que no.

Llegamos a mi casa, la reja es abierta,primero entra la camioneta en la que estoy yo, después entra la camioneta en donde esta mi prisionero, u después las cuatro siguientes, en donde se encuentras mis hombres.

- Vladiiiiiiii- escucho un grito agudo, giro la cabeza y es mi hermana menor, Ivanna. No entiendo porque se comporta como una adolescente si ya está por cumplir los 30 años.

- Ivanna, debes tratar de no ser tan bulliciosa, los empleados y nuestros padres deben estar descansando.

- Lo siento, te he esperado para contarte algo muy lindo.

- Que cosa?

- Estoy embarazada, y es de Mijail. Mañana se lo diré. - abro la boca, estoy asombrado, que felicidad por ella.

Asiento feliz y la abrazo.

Que bueno por ella. - Ahora que ya me dijiste la noticia ve a dormir.

Ella se va y yo me siento en el sofá de la sala a esperar caer en los brazos de Morfeo. Escucho a alguien bajar las gradas. Giro y veo a mi madre. Una mujer ya canosa, no tanto pero si, ya es mayor.

Se acerca y en cuanto me siente se tapa la nariz. - El olor a sangre está fuerte, hijo, deberías bañarte primero. - río grueso. Ella como siempre tan delicada.

- Porque no estas dormida , madre.

- Quiero hablar contigo. - trato de levantarme para ignorarla, pero ella tira de mi brazo para que me vuelva a sentar. Giro mi cabeza y ella sonríe, resignado me pongo a escucharla. - Ivanna ya va a ser mamá, y tu? Cuando vas a ser papá? - toso un poco. Ella sabe que no quiero ser padre.

- Mamá, yo creo que no es momento de hablar de es....

- Claro que es tiempo, siempre es tiempo, 38 años, Vladimir, casi 40, ya quiero ser abuela, y ni una pareja me has traído a casa hasta ahora.

Bajo la cabeza.

- Nadie quiere compartir una vida con alguien que el día de mañana puede morir, nadie quiere vivir eso madre y lo entiendo, por eso no quiero tener familia. - Trago grueso - He intentado, lo prometo, pero en cuanto saben de donde soy, o lo que soy, terminan huyendo.

Mi mamá me frota la mejilla con un dedo pulgar, me hace mirarla y me sonríe. - Alguien vendrá pronto, puedo sentirlo. Y si te quiere como tú, seguramente se quedará hasta conociendo tus demonios. Ahora ve a bañarte que apestas a muerto.

Ambos reímos.

Me levanto y me voy dispuesto a irme a descansar.

Holi..... talvez ahora no haya nadie que lea este libro, pero sé que es una historia linda, llena de romance y acción así que si, dentro de unos años, muchas personas amarán este libro. Se los prometo.
Y quien lo lea ahora, escriba en los comentarios, para etiquetarlo siempre.

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