⊹⊱ ••• ———— † ———— ••• ⊰⊹
Paso alrededor de una hora tratando de recuperar la calma y mantenerse serena. Ya paso todo y que lo mejor es no seguir estancada en este desafortunado suceso.
Aparte, recordó que la nana Clara, no había regresado por el móvil.
<< ¿Debería bajar a entregarlo? >> se cuestionó. Ella dijo que el celular pertenecía al su "niño".
Curiosa entro a su galería esperando encontrar alguna fotografía de él. Pero para su sorpresa el celular estaba limpio. No había nada en él, a excepción de unas cuantas llamadas de números sin registrar. Se sintió avergonzada por revisar las pertenencias y privacidad de alguien más.
<<Bastián>>. Recordó su nombre. Sonrió y le dolió el rostro por los golpes recibidos.
Tomo la pomada de la mesita de noche y se la aplico frente al espejo del dormitorio, observando el morado, adornando su rostro.
Reuniendo el poco valor que le quedaba y salió de la habitación.
Quedo muda, asombrada por los amplios pasillos de la inmensa villa. Si bien donde trabaja, es una villa grande. Está residencia es el triple de grande. El corredor con varias puertas se muestra por todo el ancho pasillo de la segunda planta.
Camina lo más sigilosa que sus pies descalzos y su cuerpo adolorido se lo permiten, llega al inicio de las escaleras que dan al primer piso.
<<Ahora, ¿dónde podría estar la cocina? >> — se rasca la cabeza nerviosa y su estómago ruge, sorprendiéndola.
Es una casa grande, lujosa y moderna, pero debe estar distribuida como todas las demás. Así que baja poco a poco los escalones. El dolor es recordatorio de los golpes que recibió, y al gesticular, su rostro sigue dándole pinchadas del dolor.
Le costó llegar al primero piso, cada escalón fue una tortura y la respiración se le agitó por el esfuerzo.
La sala es amplia y excesivamente grande, pero estaba carente de luz. Solo podía visualizar los alrededores por la tenue luz, que provenía de un costado de la sala. << Esa debe ser la cocina >> — pensó.
Para ser una casa grande, estaba muy sola. Tan solitaria, carente de ruido y sin gente alrededor, aunque era justificable por la hora. Se imagino esta enorme casa con mucha gente de un lado a otro llenando cada espacio de esta.
Aunque con tanto silencio, se sentía un poco tenebrosa por la oscuridad. <<¿A caso este chico vivirá solo o tendrá una gran familia?>>. Se acerca poco a poco más al lugar, de donde provenía la luz, pero también se encontraba vacío.
— ¿Dónde estará, nana Clara? Ella me dijo que estaría aquí. — suspira derrotada. Y una punzada de culpa la envolvió. — tal vez se cansó de esperar, no debí tardar en bajar.
Estuvo sentada en el taburete de la barra por unos minutos. Estornudo por el aire fresco que se filtraba. Recordó lo que su abuela le dijo.
— Por aquí debería de haber algún té. Todas las casas tienen al menos un sobrecito. ¿será que puedo tomarlo?
Avanzo de puntillas, temiendo a ser escuchada, parecia mas bien un ladron buscando la fortuna oculta en algun lado. Busco en los estantes frente a ella. En algunos había ollas, sartenes, vajillas lujosas, incluso algunos electrodomésticos. Todo muy bien guardado, sin nada a la vista.
Sin lugar a dudas, este era una casa de personas muy ricas. Pero y ¿dónde estaba la alacena? Recorrió cada cajón del lugar, pero no había ni rastro de algún alimento. Abrió el gran refrigerador, sorprendiéndola, estaba muy bien ordenado y lleno. Tomo un poco de agua y siguió buscando. Hasta que miro una puerta a un costado.
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TENTACIONES • ʟɪʙʀᴏ ɪ • ᴛʀɪʟᴏɢɪᴀ: ᴇɴᴛʀᴇ ᴍᴀꜰɪᴀꜱ ʏ ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏꜱ
RomanceVanessa Caruso, resignada a pasar su vida entre trabajos de medio tiempo y cuidar a su abuela. Con un pasado confuso y sin sentido, vive al día, luchando y tratando sin éxito, de encontrar alguna oportunidad de tener un mejor futuro para ambas. Bast...