El capibara y las bestias [Trans! Aquino]

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Tommy hace caer de rodillas a Aquino, se desabrocha el cinturón y se baja la cremallera de los pantalones. Introduce su callosa mano en sus pantalones y saca apresuradamente su verga.

Tommy siempre fue tan bueno con Aquino y tan obediente, respetando al capibara su espacio pero también, buscando conquistarlo, y por primera vez Aquino le cumpliría esa retorcida fantasía, sus labios húmedos y sus mejillas sonrojadas por el calor. La verga de Tommy está lista para darle un buen uso a la boca de Aquino. Golpea la cabeza de su pene contra los labios de Aquino y sonríe mientras ve la lengua del sumiso salir.

—Estoy completamente seguro de que esa lengua puede hacer mucho más que pequeñas lamidas.

Aquino mira a Tommy mientras toma la palpitante verga en su garganta. Comienza lento y con cuidado, se asegura de no usar los dientes. El capibara comienza usando la parte trasera de su lengua para rodear la cabeza de la polla de Tommy. Cuando gime, Aquino acelera el ritmo y lleva más profundamente en su garganta.

Las manos grandes recorren arriba y abajo el cabello castaño mientras ve como chupa su polla. Aquino traza el abdomen de Tommy con sus manos. Siempre había creído que el chico tenía un gran cuerpo debajo de toda esa ropa holgada, como quería dejar que su lengua explorara eventualmente, pero el sabor de la verga de Tommy era demasiado bueno para cambiarlo.

Aquino se quita la polla de Tommy con un pop húmedo y chapoteante. Se lame la comisura de la boca de saliva mientras mira los ojos castaños del híbrido.

—Fóllame —Suplica, apretando sus piernas por el reciente orgasmo

Tommy sonríe y levanta a Aquino.

—Debes preocuparte por solo mantener las piernas abiertas. Nada más. —Sentencia el híbrido grande ganándose un gemido de Aquino quien estaba mojado de nuevo.

Colocado contra la pared de la habitación, Aquino busca aferrar sus finas manos cuando Tommy levanta sus caderas hacia atrás, alinea su pene con el estrecho, rosado y palpitante agujero de Aquino. El híbrido puede oír a Aquino raspando con las uñas pequeñas la parte de mármol. No le importa. Tommy comienza a empujar dentro del coño de Aquino a una velocidad bestial.

Los gemidos de Aquino solo se vuelven más fuertes con el tiempo. —Mierda... fóllame más fuerte...

Tommy pasa su mano dominante por el coño de Aquino, para comenzar a jugar con el pequeño nervio que logro sacar un sonoro gimoteo del híbrido capibara. El orgasmo de Aquino aumenta con cada embestida. En cuestión de minutos, la boca de Aquino se abre en un grito silencioso mientras Tommy le arranca a la fuerza uno de los orgasmos más intensos que haya experimentado jamás.

No pasa mucho tiempo antes de que Tommy agarre con fuerza la cintura de Aquino y la embiste con todas sus fuerzas disponibles. Poco después obtiene un orgasmo pintando el interior de Aquino. Después de unas cuantas embestidas débiles, Tommy finalmente se retira y observa cómo la totalidad de su semen se desliza por los muslos de Aquino.

–Haremos esto de nuevo en algún otro momento.

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Era poco decir que Aquino estaba nervioso para esa tarde mientras acomodaba como podía su vincha de fresas que se había colocado ese día para su cita. Y ya iba dos veces preguntando a la viejita que le había vendido un pan relleno de fresas hace media hora que sí lucía bien. La señora le había repetido con una sonrisa que sí.

Poco después aparece Duxo. Lucía agotado, como si hace quince minutos hubo hecho una maratón. Poco después tenía al híbrido de tigre blanco en frente de él.

Con esa simple vista de una camisa blanca apretada a su cuerpo y esos jeans sería capaz de tener un...

—¿Aquino?

El híbrido capibara tose buscando mandar esos perversos pensamientos a la basura. Sonríe con las mejillas rojas. —Lo siento, pensé que no llegarías.

Duxo, tantea con una media sonrisa. —Una cosa de familia. Nada nuevo. Ven, te quiero invitar un almuerzo.

Un simple almuerzo terminó en un parque de atracciones y ese parque de atracciones terminó en correr por todo el puente de la ciudad que conectaba con otra, mientras a lo lejos las estrellas se elevaban en el firmamento con su luna rebosante.

Esa charla llevó a conocer más a Reylar de lo que no esperaba conocer. Como por ejemplo, que era el mayor de la familia constituida de amor y cariño, pero con el mismo pensamiento del resto de bestias: eres el cazador y no una presa. Si debes matar para seguir en tu puesto, debes hacerlo.

Por eso, cuando Spreen derrotó al hermano de Duxo, Shadoune, ambos terminaron una rivalidad que se fue afianzado conforme pasó el tiempo. Más ahora ambos de ojos amatistas tenían que fingir tener una amistad para poder seguir en pie con un tratado de tregua.

¿Quizás había algo más?

—Fue realmente un buen día. —Dice Aquino sentado en el barandal del puente acompañado por Duxo, debajo de ellos solo había mar.

Duxo rie, sus ojos amatistas recorriendo el firmamento. —¿Sabes? Tú presencia me ha parecido fascinante. —Luego mantiene silencio, Aquino siente la mirada de Duxo sobre él. —¿Crees que la luna está muy bonita hoy?

Aquino regresa a ver a Duxo, su corazón latiendo rápido y palpitante cuando ve al híbrido. —Al menos en mis ojos, es una belleza única.

Fue una buena noche.

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¿Qué les parecería la idea de una historia de terror psicológico de Aquino y Duxo? Ese fanart de Aquino me encanta.