Capítulo 05

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El sexo se convirtió rápidamente en una parte regular de sus vidas juntas. Podría haber sido extraño, agregar algo tan íntimo a su amistad, pero no fue así. Fue como la última pieza de un rompecabezas que habían dedicado toda su vida a armar.

Simplemente encajó en su lugar y completó la imagen.

Siempre habían sido inusualmente afectuosos para quererse en plan platónico. Ya cómodos invadiendo el espacio personal del otro, los brazos alrededor del hombro dieron paso fácilmente a sus manos entrelazadas. Cada vez que iban a algún lado, siempre habían caminado tan cerca que se rozaban el dorso de sus manos.

Ahora, simplemente iban agarrados de las manos. Al principio, Jimin había sido tímido al respecto, pero Jungkook nunca tuvo tales reparos. Se enorgullecía más al presentar a Jimin como su novio de lo que alguna vez con cualquiera de sus novias, incluso la reina de belleza, la capitana de las animadoras.

Su amistad era como una bandeja de brownies de chocolate dulce, prácticamente perfecta ya, y su relación fue como agregar una deliciosa capa de romance de crema de mantequilla en la parte superior.

Era tan dulce, que era pecaminoso.

Todos estos pensamientos y más pasaron por la mente de Jimin mientras no paraba de dar vueltas en la cama tratando de dormir.

No lo conseguiría, no hasta que…

El sonido al abrirse la ventana era ruidoso en la silenciosa habitación. Eso fue lo que había estado esperando. Jimin sonrió y se metió dentro de las sábanas. Gimió infantilmente cuando fue levantado y una fría corriente de aire recorrió su espalda desnuda y su parte inferior.

—Sssh—dijo Jungkook, mientras se acomodaba en la cama detrás de él.

Tiró de las mantas, cubriéndolos de nuevo con ellas. Jimin se movió para acomodarse a las curvas del cuerpo más grande de su amigo donde parecía encajar a la perfección. A veces dormían uno frente al otro, con el rostro de Jimin descansando en el pecho de Jungkook y la mano de Jungkook acunando su cuello, pero a Jimin le gustaba que lo sostuviera, su posición preferida era estar en cucharita.

Su ahora novio le dio un beso en la parte superior de su cabello y Jimin suspiró, relajándose inmediatamente. Las manos de Jungkook se sentían frías en la piel caliente de Jimin, pero rápidamente se calentaron. Su polla se clavaba en el trasero de Jimin hasta que se movió y la atrapó entre sus piernas.

Jungkook se acomodó en el hueco entre sus muslos por un tiempo, pero Jimin sabía que no sería suficiente.

—¿Puedo? —Le dijo Jungkook con voz rasposa al oído.

Los ojos de Jimin se abrieron de par en par.

—¿Otra vez? —preguntó como si estuviera sorprendido. No lo estaba, sin embargo. El apetito de Jungkook por él había demostrado ser insaciable.

—Te extrañé —dijo Jungkook, sin vergüenza.

—Sólo estuvimos separados unas pocas horas.

—Demasiado tiempo. —No esperó la confirmación para llevar su dedo resbaladizo con aceite entre las piernas de Jimin y lubricar su agujero.

Jimin suspiró de placer después de la incomodidad inicial. Jungkook se tomó su tiempo para extenderlo con los dedos, toqueteando y acariciando tiernamente su interior, antes de situar su polla en la abertura y presionar dentro.

Lo tomó de costado con movimientos relajados y poco profundos de sus caderas, su cara enterrada en la nuca de Jimin. Era una posición incómoda, pero Jungkook lo hizo funcionar, hundió la cabeza de Jimin para descansar en el hueco de su brazo mientras estrechaba al chico más pequeño contra su pecho y levantaba la pierna de Jimin para descansar encima de él.

—Tan bueno, cariño, tan perfecto. Tan suave y apretado, se siente increíble en mi polla. Fuiste hecho para esto, para mí. Te amo, te amo Minnie. Muchísimo.

Su mano libre vagó sin rumbo por los pezones y el vientre de Jimin antes de alcanzar el miembro entre sus piernas. Jimin gimió mientras presionaba su polla hacia delante buscando la presión. Jungkook le correspondió y cerró los dedos imitando un tubito ahuecado para que lo jodiera. No tomó mucho para que se corriera en la palma de Jungkook.

Jungkook lo siguió rápidamente. Los limpió descuidadamente con un puñado de pañuelos desechables que tiró sobre su hombro al suelo.

Después se acurrucó contra Jimin con entusiasmo y tiró de las mantas sobre ellos. Estaban casi dormidos cuando el estómago de Jungkook gruñó ferozmente. Sonó como si hubiera un oso hambriento en la habitación con ellos.

Los ojos de Jimin se abrieron.

—Jungkook, ¿cenaste? —murmuró perezosamente en la almohada.

—Tengo todo lo que necesito. —Apretó fuertemente con sus brazos la cintura de Jimin.

Jimin se meneó y se soltó. Jungkook fue a atraparlo, pero Jimin fue demasiado rápido y todo lo que sus manos agarraron fue aire.

—Vuelve a la cama —se quejó Jungkook.

Jimin negó con la cabeza.

—No hasta que comas. ¿Qué quieres?

—Burritos —murmuró Jungkook somnoliento—con salsa picante—Sonrió en la almohada y chasqueó los labios antes de comenzar a roncar.

Jimin se rió.

Enroscó sus dedos en los mechones de pelo negro y presionó un beso en la sien de Jungkook, luego fue a la cocina para calentar algunos burritos para microondas.

Cuando se trataba de su mejor amigo y novio, parecía que por mucho que cambiaran las cosas, ellos seguían siendo los mismos.

Tomado por mi mejor amigo ✢KookMin✢ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora