1 Año

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Había pasado ya un año desde aquel último encuentro, ellos no se habían vuelto a ver, ni siquiera por casualidad. Ella llevaba una rutina de trabajo bastante oficiosa lo que no le daba mucho tiempo de pensar en otras cosas que no fuera, ir a casa, ver que comer y que tendría que entregar en el trabajo al día siguiente. Ella era la encargada de cubrir las noticias sobre el regreso de los hombres que fueron a servicio militar, ya que llegaban esa misma noche, justamente 1 día antes del cambio de estación, así que saliendo del trabajo rápidamente fue a su casa. 

En un momento inesperado, ella recordó a aquel muchacho que aún después de todo ese tiempo al pensar en él su corazón palpitaba tan rápido que sentía que se le salía del pecho. Ella se hacía preguntas como ¿Qué habrá sido de él? ¿Por qué terminamos tan repentinamente? Después de tantas preguntas, limpio sus pensamientos y siguió trabajando, hasta irse a dormir. 

A la mañana siguiente, recordó que era el día de cambio de estación, pero eso podría dejarlo para la noche, se estaba alistando para irse a trabajar, cuando de la nada tocaron la puerta de su apartamento en el cual tenía viviendo ahí desde hace algunos años atrás, ella bajó corriendo a abrir la puerta, cuando la abrió se llevó una sorpresa. 

Ahora estaban dos militares parados en su puerta preguntando por ella, con algo en las manos, ella supuso que eran a los que debía entrevistar, pero ¿Porque traer algo con ellos para una entrevista? Después de unos segundo de silencio ella habló

- ¿Ustedes son a los que mandaron para la entrevista? Pero estoy segura que hable con el jefe y programe esta reunión en mi oficina - dijo ella algo confundida

- Señora, no estamos aquí por la entrevista, venimos a entregarle esto - uno de los soldados habló, alzando con una mano lo que parecía una carta, luego el otro soldado, alzó un uniforme a lo que ella estaba confundida y justificó.

- Debe de haber sido un error, yo no conozco a nadie que haya ido al servicio militar - dijo confundida

- El cadete Smith ha puesto en su informe que usted sería la que recibiría sus pertenencias en caso de que él no regresará de la guerra - mencionó seguro uno de los soldados. 

Al escuchar el nombre de aquel cadete miles de recuerdos volvieron a su mente...

Él bajó la cabeza un poco, pero lo suficiente para ver el suelo y soltó.

Flashback

"Cada año, en esta fecha, en la última luna antes del cambió de estación, promete que recordarás este momento, prométeme que recordarás este lugar,  prométeme que te recordaras de mi, no importa si no me recuerdas en todo el año, solo me basta que me recuerdas este día - habló, con el corazón en la mano, como nunca antes lo había hecho."

No lo podía creer, no podía ser cierto, aquel muchacho de los ojos café, aquél que cada vez que sonreía ella sentía que lo tenía todo, podría ser que el realmente ya no estaría con ella.

Luego de recordar tanto, aceptó los que aquellos soldados le estaban entregando, con un nudo en la garganta simplemente les agradeció de la forma más sincera y cerró la puerta a espaldas de los soldados. 

Se sentó en su sala de estar, con miedo e inseguridad abría aquel pequeño sobre en dónde venía una carta escrita a mano, escrita con el corazón en la mano. La carta decía así...

Mi querida Lúa

En este momento se que estarás muy confundida y no podrás entender esto, pero se que si estas leyendo esto es porque me he despedido de este plano terrenal. 

En aquel último momento me hubiera encantado que todo hubiera sido diferente, pero fui un cobarde, cobarde al no decirte quien era realmente y el porque me aleje de ti. No quiero robarte más líneas recordando este hecho tan triste, ya que esta carta es para ti: mi malagueña, mi anhelo, la estrella que me guía en las noches, la única persona por la cual suspiro día tras día y me reconfortaba  pensar que al acabar esto me retiraría para siempre, qué pronto te abrazaría cada mañana y que pronto me casaría  contigo. 

Sabes, antes de que te conociera, estaba enamorado de la idea del amor, y mi sueño más grande era poder experimentarlo algún día como en algún dorama de esos de moda jaja, suena tonto, pero era lo que más anhelaba, pero sabía que sería algo difícil el poder encontrar a alguien con quien hiciera clic, o al menos así pensaba, hasta que llegaste tú. Me hiciste sentir que tu y yo éramos los protagonistas de nuestra propia historia, y el día en el que sentí eso, pude estar en paz.

A pesar de todo, me di cuenta que todo lo bonito tiene un final, y ese final estaba en que el destino es cruel, pero aún así siempre te amare, sin importar que la vida nos llevará por otros caminos. 

No me arrepiento de amarte, se que tu tampoco, pero si me arrepiento de que lo que viviéramos durara tan poco.

Si los recuerdos son los que nos hacen estar vivos, seremos inmortales, nuestra historia nunca morirá.

Te agradezco por lo vivido, y no me queda más que decir: adiós. 

Recuerda siempre nuestra estación...

Atte. Calel Smith

No pudo evitar que las lágrimas salieran, ni siquiera podía creer lo que acababa de leer, el amor de su vida se había ido sin más esa noche y ella no pudo decir nada. Tenía muchas cosas que pensar, pidió día libre en su trabajo prometiendo que mañana estaría a primera hora. Pasaron las horas hasta que se dio cuenta que había empezado a oscurecer, rápidamente tomó sus cosas y salió corriendo. 

Momentos después llegó a aquel lugar que le traía recuerdos, en sus manos llevaba aquel uniforme que su amado usó en algún momento, se tiró en aquel mirador, donde fue su última vez. 

- Te prometo que en donde quiera que estés y a donde quiera que yo vaya te amaré siempre, mi amor... - Dijo ella entre sollozos. 

Y así ella pudo ver la primera luna del cambio de estación, pero esta vez estaba sola, y así sería en los próximos años.

Él murió amándola y ella vivió con el corazón roto por amarlo en el recuerdo, el recuerdo de aquel amor tan inmenso como la luna de la nueva estación. 

- Si esta es una triste historia de amor y hay un lector aquí, quiero decirte que te tengo envidia, tu podrás volver a leer nuestra historia mil veces, en cambió para mí acaba aquí. - Susurró ella. 

El Cambio de EstaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora