III

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Light se encontraba pensativo en su casa. Pensaba en Teresa, la joven había logrado llamar su atención más de lo pensado.
—¿Aún piensas en la chica linda de México? — le preguntó Ryuk mientras se comía una de sus tan amadas manzanas.
—Sí. Era la mejor estudiante en su país, y pronto lo será aquí. Y a mi me hace falta una aliada.
—¿Y que hay de Misa Amane?
—Una aliada inteligente.
—¿Y cómo conseguirás qué Teresa sea tu aliada? — preguntó el Shinigami con mucha curiosidad.

El castaño sonrió.
—Fácil. Me iré acercando a ella. Me ganaré muy bien su confianza. Le diré que soy Kira. Y cómo ella misma dijo que lo que hago es lo correcto...
—¿Y que pasa si por esa cercanía se llega a enamorar de ti? Misa es capaz de lastimarla.
Light maldijo. La misma Misa le había dicho que si lo veía con otra chica... Era capaz de matarla. Ni tampoco podía matar a Misa, la Shinigami de esta lo mataría sin dudarlo.
Sabía que tenía que ser demasiado cuidadoso con el plan que tenía en mente.

Tenía mucho en mente, y además tenía que lidiar con el molesto detective L qué solamente quería atraparlo.
—¡Eso es! — gritó, consiguiendo qué Ryuk llegara a sobresaltarse ya que estaba concentrado comiendo su manzana.
—¿Que cosa?
—Si Teresa se vuelve mi aliada, L tendrá que investigarla al verla conmigo. Y al ver que obviamente ella es una buena persona, dirá que también lo soy. Y dejará de ponerme atención.
—Es un buen plan. Pero, ¿Que harás con Misa?

Light se quejó. Misa seguía sobrando. Pero no podía sacarla ni terminar con ella, Misa era capaz de todo. Nuevamente tendría que idear un nuevo plan.
Al día siguiente, Light encontró a Teresa leyendo en una banca. Por lo que se acercó.
—Ey, ¿Todo bien?
—Si... Leía un libro para saber mejor el idioma — le explicó con una sonrisa. Light sintió una extraña sensación en su pecho, aunque rápidamente la reprimio.

Se sentó a su lado.
—Si quieres, te puedo enseñar.
—¿De verdad? Te lo agradecería muchísimo.
—Si, de verdad. Después de clases podemos ir a mi casa.
—Claro, si es que no hay problema.
—No, para nada.
—Entonces, para mi no hay ningún problema — respondió Teresa con una sonrisa.
Definitivamente que Light quisiera ayudarla, la ponía muy contenta.

Esa misma tarde, fueron a casa de Light. Ambos fueron recibidos por su madre. La cuál la recibió con mucho gusto.
Ambos subieron a la habitación de Light para poder estudiar.
—Bien, te enseñaré primero lo básico.
—Me parece bien.
Luego de la lección, bajaron. Justo había llegado el padre de Light.
—Padre, ella es Teresa Chávez, la nueva estudiante de México. Teresa, él es Soichiro Yagami.
—Es un verdadero gusto, señor.
—Digo lo mismo, Teresa.
—Bueno, voy a dejar a Teresa a su casa.

Teresa se despidió de la familia de Light, se llevó muy bien con Sayu.
Cuando la dejó en su casa, se fué a la suya.
Pensó en Teresa, en su mirada magnética, en sus ojos y en su aroma. Realmente le atraía demasiado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su celular sonando, era Misa.
—Lo que me faltaba — murmuró de muy mala gana mientras contestaba.

A la mañana siguiente, Teresa se levantó de muy buen humor. Sabía que dentro de pocas semanas, aprendería muy bien el idioma y avanzaría mejor en la universidad.
Se levantó, se vistió, se maquilló y se perfumó.
Se veía hermosa. Además, tenía puesta su blusa favorita sin mangas y su falda azul.
—Woooow. Te ves radiante, Tere — dijo Camila con una sonrisa.
—Te lo agradezco.
Luego de desayunar, fueron a la universidad.

Al entrar al salón, atrajo todas las miradas cómo de costumbre. Sobre todo la de Light. Nuevamente sintió esa rara sensación en su pecho, y al igual que el día anterior; tuvo que reprimir aquello.
Luego de la prime clase, Light se le acercó.
—Hola. Mi hermana dijo que te diera esto, le agradaste mucho — mencionó dándole una mini tarta de manzanas.
—¡Qué linda! Dile que muchas gracias. También me agradó mucho.
Light le sonrió sinceramente.

El día pasó con mucha tranquilidad.
Light y Teresa hablaban calmadamente mientras iban hacía la salida.
—¡Light, Light!
Ambos se giraron, apareció un sujeto pálido, de cabello oscuro. A Teresa le dió la impresión de no haber dormido en lo que parecía años.
—¿Que ocurre?
—Tenemos que seguir con el caso de Kira...
—Ah, eso. Estoy un poco ocupado ahora.
En eso, L se fijó en Teresa. Nunca antes había visto a una mujer tan hermosa.

L se quedó unos segundos admirando a Teresa. Hasta que Light hizo sonar su garganta.
—Ella también nos puede acompañar...
Light miró a Teresa, que obviamente no sabía mucho de lo que hablaban.
—¿Te gustaría acompañarnos? Estamos investigando el caso de Kira.
—Claro, me encantaría.
Los tres fueron hasta dónde hacían el trabajo. Y obviamente le dieron una credencial con su nombre para que la próxima vez pudiera ingresar sin problemas.

ᴍᴀʟᴜᴍ ~ ʟɪɢʜᴛ & ᴛᴇʀᴇꜱᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora