Y al parecer había llegado el momento, pensó Taeyong al subir por las escaleras de la oficina. Jaehyun lo había llevado hasta su edificio, donde dejó a Ruby en el apartamento de Yuta con mucha agua y alimento que había tomado la noche pasada.
Pensó en ver a su apartamento, pero llegó a la conclusión de que sería una mala idea, le daría dolor de cabeza solo con verlo. Así que prefirió esperar que Yuta volviera para que lo ayudara a ordenar todo, no quería hacer ese trabajo solo.
–Al fin llegas, tenemos todo listo para publicar–la voz de Seulgi lo sacó de sus pensamientos. Estaba en la barra, sacando su tazón de la cafetera.
–No puedo creer todo lo que tuvimos que pasar para llegar a este día–respondió mientras caminaba hacia su escritorio, dejando su bolso a un lado de este. Luego tomó asiento abatido. Anoche si bien no le costó quedarse dormido, terminó despertando a las tres de la mañana y no volvió a cerrar los ojos. Su cerebro corría a mil por hora, y no era para menos, había recibido un duro golpe con lo de su departamento.
–¿Estás bien? Debiste asustarte como la mierda cuando llegaste a tu departamento ayer–preguntó Seulgi evidentemente preocupada. Taeyong asintió. Se había asustado, pero no por las cosas materiales, esas no eran nada comparadas a la vida de su niña, su Ruby.
–Me asusté por Ruby–admitió–Me daba igual si me pasaba algo a mí–Seulgi le regaló una sonrisa comprensiva. Todos sabían que Ruby era muy importante para él. Desde que su familia estaba al otro lado del país, Ruby había pasado a ser su compañera más fiel. La amaba más que nada en este mundo.
–Llegaste–declaró Daniel cuando salía de su oficina con Sicheng. Ambos lucían cansados y lo entendía–Eso es bueno, el reportaje está editado, te lo envié al correo–dijo Daniel, yendo a buscar una taza de café, mientras que Sicheng tomaba asiento en su escritorio.
–La revisé la copia que me enviaste a las cuatro de la mañana. Estaba muerto, pero no pude dormir más de unas horas con todo lo que pasó–explicó desde su asiento. Daniel se giró a observarlo.
–¿Dormiste algo? Luces como un muerto.
Taeyong sonrió.
–Lo sé, me siento como un muerto también, espero poder terminar con esto y tomarme unos días de investigar.
–Los tienes–dijo Daniel mientras tomaba su taza.
–El equipo legal igual lo revisó y tiene el visto bueno–comentó Sicheng y Taeyong se giró para enfocarse en él–Dijeron que también le habías enviado la editorial.
Taeyong asintió.
–La terminé a las seis de la mañana y se las envié. Nayeon me respondió que había quedado en turno por lo sucedido, así que estaría en ello–todos en Insight habían tenido una noche y madrugada agitada. No era para menos, estaban a punto de joder a un pez gordo. Todo debía ser minuciosamente chequeado–¿La revisaste?–le preguntó a Daniel.
–Lo hice. Agregué el mensaje que me enviaste a la editorial–habló el editor–¿De verdad Jeong te permitió usarlo?–preguntó curioso–Realmente odia a su padre, aunque no es para menos. Lo vendió a nosotros cuando estaba igual de implicado en la traición a su hijo mayor–lanzó una carcajada–Cosas de ricos, supongo.
–Minjae se va a querer morir cuando lea el reportaje–soltó Seulgi–No solo por lo de los orfanatos, sino por lo que agregaron sobre que no era la primera vez que hacía cosas a la espalda de Mirae. Van a tener que ser cuidadosos ustedes dos–señaló a Sicheng y Taeyong.
–Estoy un poco emocionado, es mi primer gran reportaje–comentó Sicheng, Taeyong no pudo evitar sentir algo cálido en su pecho. Él conocía esa sensación.
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Inside the Shadow (Jaeyong)
FanfictionEn su búsqueda por desentrañar los secretos detrás de los contratos de Mirae Urbanity con el gobierno, Taeyong se enfrenta a Jeong Jaehyun, CEO de Mirae Holdings, su enemigo jurado durante una década. Justo cuando Taeyong tiene la oportunidad de de...