𝘾𝙧é𝙙𝙞𝙩𝙤𝙨: 𝘼𝙢3𝙧𝙞𝙘𝙖𝙣𝙝0𝙧𝙧𝙤𝙧𝙬𝙝0𝙧𝙚
𝙒𝙖𝙧𝙞𝙣𝙜𝙨: 𝘾𝙧𝙚𝙖𝙢𝙥𝙞𝙚
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Era una cálida noche de verano. Tú y tu amado esposo acababan de acostar a sus hijos, tus dos pequeños "gremlins", como los llamaba Kit. Habías llevado tu radio a transistores al porche, con luces de cadena colgando del borde del porche, junto con enrejados que bordeaban ambos lados. Ese era tu lugar favorito de la pequeña casa, el porche.
Los grillos cantaban mientras encendías la radio. Sonaba "Put Your Head On My Shoulder" de Paul Anka, la canción perfecta para enseñarle a Kit a bailar lento.
-¡Te dije que tengo dos pies izquierdos! -se quejó Kit, agarrándote la cintura con toda la fuerza que pudo. Sus manos aterrizaron en la parte baja de tu espalda, justo encima de tu trasero.
-No, sólo... -Te ríes, manteniendo tus brazos sobre sus hombros, tus manos entrelazadas detrás de su cuello-. Kit, sólo muévete de un lado a otro.
-Amor, no sé cómo sabes hacer esto -suspiró Kit, con un dejo de frustración. Se balanceó suavemente de un lado a otro. Apoyaste la cabeza contra su pecho, sintiendo el olor a gasolina que aún tenía por el trabajo. Estaba en toda su ropa. Así era como lo identificabas.
-Lo estás consiguiendo. ¿Quieres que te enseñe a bailar el tango después? -Sonríes, abrazándolo fuerte. Kit apoyó la barbilla en la parte superior de tu cabeza, aspirando el aroma de tu champú. Las manos de Kit se deslizaron más abajo de tu espalda, hasta llegar a tu trasero. Ahuecó la piel, amasándola como si fuera masa.
Escuchó tus suaves gemidos antes de besar tu cuello suavemente. Kit dejó pequeños mordiscos a lo largo de tu cuello, chupando la suave piel mientras continuaba masajeando tu trasero. Tu esposo te atrajo hacia un beso, sus suaves labios chupando y empujando contra los tuyos. Sus dientes se hundieron suavemente en tus labios. Kit te tomó por las caderas, recostándote en el sofá de tu porche.
-Kit -dices riendo entre besos-. Los niños...
-Están dormidos. No se despertarán con un pequeño ruido en la noche, señora Walker -se rió, burlándose de ti con tu apellido antes de darte un pequeño beso en los labios. Los besos de Kit siempre te ayudaban, sin importar la situación. Y definitivamente ayudaban a excitarte cuando él necesitaba que lo hicieras.
Sentiste la sensación resbaladiza filtrarse a través de tus bragas, y Kit definitivamente lo notó. Deslizó algunos dedos debajo de tu camisón, masajeando la tela ahora húmeda. Soltó una risa ronca, besando tu mandíbula. Kit miró hacia el bosque, asegurándose de que no se acercaran autos ni personas.
Tu marido bajó tus bragas, deslizándolas por tus suaves piernas. Te masajeó los muslos, bajando lentamente sus pantalones de pijama y sus bóxers. Kit se colocó entre tus piernas mientras tú instintivamente las envolvías alrededor de su cintura. Empujó dentro de tu núcleo lentamente al principio, tu humedad ya goteaba por tu piel, filtrándose alrededor de su ahora palpitante polla.
Él dejó escapar un gemido, empujando sus caderas aún más dentro de ti. Tus paredes se apretaron a su alrededor, prácticamente ordeñándolo hasta sacarle todo lo que tenía.
-Joder, cariño... -susurró Kit con voz ronca, besándote la tráquea.
-Mmmmnn... ¡Kit! -chillaste, moviendo tus caderas contra él. Sentiste que te apretabas alrededor de él, sin querer que se alejara en lo más mínimo. La sensación de él golpeando tus paredes internas, el latido ocupando el vacío habitual que era tu cuello uterino. Era embriagador.
Kit no respondió. Sintió que se acercaba. Se movió un poco más rápido ahora, adentro, afuera, adentro, afuera. La sensación de su polla dentro de ti era como una droga, los sonidos de la piel al golpearse se mezclaban con los sonidos de los grillos. Lo escuchaste jadear, tu sudor y tus fluidos se combinaron como un cóctel sexual.
-¡Oh, ay, joder, cariño! -exclamó tu marido, empujando sus caderas con fuerza una vez más antes de que sintieras que se derramaba dentro de ti. Jadeó, saliendo lentamente. Los hilos de su liberación conectaron tu coño con su raja, hasta que se apartó y rompió el vínculo fluido.
"Supongo que te enseñé a bailar el tango", suspiras, pasando los dedos sobre tus pliegues para recoger restos de él.
Kit se rió entre dientes, mordisqueando tu mejilla. "Sabes que no es mi primer rodeo".
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Gracias por leer ^^
