𝘌𝘓 𝘊𝘐𝘙𝘊𝘜𝘐𝘛𝘖 𝘋𝘌𝘓 𝘊𝘖𝘙𝘈𝘡𝘖́𝘕 • Charles Leclerc y Max Verstappen

C10-Qualy

• Charles •

Después de la cena con la castaña, no había podido dejar de pensar en ella, desde ese momento en la noche hasta la mañana siguiente.

Si bien era cierto que no habíamos tenido el mejor comienzo, no había duda que a pesar de todo eso teníamos una conexión muy fuerte, pues incluso olvidábamos que el tiempo existía cuando estamos bromeando juntos.

Además de eso no podía negar que era una chica preciosa físicamente. Sus ojos color Hazel resaltan sus pestañas largas, sus mejillas rosadas le dan color a su piel pálida y sus pecas café claro la hacen ver cómo una niña. Y parecía serlo con su estatura tan baja, y como olvidar su lindo cuerpo que hace que todo resalte.

¿Porque mi primer impulso fue insultarle?, Es realmente una chica graciosa. No la conocía tanto como para decirlo, pero sabia el porque podía decirlo.

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Esperaba verla de nuevo en la qualy después de ver el pase que le dio Carlos, pero no apareció por el paddock.

Justo el día que tuve la pole.

En todo el día no la había visto, ni siquiera en el restaurante del hotel.

¿Porque diablos la ando buscando?.

Ese mismo día teníamos reunión con el equipo para las estrategias del día siguiente en el que se llevaría acabo la carrera.

En toda la reunión no había estado 100% enfocado en lo que se estaba hablando, pues me despistaba al recordar el buen rato de la noche anterior.

Pero sabía que si no daba al menos mi 50% de atención en lo que se platicaba, iba a perder la carrera en casa, ya me había costado unos cuantos errores, esta vez no quería perder.

No estaba en mis planes.

Acabo la pequeña junta y lo más rápido que pude me fui al parking para buscar mi auto y largarme, estaba realmente agotado.

El camino al hotel no era tan lejos, así que no tarde demasiado en llegar.

Al entrar a la recepción del hotel pude notar la presencia a lo lejos de la castaña que la noche anterior me había cautivado por completo, con su belleza y su atención a todo lo que le platiqué.

Estaba en el mismo sitio donde cruzamos palabras por primera vez y sin una pizca de vergüenza decidí acercarme con sigilo y muy despacio para que no pudiera oírme llegar.

- ¿Porque no fuiste a la qualy hoy?. -

- ¡Mierda! -

Se sobresaltó y con justa razón, ni siquiera yo había escuchado mis pasos mientras me dirigía a donde se encontraba y suponía que ella tampoco había sospechado que estaba por sorprenderla con una pregunta.

- mi corazón estuvo a punto de parar. -

Isabella no se veía con su rostro contento o neutro como normalmente la encontraba, Hoy solo notaba su mirada perdida y su apariencia un poco descuidada.

- Eres demasiado delicada. -

Y a la vez tan hermosa.

- Mejor responde a lo que pregunté. -

La castaña seguía observando su teléfono y mientras yo me sentaba a su lado para poder platicar más cómodamente.