Todos los Gong Escoria quieren arrepentirse

-Capítulo 11-

Sin embargo, lo inusual es sospechoso. Aunque solo podía pasar unos pocos días con su madre cada año, Ning Yuan Chen podía sentir que su madre era una mujer elegante y refinada, educada y con un gusto exquisito, que no era común en la gente ordinaria. Entonces, ¿por qué ella valoraba tanto este anillo? Si no era por su valor material, entonces debía tener un significado muy profundo.

Tal vez fue un regalo de su padre biológico.

La mano derecha se cerró bruscamente en un puño, y cuando se abrió de nuevo, el anillo había desaparecido sin dejar rastro, guardado nuevamente en el espacio por Ning Yuan Chen.

La historia de su propia vida y la de su madre, así como la venganza contra la familia del duque Sanchez, no eran asuntos urgentes y requerían una planificación a largo plazo. El problema más inmediato que tenía frente a él era Gu Zhao Ting, quien también había venido, y posiblemente Han Xun, quien también podría haber regresado del mundo del sistema.

Gu Zhao Ting era manejable, no era una persona astuta ni calculadora, si no fuera por la protección de Ning Yuan Chen, era dudoso que hubiera llegado a los diez años, y el hecho de que se convirtiera en emperador se debió a que sus hermanos murieron o quedaron discapacitados en la lucha por el trono, dejando a unos pocos que no eran rivales para Ning Yuan Chen. Si hubiera nacido en una familia común, con su talento en poesía, música y pintura, probablemente habría sido un literato tranquilo y compasivo.

El problema era Han Xun. Han Xun era el epítome del hipócrita, con una ambición extremadamente grande y una crueldad sin igual, pero con una apariencia de caballero que hacía que la gente se sintiera atraída por él. A pesar de ser un joven pobre y sin influencia, había ganado el favor de muchos funcionarios de la corte antes de unirse a ella, y su reputación se había extendido. En ese momento, Ning Yuan Chen solo se alegraba por él, pero ahora, al reflexionar, sentía un escalofrío al pensar en las maquinaciones y la astucia de Han Xun.

Si Gu Zhao Ting se arrepentía, Ning Yuan Chen todavía podría creerlo, ya que sabía que Gu Zhao Ting era influenciable y carecía de determinación, y que la emperatriz era hábil para aparentar ser vulnerable y pura, como una inocente flor de loto, lo que había engañado a Gu Zhao Ting por completo. Cuando finalmente descubriera la verdadera naturaleza de la emperatriz, su arrepentimiento sería inmenso. Sin embargo, Ning Yuan Chen no lo perdonaría por eso.

¿Cómo se puede perdonar una venganza de muerte? Y además, cuando descubrió que no importaba cuánto se esforzara, nunca podría superar a esa hipócrita flor de loto, su corazón ya se había enfriado.

En cuanto a Han Xun, Ning Yuan Chen sentía que no tenía sentimientos, solo pensaba en sí mismo. Esta persona no se levantaba temprano si no había beneficios, y al buscar una alianza con él, definitivamente había algo que ganar. A diferencia de Gu Zhao Ting, que no tenía mucho poder real, Han Xun era un líder de partido y un candidato fuerte para las próximas elecciones, con poder real y muchas conexiones. Aunque Ning Yuan Chen no sabía qué beneficios podría obtener Han Xun de él, solo sabía que la diferencia de poder entre ellos era tan grande que sentía un escalofrío en la espalda, como si tuviera una espada colgando sobre su cabeza.

En ese caso, la única opción era contraatacar, ya que no tenía ninguna ventaja ni capital para lanzar un ataque preventivo.

Sin embargo, tal vez pueda utilizar a Gu Zhao Ting. Al ver su comportamiento ayer, parecía haber descubierto que había sido engañado por la emperatriz. Aunque el país es una monarquía constitucional, la familia real todavía tiene cierta influencia, y Gu Zhao Ting siempre ha sido receptivo a sus palabras. Después de haberlo perjudicado una vez, ahora tiene la oportunidad de compensarlo, y es probable que sea aún más obediente. Con Gu Zhao Ting de su lado, al enfrentarse a Han Xun, al menos no estaría completamente indefenso.