Paso a paso, el sonido de pisadas sobre la madera resonaba en sus oídos, un eco que se perdía en los pasillos que una vez gozaron de gran esplendor. Ahora, esos mismos corredores solo mostraban la decadencia que el fuego había dejado a su paso. Sus brazos sostenían firmemente el pequeño cuerpo de su hijo, mientras la idea de haberlo dejado en brazos de Wen Ning le parecía tentadora en esos momentos de desesperación.Pero en ese instante estaba allí, enfrentándose a un destino incierto junto a su hijo. La muerte o la vida pendían de un hilo extremadamente fino, y no había espacio para el miedo, solo para la determinación de proteger a su pequeño a toda costa.
Pronto, las puertas del Salón de las Espadas se abrieron ante él. Aquel lugar, donde había vivido tan buenos momentos con su familia, ahora estaba decorado con el símbolo del sol, una imagen que le recordaba la sombra de poder que ahora lo acechaba. En el trono estaba sentado Wen Chao, con un rostro arrogante y altivo, mientras recibía la comida que le ofrecía Wang LingJiao. La escena hizo que su estómago se revolviera de disgusto, y sus brazos instintivamente trataron de encontrar una manera de ocultar al pequeño bebé que llevaba consigo.
Mientras avanzaba, una mezcla de recuerdos y emociones lo invadía. Recordó las risas y las celebraciones que una vez llenaron ese salón, las conversaciones llenas de esperanza y sueños. Ahora, esos mismos muros presenciaban un momento de tensión y amenaza, donde cada movimiento podía significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Wen Chao lo observaba con una mezcla de desdén y diversión, como un depredador que disfrutaba del miedo de su presa. Pero él se mantuvo firme, decidido a proteger a su hijo, a encontrar una manera de asegurar su futuro. Aunque la situación parecía desesperada, se aferró a la esperanza y a la fuerza que surgía de su amor incondicional, decidido a no rendirse ante la adversidad.
— Te creía mas listo Wei Wuxian — comento con una sonrisa burlesca
— Curioso opinaba lo mismo de ti, pensar que Wen Rouhan enviaría a una escoria como tú, pero veo que no te mando solo enviar a todo un pelotón y tropas para la conquista de Yumeng debe ser toda una vergüenza
— Tu!!! — se levanto del trono de un solo golpe — De verdad te crees que estas en una buena posición para pronunciar tales palabras
Descendió con lentitud los escalones, caminando en línea recta hasta quedar frente a Wei Ying. Sus ojos recorrían meticulosamente todo su cuerpo, como si lo estuviera analizando, buscando algún signo de debilidad. Solo se detuvieron cuando Wei Ying retrocedió instintivamente, apartando a A-Yuan de la vista de Wen Chao.
Wei Ying sintió una oleada de protección que lo obligó a colocar a su hijo detrás de él, ocultándolo de la mirada inquisitiva y cruel de Wen Chao. En ese momento, su mente se llenó de preocupación y determinación, consciente de que debía ser fuerte para proteger al pequeño A-Yuan de cualquier peligro que pudiera surgir.
Wen Chao esbozó una sonrisa sardónica, disfrutando del miedo que causaba su presencia. La tensión en la habitación era palpable, un enfrentamiento silencioso entre la arrogancia de Wen Chao y la firme resolución de Wei Ying. Sabía que el peligro era real, pero también sabía que no podía permitirse mostrar miedo.
Cada segundo que pasaba sentía que el peligro se cernía sobre ellos como una tormenta inminente. Sin embargo, en su interior, Wei Ying se mantenía resuelto a encontrar una forma de proteger a su hijo y enfrentar el desafío con coraje. Estaba decidido a no dejarse intimidar por Wen Chao, consciente de que su amor por A-Yuan le daría la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo.
— Sabes que dijo mi padre sobre ti y el niño que diste
— No tengo interes en escuchar sus palabras
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DOLOROSO ANHELO [WangXian]
FanficWen Chao llega a muelle de loto junto a un mensajero y una misión encargada a él por su padre "Madame Wen a muerto... Y nuestro líder Wen RouHan pide al joven doncel Wei WuXian para casarse... La boda se llevará a cabo en una semana"