30 años antes del milagro
—estar preocupado por la siguiente generación no te sienta bien, kagaya— hablo amane mientras le pasaba un trapo mojado por las pequeñas heridas que el propio kagaya se hacia.
kagaya suspiro derrotado —debemos ser mas fuertes, muzan debe estar reuniendo un ejercito para aniquilarnos...— kagaya iba a seguir hablando pero una repentina tos lo interrumpió haciendo que se atragantara.
amane ya acostumbrada a esos casos sienta a su marido y espera con calma que este mismo se tranquilice.
—aunque... hay una profecía— al hombre se le dificultaba respirar por lo tanto sus palabras poco se le entendía, pero amane sabe de que estaba hablando. —según la profecía, después de la destrucción de la casa de los dragones, habrá un milagro que florecerá de lo mas bajo de la tierra, ese milagro en carne y hueso traerá consigo el despertar de los dragones—
amane estaba confundida —¿dragones?—
kagaya asintió —seres temibles que escupen fuego y solo sirven a sus jinetes—
—los cazadores de demonios no podrán domar a un dragón mientras que estos no existan o no sean vistos— opino amane
—pero si la profecía es cierta en algún momento mis hijos tendrán dragones— kagaya le sonrió a amane con ojos llenos de esperanza.
amane suspiro cansada pero le devolvió la sonrisa a su marido —¿planeas buscar el milagro?—
kagaya negó —no, el milagro vendrá a nosotros—.
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frente a kagaya habían tres hombres y una mujer inclinados mostrando respeto hacia su maestro, cada uno de ellos tenia una característica notable, les saludo y bendigo con su característica amabilidad.
—uzui tengen, kanae kocho, sanemi shinazuwaga, gyomei himejima sean bienvenidos a su próximo hogar y les deseo un futuro prometedor, sean tan fuertes como un hashiras y derriben sus mas grandes miedos mis hijos— la sonrisa de kagaya era tan encantadora que mostraba brillos.
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el cielo se volvió grisáceo como si de una gran tormenta se tratase, la tierra tembló y la brisa era tan fuerte que algunos tuvieron que sostenerse de algo para no salir volando. kagaya sintió la energía que poco a poco iba sumergiendo de la tierra y delante de todos surgió una gran piedra que brillaba como el mismo sol.
la piedra se rompió y los pedacitos de esta fueron cayéndose dejando a la muestra una piel blanca casi pálida, pronto vieron una cabellera totalmente negra casi como la noche, el adolescente se estaba abrazando como si estuviera protegiendo algo.
—el milagro vino a nosotros— exclamo kagaya —la profecía es cierta—
el extraño chico se fue mostrando dejando a la vista su cuerpo y lo que llevaba en manos, dragones.
no uno, ni dos, sino nueve bebes dragones.
los nueve bebes dragones miraban a todos como si de presas se tratasen pero, uno de ellos se poso en el hombro del chico.
el chico eleve la cabeza dejándose mostrar, dejando casi encantados a todos con su belleza tan irreal.
—vino aquel que nos fue arrebatado para tomar venganza y mostrar su veracidad— continuo kagaya —aquel que hará despertar a los dragones y gobernar lo que se prometió—
el dragón posado en los hombros del chico soltó un grujido mientras soltaba sus alas y se mostraba feroz
—descendientes de nuestros ancestros y milagro mas esperado—
el chico observo con sus ojos azules como todos mostraban respeto inclinando la cabeza.
kagaya sonrió y se inclino ante el joven, el nombrado miraba todo asombrado mientras sus dragones grujían.
—yo... yo soy—...
...
...
...
tomioka giyuu
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Lost hope
Science Fictiondesde años atrás la organización de cazadores de demonios han conquistados a los dragones y han elevado sobre sus lomos para emprender vuelo, gracias a los dragones hubo muchas victorias. esta generación no es la excepción...