ATADOS EN EL PASADO

Part VI: MENTIR.

CATTLEYA

-¿Segura que puedes cerrar?

-Claro que si.

-Es muy tarde cat.

-No importa, dijiste que estas rápido.

-Bueno si, cuídate.

-Bye Sheily.

La campanita de la puerta no duda en sonar mientras que Sheily sale por ella. Hace media hora el local había cerrado y por desgracia, me tocaba dejar todo limpio para mañana.

Y tendría que regresar a casa sola.

Hasta que pasa prácticamente una hora y había dejado todo como nuevo, tomo mi llavero donde estan las llaves de mi coche y apartamento.

Cierro todo el local antes de salir e ir a los estacionamientos.

Enciendo el coche con la esperanza de llegar de una vez por todas a mi departamento y estar segura ahí. Pero en el segundo que enciendo, el coche se apaga.

Muevo la llave y solo hace un ruido a motor muerto.

Lo repito otra vez, hace lo mismo y eso que tiene gasolina.

Mi paciencia se acaba tan rápido como se apaga el motor cuando lo enciendo. No dura nada.

Me bajo dando un puerton, levanto la tapa delantera del coche y solo sale un monton de humo negro que me hacen toser. Empiezo a espantar el humo hasta que mi vista aclara y puedo ver mejor.

Hay un monton de cables cruzados por todas partes, no tendría que ni pasarle el dedo para saber que esta sucio. No entiendo para que destapo esto y me quedo como ridícula viendo todo cuando nisiquiera se que hacer.

Ni que fuera mecánica.

No lo pienso mucho ni espero que se haga más tarde.

Decido irme caminando.

No tengo suficiente batería para llamar a una grúa, ni muchos menos el número de teléfono de una.

¿Nada podría pasar si camino entre una calle a plena noche?

No. Nada.

Me colocó mejor el abrigo buscando calor en la noche fría, hay varias lámparas encendidas trasmitiendome luz y un poco de seguridad. Algunas de las casas están apagadas, mientras que muy pocas están encendidas.

No ha pasado ni un solo coche desde el momento en que empecé a caminar, hasta que de reojo, veo uno de color negro con las luces encendidas tras de mí.

El miedo quería empoderarse de mi, hasta que recuerdo que quizás me pasará por el lado en cualquier momento.

Pero pasan y pasan los segundos y nada de ver al coche pasar.

Quiero mirar detrás, pero temo que la persona que esté dentro piense que quiero algo y no quiero verme interesada o sospechosa.

¡A la mierda!

Es mejor mi vida que un puto pensamiento de inseguridad.

Miro detrás y ahora el coche tiene las luces apagadas, esta a una buena distancia de mi, pero a pesar de que es de noche se puede ver.

Viene a velocidad lenta.

No creo que tenga intenciones de seguir de largo.

Vuelvo mi vista al frente, no falta mucho para llegar a casa, solo unas calles más y llegaré al departamento y estaré segura.

Vamos Cattleya...

¡A correr!

La brisa pega a mi cuerpo mientras corro a toda velocidad, el abrigo empieza a caer por mis lados permitiendome más frío y la mochila en mi espalda empieza a dar brincos.