te extraño, no te miento. te extraño y se siente extraño hacerlo. en ese momento en el que no hago nada, solo estando en mi cama me pregunto si este asunto podría tener algún arreglo, y secretamente anhelo tu regreso. pero estoy atrapada entre mi amor y ese anhelo, créeme que quiero pero no puedo, o tal vez soy muy cobarde para hacerlo. lo siento. quisiera volver a tu vida y fingir que yo no cause esa herida, pero no puedo, y no voy a pretender obtener tu perdón, aun que se que me lo darías. no me arrepiento de nada de lo que vivimos o de lo que hicimos, a veces sueño con ello y me sorprendo a mi misma mirando a la nada pensando en nosotros como si nada. en ese momento es cuando recuerdo lo que hice y mi pecho se aprieta hundiendo mi corazón hasta el suelo. y podrías pensar que esta es una carta de disculpa, y en parte lo es, pero también es una promesa. no hay momento en el que deje de pensar en lo que podríamos ser, y quizás cuando algún día sea libre, podamos volver a ser los mejores amigos, como siempre. tienes todo el derecho a odiarme, hazlo si quieres, no voy a juzgarte o fingir demencia. solo recuerda, que algún día, si me lo permites volveré.