Enzo Fernández estaba en su departamento, mate en mano, revisando las noticias deportivas en su celular. No podía creer lo que estaba viendo. La noticia del pase de Julián Álvarez al Atlético de Madrid era el tema del día. "La Araña se va de River por un paquete total de €30M," decía el titular. Enzo soltó un suspiro, sintiendo una mezcla de orgullo y tristeza.Julián y él se habían vuelto muy cercanos desde que el joven delantero subió al primer equipo de River. Se habían convertido en grandes amigos, incluso en algo más. Había una química entre ellos que iba más allá del fútbol. Pero ahora, todo eso estaba en riesgo. Julián se iba a otro continente, y Enzo no sabía cómo manejar esa idea.
Decidió llamarlo. Necesitaba escuchar su voz, aunque fuera por última vez antes de que se fuera. El teléfono sonó varias veces antes de que Julián atendiera.
—¡Enzo! —respondió Julián, con su tono habitual de entusiasmo—. ¿Viste las noticias?
—Sí, Juli. Felicitaciones, loco. Te lo re merecés —respondió Enzo, tratando de sonar más alegre de lo que realmente se sentía.
—Gracias, che. No sabés lo contento que estoy, pero al mismo tiempo, me duele dejar River y a vos —dijo Julián, su voz bajando un poco.
Enzo sintió un nudo en la garganta. No podía decirle lo que realmente sentía, no por teléfono. Necesitaba verlo en persona, así que le propuso encontrarse esa misma noche. Julián aceptó de inmediato.
Se encontraron en el Monumental, su lugar especial. Habían compartido tantas victorias, derrotas y momentos únicos en ese estadio. El aire estaba cargado de nostalgia y algo más que ambos sabían pero que nunca habían hablado abiertamente.
—Acá estamos, ¿no? —dijo Enzo, rompiendo el silencio mientras miraba el campo iluminado.
—Sí, nuestro lugar —respondió Julián, con una sonrisa melancólica.
Enzo no pudo aguantar más. Se acercó y abrazó a Julián con fuerza, como si no quisiera dejarlo ir.
—Te voy a extrañar tanto, boludo —dijo Enzo, sintiendo cómo sus ojos se llenaban de lágrimas.
—Yo también, Enzo. Vos sos como mi hermano, mi compañero de vida —respondió Julián, correspondiendo el abrazo.
El silencio se apoderó del momento mientras ambos se aferraban el uno al otro. Finalmente, Enzo se apartó un poco, lo suficiente para mirar a Julián a los ojos.
—Juli, hay algo que tengo que decirte —comenzó, su voz temblando un poco—. No sos solo mi amigo o mi compañero. Sos mucho más para mí.
Julián lo miró con sorpresa, sus ojos brillando con emoción.
—Enzo, yo también siento lo mismo. Pero nunca supe cómo decírtelo —confesó, su voz apenas un susurro.
Sin decir más, Enzo se inclinó y besó a Julián, un beso lleno de todos los sentimientos que había guardado durante tanto tiempo. Fue un beso suave, tierno, pero cargado de una intensidad que ambos sentían en lo más profundo.
—Te amo, Julián —dijo Enzo, rompiendo el beso y mirando a los ojos de su compañero.
—Yo también te amo, Enzo —respondió Julián, con una sonrisa que iluminó la noche.
Pasaron lo que quedaba de la noche hablando, recordando viejos tiempos y planeando cómo se mantendrían en contacto. Aunque sabían que la distancia iba a ser difícil, ambos estaban decididos a hacer que su relación funcionara.
El día de la partida, Enzo se despertó con una sensación de vacío en el pecho. Sabía que era el último día que vería a Julián antes de que partiera a Madrid. Durante todo el día, trató de no pensar en eso, manteniéndose ocupado con entrenamientos y tareas del club. Pero la realidad lo golpeaba con cada minuto que pasaba.
Cuando finalmente llegó al aeropuerto, vio a Julián rodeado de familiares y amigos. La escena le partió el alma. Julián parecía mantener la compostura, pero sus ojos delataban la tristeza que sentía.
—Enzo, vení —dijo Julián al verlo, abriendo los brazos para un abrazo que Enzo no dudó en corresponder.
—¿Estás listo? —preguntó Enzo, su voz quebrada.
—Listo pero triste, Enzo. Nunca pensé que este día llegaría tan rápido —respondió Julián.
—Yo tampoco. Te voy a extrañar cada día —dijo Enzo, susurrando en el oído de Julián.
—Y yo a vos, más de lo que puedo expresar —dijo Julián, sus ojos llenos de lágrimas.
Se abrazaron con fuerza, ignorando a todos a su alrededor. El tiempo parecía detenerse mientras ambos se aferraban el uno al otro. Finalmente, el anuncio del vuelo interrumpió su momento.
—Es hora —dijo Julián, con la voz entrecortada.
—Sí, es hora —repitió Enzo, incapaz de encontrar más palabras.
Se dieron un último beso, uno lleno de amor y promesas no dichas. Julián se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta de embarque, mirando atrás una última vez antes de desaparecer entre la multitud.
Enzo se quedó allí, viendo cómo su mundo cambiaba en cuestión de segundos. Pero también sabía que, sin importar la distancia, su amor por Julián seguiría siendo fuerte.
Los meses siguientes fueron difíciles para ambos. Se mantenían en contacto constante a través de mensajes y videollamadas, pero la distancia era un obstáculo que ambos sentían profundamente. Sin embargo, cada llamada, cada mensaje, solo reforzaba su amor. Hacían planes para visitarse en cuanto pudieran, soñando con el día en que podrían estar juntos de nuevo.
Un día, mientras revisaba su correo, Enzo encontró una carta de Julián. Al abrirla, encontró un boleto
de avión a Madrid y una nota que decía:Enzo, sé que ha sido difícil, pero quiero que sepas que cada día te amo más. No puedo esperar más para verte. Vení a Madrid. Te espero con los brazos abiertos. Con amor, Julián."
Enzo sintió una oleada de emoción. Sin dudarlo, comenzó a hacer los arreglos necesarios para viajar. Sabía que la distancia no podría separar el amor que sentían el uno por el otro. Estaban destinados a estar juntos, sin importar los obstáculos que enfrentaran.
Al llegar a Madrid, Julián estaba esperándolo en el aeropuerto. Se abrazaron con tanta fuerza que parecía que nunca se soltarían. Finalmente, después de meses de separación, estaban juntos de nuevo, listos para enfrentar lo que fuera, siempre y cuando estuvieran uno al lado del otro.
El amor verdadero siempre encuentra la manera.
ESTÁS LEYENDO
Amor y Distancia
FanficEn este mundo paralelo Enzo y Julian estan todavia en River! Es algo corto! Disfruten