PUEBLO DE LAS RANAS

Capitulo 2. A la distancia

Cuando amaneció me levante y me fui a recorrer al rededor del campamento lo único que pude encontrar fue un pequeño estanque, pero el agua era imbebible, trate de buscar alimento, pero no había ni un alma de ningún animal, no le tome importancia, recolecte unas bayas silvestres las cuales no estaban tan buenas, pero era lo que había.

Durante la noche mientras dormía me levante por un pequeño ruido, pesaba que era un animal silvestre, armado de valor y un palo me acerque donde provenía el ruido, gran sorpresa me lleve cuando le avente el palo al arbusto. Del arbusto salió una rana llorando, -¡¡Que carajos!!, una maldita rana en forma de humano -, grite. Me espante y nuevamente le solté un palazo y lo noquee a la pobre rana, me di cuenta de que llevaba harapos, al parecer se trataba de un niño pequeño, aun espantado los encerré en una jaula -sé que es algo inhumano, pero es un animal, qué más da-, dije de forma burlesca. Aun no podía creer que había visito a una maldita rana humanoide, - tal vez sea por la falta de sueño que me hace ver cosas-, dije entre mí.

En la mañana me levante y el niño ya no estaba, -solo fue un mal sueño-, dije aliviado, en la jaula solo había un pedazo de vasija rara, la agarre y la guarde. En el campamento había una caja de emergencia, la abrí y encontré una linterna, una mochila, una bitácora, raciones de comida y agua, una cuerda y una pequeña olla.

Me fui del campamento en búsqueda de una mayor fuente de comida y agua, durante mi recorrido vi a la distancia humo que provenía del bosque, -por fin gente -, dije entusiasmado.

Mientras caminaba escuche una carreta, - ¿Una carreta?, hace siglos que ya no existen-, dije confundido, y de pronto la vi pasar, la carreta era jalada por un ratón enorme, arriba de ellos iban tres... - !!RANAS!!!-, grite, del miedo salí corriendo hacia el humo, cuando llegue a la fuente del humo no me lo podía creer era un pueblo, por fin había llegado a una civilización, o eso creí, fue algo impactante para mi cuando vi que era un pueblo habitado por ranas, era un pueblo de ranas. Fue tanta mi impresión que caí desmayado.

Cuando me levante estaba en una cama, aun sin fuerzas y cansado de tanto caminar, me dormí otro rato. Pero mi descanso no duro mucho, en ese momento entro una persona no la vi bien, pero ya me imaginaba que era una rana, se me acerco mí me dijo feliz, - ¿así que tú eres nuestro salvador eh? -. ¿su salvador?, ¿salvador de ranas?, ¿yo?, no me la creía, apenas los conozco y ahora dicen que soy su salvador.

La rana, que al parecer era su líder, me dijo – tu, humano se nuestro salvador y ayúdanos a derrotar a los sapos-, sapos¡,¿también hay sapos? Un poco asustado dije - ¿quiénes son ustedes y porque dicen que soy su salvador?