¿Que es lo que piensan de Nasiens?
-Tiene un gran corazón.
-Es muy Inteligente.
-A veces puede ser muy divertida.
-Da buenos consejos.
-Es muuuyy dulce.
-¡La quiero mucho!
-Nasiens es...
Nuestra Hermana Mayor.
__________________________________
Espe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tonto.
Eso era lo que creía Sixtus.
Cuando conoció a Nasiens, Sixtus creía que era otro humano tonto al que tendría que cuidar que no se matará en su reino.
Cuando vio a Nasiens la primera vez, un sentimiento familiar llegó a él.
Estaba seguro que había visto ese rostro en otro lugar, más no sabía dónde.
Y luego la manera tan atenta que tenían sus padres al tratar con el peli-café, le parecía sospechoso.
Algo ocurría allí, pero no era algo que le interesará mucho la verdad.
Así que decidió dejar de lado el tema del "humano" y concentrarme en lo que de verdad le importaba.
Y eso era entrenar con su espada y patrullar con su hermano mayor Myrtus.
Sixtus de verdad admiraba a su hermano, a pesar de lo diferente que era el mayor a sus hermanos y hermanas.
Myrtus era su modelo a seguir.
Así que cuando vio la actitud que este tenia con el visitante, Sixtus como todo niño que queria impresionar a su hermano mayor, trato de la misma manera a Nasiens.
Claro que mayormente lo ignoraba y cuando tenían la oportunidad de hablar, era muy serio y cortante con el humano.
Pero como toda hada era curioso.
Y esa curiosidad lo llevo a observar al castaño cada que se lo encontraba rondando por el bosque.
Sixtus veía como Nasiens recolectaba plantas y minerales del suelo.
Una vez incluso lo vio trepando se a un árbol muy alto para cortar algunas de sus hojas.
Lo vio tambalearse en las ramas, y se reía porque parecía una ardilla bebé dando sus primeros saltos entre los árboles.
Más dejo de reírse al ver cómo este resbalaba y caía.
El pelirosa voló lo más rápido que pudo y atrapó al humano antes de que callera al suelo.
—¿¡Que es lo que te pasa!? —le grito el menor a Nasiens —¿¡Te das cuenta de que podrías a verte matado!?
Nasiens quien parecía recuperar el aliento después de caer y ver su vida pasar ante sus ojos, miro al segundo hijo del Rey de las Hadas.
—Lo lamento —dijo agachando su mirada —Es que necesitaba esas hojas para una de mis medicinas.
—Eso no es excusa para poner tu vida en riesgo. —le recriminó.
Sixtus bajo al castaño al suelo, y este se sacudió la ropa.
—Muchas gracias por salvarme —Nasiens hizo una pequeña inclinación.
