Network love [Jihan]

જ⁀➴ 86

El clima era fresco, perfecto para que el pequeño Jeonghan saliera a jugar junto a sus amigos, aunque al llegar al parque donde solía verlos no encontró a ninguno de ellos, hace una mueca y suspira con la intención de volvee a su hogar y quejarse fon ellosas tarde.

Pero algo llamo su atención.

Detrás de unos arbustos pudo ver a un niño de cabello oscuro observándolo, su mirada le recuerda a un felino y puede asegurar que nunca antes lo había visto. En el momento que sus miradas se encuentra este vuelve a ocultarse, con toda la curiosidad Jeonghan se acerca hasta él lugar.

—¿Hola? —habla con calma, notando unos cuantos movimientos entre los arbustos, curioso se acerca un poco más, buscando al otro con la mirada—. No te haré nada, no muerdo —asera a modo de broma.

Entonces el otro nuevamente se asoma entre los arbustos y sus rostros quedan tan cerca que Jeonghan no puede evitar asustarse y terminar cayendo, golpeándose el trasero en el proceso.

—Lo siento —se disculpa el otro y sale de su escondite para extenderle la mano.

Jeonghan niega. —Mamá siempre me ha dicho que me meteré en problemas por curioso —rie bajito aceptando la mano del otro, mirándolo mejor—. No eres de por aquí ¿Verdad?

El de mirada fémina niega un par de veces. —No, solo venimos a visitar unos familiares.

—Oh, tiene sentido —susurra y sonríe—. Por cierto, ¿Cual es tu nombre?

—Jo...

—¡Jisoo! —el grito de una mujer se escucha por todo el lugar, provocando que el nuevo amigo de Jeonghan se asuste.

—¿Tu nombre es Jisoo? —pregunta al notar su reacción, él asiente—. ¿Es tú mamá la que te busca?

—Si —Jisoo suelta un pequeño suspiro—. Me escape porque quería conocer más, pero ella tiene miedo de que me pierda —suspira y arruga la nariz—. Pero no me gusta estar encerrado —bufa levemente.

Jeonghan asiente y lo piensa un poco hasta que se le ocurre algo, con una radiante sonrisa mira a Jisoo y lo toma de la mano, jalandolo.

—Vamos, yo le explicó a tu mamá todo.

Jisoo se deja llevar aún algo aturdido, aunque vuelve a la realidad cuando divisa a su madre, la cual se ve preocupada por ella, ahora se siente mal por hacerle eso a su progenitora.

—Noona, ¿Usted es la mamá de Jisoo? —pregunta Jeonghan al estar frente a la mujer.

—Oh, si. ¿Eres su amigo?

—Si, yo puedo cuidarlo, conozco el lugar, no tiene que preocuparse —le sonríe a la mujer y ella queda encantada con aquel bonito chico—. ¿Puede venir a jugar conmigo?

—Oh, claro —la mujer sonríe dulce.

Siendo eso suficiente para que ambos volvieran al parque, ese día ambos jugaron y se sintieron tan cómodos.

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—¡Hyung! —grito Jisoo acercándose al pelinegro.

Jeonghan fue quien se encargó de explicarle cómo funcionaban los honoríficos en Corea y en cuanto Jisoo se enteró que Jeonghan es mayor, por unos meses, comenzó a llamarlo hyung y por su puesto que Jeonghan no pudo sentirse más contento con ello.

Llevaban ya unas dos semanas conociéndose y ambos cada día comenzaban a hacerse más cercanos, tanto que era difícil separarlos.

Jeonghan no está completamente seguro, pero está comenzando a sentir cosas por él y es que tiene una sonrisa tan bonita que le provoca mariposas en el estómago, es una sensación tan bonita.

—Hola, Jisoo —sonrie al verlo, acercándose a él.

—Tengo algo que decirte —suelta un pequeño suspiro.

—Yo también, ¿Vamos al árbol dónde nos conocimos? —le extiende la mano y el menor la acepta.

Ambos se dirigen al lugar y se sientan, ninguno sabe cómo iniciar con la conversación, así que ambos deciden decirlo al mismo tiempo.

—Vuelvo a Los ángeles mañana...

—Creo que me gustas...

Ambos voltean a verse confundidos y sorprendidos por las palabras del contrario y el único que logra reaccionar es el pequeño Jeonghan.

—¿Qué? —pregunta mirando a Jisoo con sorpresa.

—¿Que dijiste, hyung? —responde con una pregunta.

—Lo que dije no importa, Jisoo... ¿En serio tienen que irse mañana? —pregunta con tristeza.

—Si... No quiero irme, pero mis papás dicen que debemos volver —suspira con tristeza.

—¿Algún día volverás?

—Tal vez el próximo año ¿Seguiremos siendo amigos? —Jisoo mira al mayor.

—Si, lo seremos.

Y esa fue la última vez que ambos se vieron, con la esperanza de volver a verse.

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—Conociste a mi mamá —susurra Joshua recargando su cabeza en el hombro del rubio.

—Si, era una mujer increíble —dice del mismo modo, dejando suaves caricias en aquel bonito pelo negro.

—Ella también estaba encantada contigo —cierra los ojos y se deja mimar—. Si ella siguiera viva... Estaría contenta de que seamos pareja.

—Donde sea que esté... Seguro de que lo está —asegura y deja un suave beso en su nariz.

Joshua sonrie y solamente se queda así, disfrutando de la compañía del otro, ambos se encontraban sentados en el mismo árbol dónde se conocieron, ese dónde toda su historia dio inicio.