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Lisa se encontraba recostada en la cama de mommy Jennie, tenía mucho sueño después de una jornada de clases en la universidad, sumado a todo esto estaba el hecho de que tenía su periodo.

Le gustaba la cama de su mommy, era grande, espaciosa, suave, cómoda y olía totalmente a ella, sabía que no debía estar ahí, ella tenía su cuarto perfectamente arreglado, pero no quería estar ahí.

Extrañaba a Jennie así que su olor la hacía sentirse acompañada, la mansión era muy grande para ella sola y la mayor no dejaba que invitara a alguien.

Decidió que dormiría un poco, no se sentía con ánimos de cocinar así que ya pedirían algo después.

Despertó cuando sintió una estimulación en su clítoris, era delicado y placentero. Al abrir los ojos se encontró con su mommy, esta aún tenía puesto el traje que usaba cuando trabajaba.

Bajó su mirada y vio la traviesa mano de la mayor entre sus piernas, acariciando sobre la ropa.

──J-Jennie espera.

──¿No te había dicho que tenías prohibido entrar a mi cuarto cuando no estoy?

Los movimientos pararon, pudo observar a la mayor dirigiéndose al gran closet que tenía, Lisa sabía lo que había ahí además de la ropa, el recuerdo de eso la hizo temblar.

──¿No te había dicho que no me digas Jennie?

──M-mommy, me sentía muy sola y cansada, u-usted sabe que su olor me hace sentir acompañada.

Sus pupilas se achicaron al verla salir, con un azotador en las manos, sin mencionar que ya no tenía su saco, solo la corbata y camisa.

──P-por favor mommy, soy una buena niña no me castigue, a-además tengo mi periodo me duele el vientre. ── Jennie hizo el gesto de pensarlo un momento para terminar cediendo.

──Está bien, hoy no voy a castigarte, pero después lo haré. Por el momento solo quiero que me ayudes a bajar mi estrés, tuve un día difícil.

La tailandesa asintió, acercándose al borde de la cama, hincándose para esperar alguna orden, la mayor imitó la acción mientras aflojaba su corbata, retirando el saco.

──Quítame la camisa bebé, compláceme con esa boquita tan caliente y sucia.

──Sí mommy.

Dicho y hecho. Manoban besó a la mayor mientras dirigía sus manos a la corbata, aflojando el nudo y deshaciéndolo delicadamente, posteriormente desabotonó la prenda.

Bajó sus besos al cuello, sacó la camisa y bajó los tirantes del sostén para proceder a desabrocharlo y finalmente quitarlo.

Observó a su mayor, amaba las proporciones de su cuerpo, todo parecía tan perfectamente bien colocado, era una obra de arte.

Kim ahuecó sus pechos, provocando a la más joven y le brindó un pellizco a ambos pezones mientras soltaba un jadeo.

──Fuiste una niña mala, compláce a tu mommy para compensarlo.

La tailandesa asintió sin poder retirar la vista de los movimientos en los senos.

Relamió sus labios, humectándolos con saliva, se acercó a ambos pechos, tomando el derecho con su mano para después meter el pezón en su boca, succionó cual bebé hambriento al mismo tiempo que masajeaba el izquierdo.

Se sentía mojada y no sabía si era por la excitación o la sangre, aunque pensarlo era raro.

La mayor se separó para bajar sus pantalones junto a las bragas, subió una pierna a la cama, quedando parada abierta de piernas.

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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baby 𔘓 jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora