Capítulo 36

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           Baila baila princesita.

¿ a que estas jugando florencia? — pregunto nico mirandola a los ojos.

Flor trago como pudo y su corazón comenzó a latir muy rápido.

— yo — su voz temblaba — no estoy jugando.

En ese momento el llanto de emily, los descolocó y corrieron al cuarto de la pequeña.

Nicolas casi siente la muerte en frente de sus ojos al ver a su hija bañada en sangre

Flor la tomó en sus brazos y Nicolas llamó de inmediato al oncologo.

Los dos salieron al hospital, emi se había desmayado, Nicolas entró con emi en sus brazos desesperado.

— un médico por favor — grito desesperado.

Flor estaba a su lado y sus lágrimas comenzaron a caer.

El médico llegó e enseguida la ingresaron a urgencias.

Nico caminaba de un lado a otro y flor rezaba.

El doctor se acerco a el.

— emi, ya despertó y le estamos haciendo transfusión pueden pasar a verla.

Nicolas asintió llorando.

— gracias doctor — le dijo ahogada en lágrimas.

El doctor se fue dejandolos solos, flor se acerco a nico.

— tranquilo, te necesita fuerte. Si queres entro yo y después vas vos.

Nico asintió y no dijo ni una palabra.

Flor se dirigió a la habitación de hospital donde estaba la pequeña.

— ¿puedo pasar? — flor se asomó a penas a la puerta.

— siii — emi le sonrió estirando sus brazitos — ven.

Flor entró y se sentó a su lado abrazándola

— que susto nos diste mi amor — flor beso la frente de emi.

Emi también puso su enorme sonrisa.

— estoy bien y muy feliz porque estas aquí conmigo — emi se acomodo en el pecho de flor — ¿Crees en los cuentos de hadas?

Flor asintió

— ¿se pueden hacer realidad?  — pregunto la pequeña con total inocencia.

— claro que si — flor la abrazo aun más. — había una vez — flor comenzó a contarle la historia.

una joven  que vivía en su castillo y sus padres le buscaban un novio que sea Adinerado y de buena familia pero ella no estaba enamorada de ningunos de ellos.

Ella quería un príncipe de verdad, un príncipe que la ame por lo que era y no por lo que tenía, no quería dinero quería amor.

Todas las mañana iba a un hermoso bosque encantado, se descalzaba y comenzaba a bailar con su vestido, esperando que algún día llegue su amado, ese amor soñado.

Ella soñaba con ser una dulce princesa de ese príncipe y que la raptara y la hiciera su reina

De tanto desearlo, se volvió realidad.

Un día llego su verdadero príncipe en un caballo blanco con un ramos de rosas y una corona brillante para ponerle en su cabeza

— te he estado esperando por años — le respondío emocionada ella.

— ya llegue, princesa y te traje un tesoro.

— ¿que es? — pregunto curiosa la princesa.

El príncipe le dio una caja que contenía una carta diciendo cuanto la amaba y esperaba hacerla feliz, lejos de todos para que nadie le haga daño.

DULCE AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora