Dımensıones Unıdas -. Bıllforɗ

ɗos

Segundo día de vacaciones, nada podría salir mal. Ya habian pasado por todas las rarezas del pueblo. Tampoco les asombraria nada.

Dipper y Mabel jugaban en su habitación mientras que los gemelos Pines charlaban en el sótano.

– ¿Enserio vos pensas que derrotamos a Bill?

– No sé Stan... no sé.

– Dipper y Mabel serán adolescentes pero aún son muy chicos para tener que pasar por todo esto otra vez, ¿no crees?

– Yo sé que Dipper lo superará, es un chico fuerte, inteligente y muy capaz de todo.

– Mabel también, sin ella no hubiesemos podido vencer a Bill. ¿Por qué el favoritismo?

– ¡No es favoritismo! Solo que la mente de Dipper me asombra cada día más.. tengo miedo de que lastimen a Mabel y le roben su inocencia, ¿sabes?

– Ford, deja la pregunta boluda que te hice, Bill murió.

Se escuchó un ruido en las escaleras.
Los dos hermanos se alertaron.

Bajo de la escalera Billy. Bien vestido y perfumado.

¿Quién sos y que haces acá? - Se quejó Stanley, apuntó de lanzarse hacia el rubio, a lo que Ford puso la mano tratando de calmarlo.

- Tranquilo! Te presento, aunque ya lo hizo Dipper... él es Billy, es un nuevo habitante del pueblo, solamente quiere quedarse aquí por que conoce toda nuestra historia, pero le dije que primero tenia que conocerlo bien asi que lo invité.

Stan lo miró confuso, luego, se acordó de quien era.

- ¡Ahh! El rarito que estuvo ayer en la bienvenida de los chicos.

Bill lo miro, con un poco de odio en la mirada.

- Ra...rito?

- Sí, ¿quién se viste de amarillo?

El chico se miro el atuendo y lo miró a Stan sin ver nada malo en él, al ver a su costado vió que su gemelo estaba tratando de aguantar la risa para no quedar como inmaduro, pues el único inmaduro ahí era Stanley.

¿Por qué se reía? Estúpido seis dedos.

- Yo veo bastante normal, el amarillo es un color hermoso.

- Sisi.. cómo digas.

Ford lo miro tratando de ocultar la risa. -¿A que te dedicas Billy?

- Eh? No tengo empleo. Por eso vine a "la cabaña del misterio", se me hace un lugar muy gracioso para trabajar.

Stan se sintió algo ofendido por su comentario pero entendió a lo que se refería.
No era la gran cosa, es estafar gente, pero sabiendo lo que pasa y pasó en este pueblo es lógico que la gente vendra a comprar y habrán turistas interesados en la cabaña del misterio.

- ¿Cuantos años tenes?

Billy río.

Bueno, en su universo tiene la edad de Dipper y Mabel.

¿Que edad podria decir?

- ¿En que tanto piensa? Es raro... - Dijo Stan mirándolo.

- Ah, perdón, tengo 17.

- Puff.. me siento super viejo. - Stan exclamó y miro sus canas.

70 años ya tienen sus cosas.

Stanford lo miró sorprendido, pensó que era más grande, tampoco de su edad, pero él pensaba que tenía 23 o 25.

- Pensé que eras más grande.

- ¿Acaso es un problema?

- No lo sé... considero que para trabajar aquí estando con niños pequeños...
- Tienen 13 - Interrumpió Stan.

- Bue, para estar con adolescentes eres muy chico. Sabes que en el verano cuidamos de los gemelos misterio.

- Soy un buen chico Ford.

- Mm, eso lo veremos. No sé.

- Puedo pagar lo que quieran pero por favor denme el trabajo..

A Stan le brillaron los ojos y acepto la propuesta de inmediato. Le quito alrededor de 1000 dólares y subió a la cabaña super feliz por su nuevo empleado.
Siempre le cayó bien.

En el sótano quedaron su gemelo y Billy charlando, pues a Ford no le parecía que alguien tan menor trabaje.

- ¿Estas seguro que queres trabajar? Sos chico, podes conseguir empleos mejores. - El rubio lo miro, y río. Ford solo lo observaba reirse hasta que su risa un tanto rara cesó.

- ¿En serio te molesta que sea menor? ¿Me tienes miedo?

Ahora era el gemelo de seis dedos quien se reía.

¡Vamos! ¿Ford miedo?
Él estuvo 30 años atrapado en el portal, enfrentó y trabajó con Bill trillonadas de veces, habló por su pueblo en el raromagedon, vino a el mismo a explorarlo (cosa que nadie habia hecho) y entra al baño después de Stan desde jóvenes.

¿Cómo le tendría miedo a un indefenso niño rubio y hegemonico?

- Bueno ternurita.. creo que estás dentro.

Bill murió por el apodo.
Del asco.

Seis dedos era un completo asco cuándo se ponia "cariñoso" y Bill bien lo sabia.. aunque lo usaba para su beneficio.

- Bueno, vamos arriba dale.

Y sin mas, fueron los dos arriba.

El rubio no le dió tanta importancia a todo lo que pasó pero tenia en su mente ese apodo.. ¿ternurita?
Eso era por qué el era un viejo y ya.

De fondo se escuchó un grito horroso.