Atracción Fatal

Capítulo 4

La noticia de la relación entre Sabine y Karime se había convertido en un tema candente en los medios de comunicación. Las entrevistas y los rumores estaban en todas partes, y mientras enfrentaban el escrutinio público, su amor seguía fortaleciéndose. Sin embargo, no todo era sencillo, y la presión de los paparazzi y las opiniones públicas a menudo creaban tensión entre ellas.

Una noche, después de una larga semana de trabajo y eventos públicos, Sabine decidió que era hora de una escapada. Necesitaban un respiro, un lugar donde pudieran ser ellas mismas sin las miradas curiosas y las preguntas intrusivas. Así que planeó una sorpresa para Karime.

—Prepara una maleta ligera —dijo Sabine una tarde, entrando al apartamento con una sonrisa traviesa.

—¿A dónde vamos? —preguntó Karime, sus ojos brillando de curiosidad.

—Es una sorpresa. Solo confía en mí.

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Condujeron durante varias horas, alejándose del bullicio de la ciudad y adentrándose en un paisaje tranquilo y sereno. Finalmente, llegaron a una cabaña escondida en las montañas, rodeada de árboles y con una vista espectacular del valle.

Karime quedó maravillada. —Sabine, esto es hermoso.

—Sabía que te gustaría —respondió Sabine, tomando la mano de Karime y llevándola adentro. La cabaña era acogedora y cálida, con una gran chimenea y una decoración rústica que invitaba al relax.

Pasaron los días siguientes explorando los alrededores, caminando por los senderos y disfrutando de la tranquilidad del lugar. Fue un respiro bienvenido, un tiempo que les permitió reconectar y recordar por qué se amaban tanto.

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Una noche, mientras la lluvia caía suavemente sobre el techo de la cabaña, Sabine y Karime se sentaron juntas frente a la chimenea. La luz del fuego bailaba en sus rostros, creando una atmósfera íntima y acogedora.

—Sabine, esto es perfecto —dijo Karime, recostándose en el pecho de Sabine.

—Lo es —respondió Sabine, acariciando suavemente el cabello de Karime. —Pero hay algo que quiero hablar contigo.

Karime se enderezó ligeramente, mirándola con curiosidad. —¿Qué pasa?

—He estado pensando mucho en nuestro futuro —dijo Sabine, tomando un respiro profundo. —Quiero que estemos juntas, siempre. Y quiero que encontremos una manera de hacerlo sin sentir que debemos escondernos o vivir con miedo.

Karime asintió, comprendiendo la profundidad de las palabras de Sabine. —Sabine, también quiero eso. Pero no sé cómo podemos hacerlo sin que nos afecte negativamente.

—Sé que no será fácil —admitió Sabine. —Pero estoy dispuesta a enfrentar cualquier cosa si es contigo.

Karime sonrió, sus ojos llenos de amor. —Yo también, Sabine. Te amo tanto.

Se besaron, y el mundo pareció desvanecerse a su alrededor. Era solo ellas dos, en su propio pequeño paraíso, lejos de las complicaciones del mundo exterior.

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Con el paso de los días, su relación se hizo aún más fuerte. Decidieron que enfrentarían los desafíos juntos, apoyándose mutuamente en cada paso del camino. La escapada había sido un recordatorio de lo que realmente importaba: su amor y su compromiso mutuo.

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Al regresar a la ciudad, Sabine y Karime se enfrentaron a la realidad con renovada determinación. Sabine, con su naturaleza posesiva, estaba más decidida que nunca a proteger su relación. Comenzó a buscar formas de manejar mejor la atención de los medios y a trabajar en proyectos que les permitieran estar juntas más a menudo.

Karime, por su parte, encontró en Sabine una fuente constante de apoyo y amor. Aunque la presión del público a veces era abrumadora, sabía que mientras tuviera a Sabine a su lado, podía enfrentar cualquier cosa.

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Un día, mientras estaban en el set de un nuevo proyecto, un incidente inesperado puso a prueba su relación. Un actor del reparto, conocido por sus comentarios despectivos y su actitud arrogante, hizo una insinuación inapropiada hacia Karime. Sabine, que observaba desde la distancia, sintió una ola de ira y celos.

—¿Qué diablos crees que estás haciendo? —dijo Sabine, acercándose rápidamente y poniéndose entre Karime y el actor.

El actor levantó las manos en señal de rendición, con una sonrisa burlona. —Tranquila, Sabine. Solo estábamos hablando.

—No me importa —respondió Sabine con firmeza.            —Mantente alejado de ella.

Karime tomó la mano de Sabine, tratando de calmarla.    —Sabine, está bien. No vale la pena.

Sabine respiró profundamente, tratando de controlar su ira. Sabía que Karime tenía razón, pero su naturaleza posesiva a menudo la llevaba a actuar impulsivamente.

—Lo siento —dijo finalmente, mirando a Karime con ojos llenos de arrepentimiento. —Solo quiero protegerte.

Karime sonrió, acariciando suavemente la mejilla de Sabine. —Lo sé. Y aprecio eso. Pero confía en mí. Podemos manejar esto juntas.

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El incidente fue un recordatorio de los desafíos que aún tenían por delante. Pero también fortaleció su determinación de enfrentarlos juntos. Sabine, aunque posesiva y celosa, comenzó a trabajar en controlar mejor sus emociones, sabiendo que su amor por Karime era lo suficientemente fuerte para superar cualquier obstáculo.

Karime, con su naturaleza apasionada y romántica, continuó apoyando a Sabine, demostrando que el verdadero amor puede prevalecer incluso en las circunstancias más difíciles.

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Con el tiempo, Sabine y Karime encontraron un equilibrio. Aprendieron a manejar mejor la atención pública, a confiar más el uno en el otro y a disfrutar de los momentos de tranquilidad juntos. Aunque sabían que siempre habría desafíos, también sabían que su amor era una fuerza imparable, capaz de superar cualquier cosa.

Y así, mientras la vida continuaba y los desafíos seguían llegando, Sabine y Karime permanecieron unidas, su amor creciendo y fortaleciéndose con cada día que pasaba. Porque, al final, sabían que no importaba lo que el mundo dijera o hiciera; lo que realmente importaba era lo que sentían el uno por el otro. Y eso, nadie podía quitárselo.