Atracción Fatal

Capítulo 3

La relación entre Sabine y Karime continuaba creciendo a pesar de las dificultades. Sin embargo, las presiones de la fama y la necesidad de mantener su amor en secreto comenzaban a pasar factura. Ambos sabían que no podían seguir ocultando su relación para siempre, pero la idea de exponer su amor al escrutinio público era aterradora.

Una noche lluviosa, Sabine se encontraba en su apartamento, mirando por la ventana mientras las gotas de lluvia golpeaban el vidrio. Había tenido un día particularmente estresante, lleno de reuniones y compromisos que la habían dejado exhausta. Sin embargo, su mente no dejaba de pensar en Karime.

De repente, su teléfono vibró con un mensaje. Era Karime.

—Necesito verte. Ahora.

El corazón de Sabine se aceleró. No era típico de Karime enviar mensajes tan urgentes. Sin perder tiempo, tomó su abrigo y salió al exterior, a pesar de la tormenta. Condujo rápidamente hacia el apartamento de Karime, sus pensamientos corriendo tan rápido como el coche.

Al llegar, Karime la esperaba en la puerta, empapada por la lluvia. Sin mediar palabra, Sabine salió del coche y corrió hacia ella. Ambas se encontraron en un abrazo desesperado, la lluvia empapándolas mientras se aferraban una a la otra.

—¿Qué pasa? —preguntó Sabine, su voz cargada de preocupación.

Karime la miró, sus ojos llenos de lágrimas. —No puedo seguir así, Sabine. Este secreto... me está matando.

Sabine sintió una punzada de dolor en el corazón. Sabía que Karime tenía razón, pero la idea de enfrentar el mundo juntas, con todas las posibles repercusiones, era aterradora.

—Lo sé —respondió Sabine, acariciando el rostro de Karime. —Pero estoy contigo. Pase lo que pase, lo enfrentaremos juntas.

Karime asintió, y ambas entraron al apartamento, empapadas pero unidas en su determinación. La tormenta afuera era un reflejo de la turbulencia interna que ambas sentían, pero sabían que juntas podían enfrentar cualquier cosa.

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Esa noche, mientras se secaban y se cambiaban de ropa, Sabine y Karime hablaron sobre su futuro. Sabine, con su naturaleza posesiva, dejó claro que no permitiría que nadie las separara.

—Nadie tiene derecho a decirnos cómo vivir nuestras vidas —dijo Sabine con firmeza. —Si nos descubren, enfrentaremos las consecuencias juntas.

Karime asintió, su corazón lleno de amor y determinación. —Estoy contigo, Sabine. Siempre lo estaré.

Esa noche, hicieron el amor con una intensidad que solo puede surgir de la combinación de amor, deseo y una determinación compartida de enfrentar el mundo juntas. Cada caricia, cada beso, estaba cargado de promesas y sueños compartidos.

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Los días siguientes fueron un torbellino de emociones y decisiones. Sabine y Karime sabían que debían ser cuidadosas, pero también estaban decididas a no permitir que su amor fuera reprimido. Finalmente, decidieron organizar una reunión privada con algunos amigos y aliados cercanos, personas en las que podían confiar.

La reunión se celebró en la casa de un amigo cercano, una figura influyente en el mundo del espectáculo que había demostrado ser un apoyo incondicional para ambas. La noche de la reunión, Sabine y Karime llegaron juntas, sus manos entrelazadas mientras caminaban hacia la puerta.

Fueron recibidas con sonrisas y abrazos, y pronto la conversación fluyó con naturalidad. Sin embargo, ambos sabían que la verdadera razón de la reunión aún no se había revelado.

Después de la cena, Sabine se levantó y tomó la mano de Karime, llevándola al centro de la sala.

—Tenemos algo importante que decirles —comenzó Sabine, su voz firme pero llena de emoción. —Karime y yo... estamos juntas. Y estamos enamoradas.

Un silencio cayó sobre la sala mientras las palabras de Sabine se asentaban. Finalmente, uno de sus amigos se levantó y las abrazó.

—Estoy muy feliz por ustedes —dijo, rompiendo el silencio. Pronto, el resto de los amigos siguió su ejemplo, ofreciendo palabras de apoyo y amor.

Sabine sintió una oleada de alivio y gratitud. Sabía que no todos aceptarían su relación con tanta facilidad, pero contar con el apoyo de sus amigos más cercanos significaba el mundo para ella.

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Con el tiempo, la noticia de su relación comenzó a filtrarse al público. Aunque enfrentaron críticas y prejuicios, también recibieron una ola de apoyo de sus fans y colegas. Sabine, con su carácter fuerte y decidido, no permitió que los comentarios negativos la afectaran. En cambio, se centró en su amor por Karime y en construir una vida juntas.

Karime, por su parte, encontró en Sabine una fuente constante de fuerza y apoyo. Sabine, aunque posesiva y celosa, siempre se aseguró de que Karime supiera lo importante que era para ella. Y Karime, con su naturaleza apasionada y romántica, continuó demostrando su amor de todas las maneras posibles.

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Una noche, mientras descansaban en su apartamento, Sabine miró a Karime con una sonrisa.

—Hemos recorrido un largo camino, ¿no crees? —dijo, acariciando el rostro de Karime.

Karime sonrió, asintiendo. —Sí, pero cada momento ha valido la pena.

Sabine se inclinó y besó suavemente a Karime, sus labios moviéndose con ternura y amor.

—Te amo, Karime. Y siempre lo haré.

Karime sintió su corazón llenarse de alegría y amor. —Y yo a ti, Sabine. Siempre.

Y así, mientras la noche se extendía ante ellas, Sabine y Karime supieron que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían su amor para guiarlas y fortalecerlas.