My land: Wonderful circus

Capítulo 3. Práctica intensiva

*10 de febrero del año 139 después de la creación*

–Necesito que me enseñes lo que practicamos ayer, Kai. Es muy importante para el desarrollo del Show.– Se dirigió Michael a la rubia.

Kai hizo ese extraño truco en el que cambia de género mientras se quitaba varias pelucas a la vez. Michael aplaudió pues fue increíble.

–Si quieres te ayudo a quitarte el vestido, pero será en mi oficina.–Le dijo a Kai el presentador.

Y Kai, sin ninguna pena, aceptó.

–Como te encanta buscar cualquier excusa con tal de tocar mujeres.–Le dijo Léa.

–No te preocupes mi amor, yo te soy fiel a ti y sólo a ti.—Michael giña el ojo—

Seguido de eso, Michael se dirigió a Jonathan y le preguntó que cómo iba con su truco del pollito y el pañuelo.

–¡¿Acaso eres imbécil?!–Decía Michael a Jonathan.– ¡Te he dicho mil veces que así no se agarra el pañuelo! Se te hará mil veces más difícil hacer la ilusión.

–L-Lo siento mucho, es que en mi antiguo trabajo no agarraba pañuelos sino pe-

–Shhh, no me interesa saber que hacías en tu anterior trabajo.–Le respondió Michael con disgusto.

–A lo mejor lo que necesita Jonathan para mejorar con su habilidad es público. A diferencia de nosotros, el necesita de una persona para poder usar su poder, sino simplemente se ve como un truco de magia barato.–Le dijo Léa a Michael mientras le ponía una mano en el hombro.

–Tienes razón. ¿Quién quiere ser parte de la práctica de Jonathan?.—Todos, incluyendo a Kai y Léa miraron hacia un lado e hicieron como si no escuchaban—

–Hijos de puta. Está bien, yo seré tu público, aunque dudo mucho que ese poder tuyo me haga algo. A mi me encantan las mujeres.

Jonathan asintió y seguido de eso pasó su mano por su cabello. Michael empezó a sentir un cosquilleo raro desde dentro pero lo atribuyó a que seguro no había desayunado. De repente, cuando vio a Jonathan lo sintió diferente. Intentó mirar a su alrededor pero sus ojos sólo se enfocaban en el chico, el precioso, sexy y tierno chico en el centro del escenario.

*<<Jonathan ¿Por qué eres tan atractivo? Espera ¡No! A mi me encantan las mujeres...>>* Eran los pensamientos de Michael.

Jonathan se acercó a el y Michael sentía que su corazón iba a explotar. De repente veía como el pañuelo que usaba Jonathan parecía ¿flotar? *<<¿Cómo mierda...?>>* Pensó otra vez.

Por un buen rato Michael se sintió como en un sueño lejano en el que Jonathan le decía, hacía y pedía cosas. Michael se sentía en el mismo paraíso. Nunca pensó que un mundo así podría ser real, hasta que despertó.

Michael se encontraba desorientado, como si hubiera vivido un largo pero efímero sueño que lo dejó impresionado. Cuando se dio cuenta el estaba en una de los asientos vip del circo. Se encontraba solo y por alguna razón con la ropa con olor a comida. Estaba sólo con su camisa y pantalón ya que utilizaron su saco para arroparlo.

Michael se dirigió directo a la parte trasera del escenario en donde se encontró—Con sorpresa— a todos cenando una gran cantidad de platillos.

–Wow ¿De dónde salió toda esa comida?–Preguntó intrigado.

–¿No te acuerdas?–Preguntó Jonathan con la boca llena.–Hace como una hora te pedí que fueras a la tienda, compraras comida y nos cocinaras esto.–Respondió con una malvada sonrisa.

Las manos de Michael fueron directo a su billetera, la cual se encontraba con una considerable cantidad menos de dinero dentro.

–Ah, y también nos regalaste 5mil a cada uno para compraramos lo que quisiéramos.– Habló Léa esta vez.

–¡Jonathan maldito brujo!–Dijo Michael a punto de ahorcar a su  pequeño empleado.

–No, no soy brujo, soy un mago ¿Recuerdas? Tu me pediste que te diera una demostración y eso hice. Si no me crees, revisa las cámaras de seguridad.

Todos rieron mientras veían a Michael, y este al final también rió. Le pareció gracioso y de cierta forma hermosa su peculiar forma de tratarse con sus empleados. Michael comió con sus amigos y al final del día fue a la sala donde estaba la computadora y revisar las grabaciones.

# *<<<Fecha de grabación: 10 de  febrero, 3:09 P.M.>>>*

–¿De verdad me amas mucho, Michael?–Preguntó Jonathan.

–Eres el amor de mi vida ¡No puedo vivir sin ti!- Le respondió el hombre.

–Pero, yo soy menor de edad.–Respondió inocente Jonathan.

–Olvídate de eso. ¡Lo que hay entre nosotros es amor, amor verdadero!

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Michael pausó la grabación y decidió no seguir viendo por el bien de su salud mental.