I'll wait

Prólogo.

En el corazón de una pequeña ciudad, donde el tiempo parecía detenerse en sus calles adoquinadas, dos almas se encontraron en el momento más inesperado. Ella, una amante de la tecnología, había encontrado una aplicación cuyo propósito era la interacción de personas desde varios puntos del mundo, y sin dudarlo se unió en busca de aventuras que trascendieran la rutina de su vida diaria. Él, un joven introspectivo con una pasión por la música, llevaba la vida al ritmo de sus propias melodías, escondido entre las notas de su violín y el chat de su mejor amiga virtual.

Sus caminos se cruzaron en una tarde dorada, cuando el sol se filtraba entre las hojas de los árboles, iluminando el instante en que sus miradas se encontraron por primera vez. La conexión fue inmediata, como si hubieran estado esperando ese encuentro durante toda su vida. Compartieron risas, secretos y sueños, construyendo un castillo de recuerdos que parecía tan sólido como el futuro mismo.

A medida que las estaciones cambiaban y el ciclo de la vida seguía su curso, el castillo que habían construido comenzó a mostrar fisuras. Sus caminos, tan entrelazados al principio, empezaron a divergir. La distancia, tanto física como emocional, se hizo cada vez más palpable.

¿No es acaso en los momentos de mayor separación donde más se revela el verdadero valor de las conexiones que hemos forjado?