"Dia y noche"
Summer
Me sentía torpe con cada intento de socializar. ¿Acaso me he vuelto una vieja sin sentido del humor con tan solo 20 años?. A decir verdad, nunca fui buena siendo espontáneamente graciosa. Aquel perfil me generaba una curiosidad inesperada; habiendo tantos, ¿por qué me surgía la necesidad de querer hablar con él?
Él no respondió. Me sentí un bicho raro, siquiera tenía la oportunidad de borrar ese mensaje y hacer borrón y cuenta nueva. Solté un gran suspiro mientras repensaba en cómo romper el hielo y decidí enviar un último mensaje. Según había leído, si una chica se muestra segura de sí misma, tendría más chances de triunfar en cualquier ámbito de la vida.
Summer: "Era broma, lo siento. Soy Summer, tu nueva gran experiencia melodiosa en tu vida :)"
...
Nuevamente, ninguna notificación.
— Mierda. — Murmuré, dándome por vencida.
Solté el móvil sintiendo cierta pena ajena. A veces me preguntaba si simplemente no estaba hecha para este tipo de cosas. Me levanté de la cama y decidí distraerme con un juego que había dejado a medio terminar.
Poco después, mientras me sumergía en la historia del videojuego, mi teléfono vibró en la mesa. También apareció una notificación emergente en la pantalla de mi monitor. Miré con una mezcla de sorpresa y esperanza. Era una notificación de la app.
El perfil que había estado ignorando finalmente había respondido. Mi corazón dio un vuelco cuando leí el mensaje:
Dyrus: "Hola Summer, perdona por la tardanza. Estaba ocupado tratando de pensar qué responderte. Pero ya que estoy aquí, ¿Cómo es eso de que eres una 'experiencia melodiosa'? ¿Te dedicas a cantar en un karaoke para torturar a los gatos o qué?"
Respiré hondo y sonreí. Pausé el videojuego y me dirigí al sofá para responder con más comodidad desde allí. Parecía que el misterio de por qué me había sentido atraída por ese perfil empezaba a despejarse. Decidí no pensar demasiado en las inseguridades y simplemente ser sincera.
Summer: "No te preocupes por la tardanza. La broma era solo una forma torpe de decir que me gustaría conocerte, quise dar a entender que soy una gran oportunidad para distraerte por ratos. Por cierto... no, no torturo gatos, ¿Qué clase de persona crees que soy?."
La respuesta no tardó en llegar. Al parecer, Dyrus estaba interesado de igual manera.
Dyrus: "Una muy rara que tiene serios problemas con empezar de manera normal una conversación."
— Auch — Dije por lo bajo mientras escribía la respuesta para aquello.
La conversación continuó de manera fluida luego de que mandé otro mal chiste, y me di cuenta de que, a pesar del comienzo torpe, algo realmente positivo estaba surgiendo. Dyrus parecía genuinamente interesado en conocerme, y sus respuestas reflejaban un buen sentido del humor y una curiosidad sincera.
Mientras hablábamos de cosas poco relevantes y comunes me sentí más a gusto. Me di cuenta de que, aunque el primer intento fue un poco torpe, la autenticidad y el interés genuino abrieron una puerta a una conversación prometedora. Sin embargo, algo me inquietaba; a primera vista, nuestras vidas parecían tan distintas como el día y la noche. ¿Qué fue entonces lo que nos llevó a hablarnos?, ¿Qué fue lo que me llevó a escribirle?.
Miré el reloj y me sorprendí de cuánto tiempo había pasado hablando con él. La ansiedad que había sentido al principio se había transformado en una sensación de comodidad y disfrute. Me sentí aliviada de que la conversación hubiera tomado un giro tan positivo y genuino.
Pero en el medio de tanta comodidad él desapareció y dejó de responder inesperadamente.
— ¿Qué ocurrió?, bueno quizá tenía algo más interesante que hacer — Murmuré desconcertada mientras veía el chat con desilusión. — Como sea...
La pantalla de mi teléfono se quedó quieta, sin nuevas notificaciones. Miré el chat con una mezcla de desconcierto y desilusión. Me sorprendió lo rápido que mi estado de ánimo había cambiado. La conversación había fluido tan bien y me había hecho sentir tan cómoda que la ausencia repentina de Dyrus era un golpe inesperado.
Me sentí un poco herida, no solo porque había disfrutado hablar con él, sino porque esa abrupta desconexión me hizo cuestionar si había hecho algo mal. Me pregunté si tal vez mis mensajes no habían sido lo suficientemente interesantes o si había dicho algo que le había incomodado. La inseguridad que había intentado dejar atrás volvió a asomarse.
Solté un suspiro profundo, intentando sacudirme esos pensamientos. Decidí que no valía la pena atormentarse con preguntas sin respuesta. La vida continuaba, y quedarme anclada en la incertidumbre no me ayudaría en nada. Me levanté de la cama, dejando el celular sobre la mesa, y me dirigí a la cocina para preparar algo de comer. Necesitaba distraerme y cambiar de ambiente.
Mientras preparaba un bocadillo, me puse a pensar en la conversación con él. Aunque se había interrumpido, me daba cuenta de que había sido una experiencia bastante gratificante. A veces, el simple hecho de conectar con alguien, aunque sea brevemente, puede ser reconfortante. Reflexioné sobre cómo había empezado la conversación con nervios y terminamos compartiendo risas y detalles personales.
Con el bocadillo listo, me senté en el sofá, encendí la televisión y me dejé llevar por una serie que estaba viendo. La distracción me ayudó a relajarme. Un par de horas después, me sentí más tranquila. Aunque seguía un poco inquieta por la falta de respuesta de Dyrus, entendía que no todo tenía que ser perfecto. A veces, las conversaciones y las conexiones se desvanecen sin razón aparente, y eso estaba bien. Decidí que si él volvía a aparecer, genial, y si no, al menos había aprendido algo sobre cómo manejar mis inseguridades y disfrutar del proceso de conocer a nuevas personas.
A quién engaño, tanta positividad me estaba asqueando.
Terminé mi noche con un sentimiento mixto. Era viernes, quizá no vendría mal el salir un rato para socializar con personas reales así que me comuniqué con Hanna, mi amiga de la infancia.
No estaba en línea y para peor, se encontraba su celular apagado. Genial.
Quizá el destino no quería que saliera y me estaba brindando una señal divina.
Con ese pensamiento en mente, apagué la televisión y me preparé para dormir, sintiendo que pese a sentirme mal al comienzo por aquel ghosteo repentino, había avanzado un poco en mi seguridad para socializar.

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I'll wait
Teen Fiction"El eco de su amor aún resonaba en el silencio de sus corazones."