Buster x Fang "En secreto" Yaoi

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Fang tenía muy en la mira a Buster, era el objetivo perfecto para molestar.

-A partir de mañana comenzará tu infierno gordito.

El asiático miraba de lejos al pelinaranja mientras sonreía lentamente.

Al día siguiente Buster comenzaba con su mañana tranquila, miraba su libreta de objetivos, aun no conseguía amigos.

El pelinaranja estaba distraído mirando su libreta hasta que sintió un golpe en su espalda.

-Eh? Qué fue eso?

-Hey G-O-R-D-O!!!

Era Fang, se acercó y golpeó con el codo a Buster en la espalda.

-Ugh ¿qué quieres? - El pelinaranja miro molesto a Fang.

-Molestarte, nada más grasoso.

El asiático sonrió y guiño su ojo.

Buster no sabía lo que le esperaba.

La semana fue un total infierno, palabra cumplida por el asiático. Los días para el pelinaranja eran una montaña rusa total.

Fang molestaba a Buster todos los días a todas horas, le tiraba comida, basura, agua, cualquier cosa.

Lo empujaba, lo pateaba, le lanzaba cualquier cosa, pelotas, balones, papel y hasta su zapato.

Y no solo Fang, sus amigos también lo molestaban, Emz le lanzaba su spray y aveces Bibi le pegaba chicles en su asiento.

Cualquiera pensaría que Buster ya estaría llorando, si bien esta vez el pelinaranja no se dejaría ganar.

Ya estaba demasiado enojado y su paciencia se había acabado.

Una nueva semana llegaba para el pelinaranja quien ya había pensado en un plan.

Sus objetivos habían cambiado.

La mañana estaba normal extrañamente, el asiático no había hecho nada raro.

El maestro de literatura estaba preparando un trabajo en equipo.

Mortis como profesor no era muy creativo, su idea fue emparejar a los alumnos por sus respectivos asientos.

A Fang se le encendió el foco, miró al pelinaranja y la persona que se sentaba al lado, hizo una pequeña suposición.

Le susurro a Maisie quien sería la compañera de trabajo de Buster, pidiéndole que cambiaran de lugar rápido, antes de que Mortis se diera cuenta.

Maisie no sospecho nada de momento hasta que entro en razón.

Buster se dio cuenta de la situación y miro de mala gana a Fang.

-El trabajo lo hacemos en tu casa zanahoria -El asiático sonrió.

Buster no dijo nada y efectivamente les tocó juntos hacer el trabajo.

A la salida el asiático espero a Buster.

-Te tardas grasoso!!!

Buster bajo las escaleras de la entrada y miro a Fang a lo lejos gritando.

-Maldito pelos de barbie barata -El pelinaranja gruño levemente.

Cuando los dos al fin quedaron frente a frente el asiático se cruzó de brazos y bostezo.

-Vamos a tu casa y lo hacemos gordito.

Buster lo ignoro por completo siguiendo su camino a casa, el asiático le siguió el paso.

Un camino corto y muy silencioso hasta que en un punto el pelinaranja se detuvo sin decir nada.